Este domingo 30 de mayo, a través de la red social Twitter, fue denunciado el caso de una ciudadana, presuntamente originaria del estado Zulia, que estaría criando un venado caramerudo bebé, a pesar de que este no es considerado un animal doméstico y de que la legislación venezolana prohíbe su tráfico en todo el territorio nacional.

El caso fue denunciado mediante el usuario @fairywhut. La dama en cuestión fue identificada como Emilia Vivenzio.

“Buenas noches. Esta persona tiene un animal silvestre en cautiverio. Un animal que en Venezuela es ilegal tener. No se imaginan cómo hicieron para obtenerlo solo porque les parecía ‘bonito’”, fue el primer tuit publicado a través de la referida cuenta.

El primer post fue acompañado por varias imágenes en la que se observa a Vivenzio en compañía del animalito, bautizado por ella como “Bambi”. En sus redes sociales la joven, quien se define a sí misma como “animal lover”, admite que el venado llegó a sus manos y a las de su hermana como un regalo de parte de su papá.

No obstante, más adelante, en un video grabado por ella misma, Vivenzio se contradice y relata que no obtuvo al venado por placer o capricho, sino que ella lo adoptó “para que no se muriera”.

“Debo decir que en el primer post con el ciervo dijo que su papá se lo compró y que de paso su papá tenía planeado llevárselo. Ella dice que no mataron a la mamá del ciervo. Ok Emilia, igual se lo arrebataste a su mamá. Un ciervo no está solo porque sí. Investiga bien”, destaca el denunciante.

En la cuenta se hace énfasis en que los ciervos, en este caso los venados caramerudos, forman parte de las especies biológicas de mayor tráfico ilícito en Venezuela.

Vivenzio, en este sentido, habría argumentado en sus redes sociales que el ciervo “sí es un animal doméstico” y que lo deja dentro de su casa por las noches “porque todavía está muy cachorro”. Dice que su vivienda posee un patio grande “ideal para esta especie”.

“Por favor, dejemos de apoyar este tipo de cosas. El hábitat natural de un ciervo no es en el patio de una casa. Y la gente que compra estos animales silvestres no saben que para obtenerlos tienen que matar a su mamá”, señala el denunciante.

“Un ciervo no es un animal doméstico. El ciervo merece estar en su hábitat natural”, añade.

Posteriormente, en otro tuit, se aclara el significado de fauna doméstica. La definición es la siguiente: aquellas especies, razas y variedades de animales, que a través de un proceso dirigido de selección artificial, han sido deliberadamente reproducidos según ciertas características deseables y que en conjunto viven y se crían bajo el control humano, con fines específicos utilitarios, como la producción de alimentos y derivados, empleo en el trabajo, investigación, recreación, deporte y compañía.

“La tenencia ilegal de fauna silvestre fomenta su tráfico. Los animales silvestres no son animales domésticos”, continúa el denunciante.

Y este no sería el único animal silvestre que ha tenido Vivenzio. La publicación es acompañada por un video en el que se le observa con un mono tití sobre las piernas. También tendría un aratinga pertinax (perico cara sucia) y un chelonoidis carbonaria (morrocoy).

Todos estos animales forman parte de las especies con más tráfico ilegal en nuestro país.

Por último, se hace referencia a lo indicado por la Wildlife Aid Foundation, una organización que se encarga de proteger a la fauna silvestre: “Si te encuentras un cervatillo no lo toques, aléjate sin hacer ruido. Y si estás preocupado, llama a los expertos”.

La denuncia es acompañada por una serie de etiquetas, con las que se propone hacer llegar a los organismos pertinentes los pormenores de este caso, a fin de que tomen las acciones respectivas (Ministerio Público, Ministerio para el Ecosocialismo y Misión Nevado).

(LaIguana.TV)