El inmunólogo Jean-Luc Gala, de la Universidad Católica de Louvain (Bélgica), opinó en una entrevista con Sputnik que resulta «prácticamente imposible» esclarecer la procedencia del virus SARS-CoV-2, el patógeno que desencadenó la pandemia actual. 

Sobre la hipótesis de que el coronavirus habría escapado de un laboratorio chino, Gala señaló que «nadie se cree los resultados de la investigación que la OMS [Organización Mundial de la Salud] realizó en Wuhan». 

«El grupo de expertos internacionales enviado a Wuhan no tuvo pleno acceso que había solicitado a las autoridades chinas. Su labor fue muy limitada y estuvo bajo control», afirmó el experto. Gala añadió que «incluso en condiciones normales es muy difícil seguir el hilo hasta el origen de una epidemia, y si las autoridades no cooperan plenamente, resulta prácticamente imposible». 

En opinión del investigador belga, el nuevo coronavirus pudo haber saltado a humanos en un mercado de Wuhan, a través de un animal infectado, pero igualmente pudo haberse tratado de una fuga de laboratorio. 

«No me creo en absoluto lo de una filtración intencional, pero una infección a la salida del laboratorio sí es factible, difícilmente podemos descartarla en todo caso», dijo. 

Según la prensa británica, la inteligencia del Reino Unido recalificó de «remota» a «factible» la hipótesis de una fuga de laboratorio con respecto al SARS-CoV-2. Según The Daily Mail, el investigador británico Angus Dalgleish y el noruego Birger Sorensen sospechan que científicos chinos desarrollaron el nuevo coronavirus en un laboratorio de Wuhan e hicieron intentos de «destrucción deliberada, ocultación o contaminación de datos» para que pareciese natural. 

Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que viajaron en enero pasado a Wuhan para examinar laboratorios, hospitales y mercados locales en busca de pistas, calificaron como la versión más probable el salto del nuevo patógeno de murciélagos a humanos a través de un huésped intermediario. Estados Unidos y otras 13 naciones criticaron en una declaración conjunta el informe emitido por la OMS en marzo pasado, diciendo que era tardío e incompleto. 

A principios de la semana pasada, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó a la comunidad de inteligencia que redoblara los esfuerzos para investigar los orígenes del nuevo coronavirus y le presentara sus hallazgos en un plazo de 90 días. 

(Sputnik)