Este jueves 20 de mayo la Corte de Apelaciones de París emitió una sentencia, mediante la cual se establece que la empresa alemana certificadora TUV Rheinland (TUV) deberá cancelar una indemnización completa a todas las víctimas de los implantes mamarios de la marca francesa Poly Implant Prothèse (PIP).

Se espera que por lo menos 600 venezolanas reciban la referida compensación. Así lo indicó el presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), Roberto León Paralli.

“La Corte nos lleva a un procedimiento donde las víctimas van a ir recibiendo lo que los tribunales acordaron”, indicó Paralli. Señaló que estas ciudadanas fueron presentadas en el juicio TUV-1.

Anauco, cabe destacar, actualmente representa ante la justicia de Francia a 5.000 compatriotas que han sido víctimas de estas prótesis. Desde hace más de dos años esta firma ha podido pagar, como medida cautelar, indemnizaciones provisionales de los tribunales a más de 1.200 mujeres.

El abogado informó además que sus representadas, tras los juicios TUV-2 y TUV-3 celebrados el pasado 11 de febrero, ya recibieron su indemnización preliminar. Actualmente se están elevando los peritajes para que reciban la segunda parte de la reparación.

Paralli precisó que el juicio TUV-4, donde otra parte de sus representadas esperan recibir también su indemnización preliminar, se celebrará el venidero 11 de junio. Señaló que el juicio TUV-5 todavía está en curso y aún está adhiriendo personas.

El jurista hizo un llamado a todas las venezolanas que tengan este tipo de prótesis, para que se sumen a los juicios mediante las redes de Anauco. “En este caso van más de 1.300 mujeres”, afirmó.

Recordemos que en el año 2010 las prótesis PIP fueron declaradas como de alto riesgo. Estos implantes habrían sido elaborados con un gel de silicón no certificado para uso médico. El químico en cuestión generó problemas en el organismo de muchas mujeres, cuando se presentaban casos de roturas y de contacto con el cuerpo.

En Venezuela y en Colombia, por cierto, se registró la mayor cantidad de casos de víctimas de este producto. En nuestro país se calcula que hay por lo menos 40.000 víctimas.

“Esto se debe a que en algún momento, a través de una distribución masiva, le fueron colocadas a muchas venezolanas en el país”, manifestó Paralli.

Tras esto, la empresa fabricante se declaró culpable y pagó su pena. “Nos fuimos a una demanda en contra de la certificadora que puso el sello de calidad, que es una empresa alemana, la más grande del mundo”, destacó el abogado, en referencia a TUV Rheinland.

“Cuando una empresa certificadora pone un sello de calidad, está diciendo que el producto está cubierto”, acotó.

(LaIguana.TV)