¿Por qué la Copa América se va a realizar en Brasil, un país epicentro de la COVID-19, con un presidente como Jair Bolsonaro, con una gestión desastrosa ante la pandemia? Parte de la respuesta tiene que ver con la mafia del fútbol, que siempre toma decisiones basándose en sus negocios personales y en darles protección a dictaduras y gobiernos corruptos y violadores de derechos humanos. 

El programa Desde Donde Sea, que conduce Miguel Ángel Pérez Pirela, estuvo dedicado el martes 1° de junio a la reciente decisión de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) y el gobierno de Bolsonaro, de que Brasil asuma la sede de la Copa América. 

El torneo debía realizarse en Argentina y Colombia. El gobierno argentino renunció a la sede alegando que el país se encuentra en un momento crítico de la pandemia. Mientras tanto, la confederación resolvió no realizarlo en Colombia, debido la grave crisis política y social que atraviesa ese país. 

“Es una decisión que poco o nada tiene que ver con el deporte y el fútbol: es cuestión de política y, sobre todo, de negocios. Lo más sensato sería aplazarla, pero no lo hacen porque hay mucho dinero en juego. En su edición de 2019, en Brasil, generó ingresos por 118 millones de dólares –dijo-. La Eurocopa, suspendida en 2020, se jugará desde el 11 de junio al 11 de julio, pero con el atenuante de que las campañas de vacunación y otras medidas que los países de Europa han aplicado han bajado los contagios. No puede ser lo mismo que en Brasil, donde la ola se mantiene en aumento y se siguen sumando muertos”. 

Datos del evento

Se trata de la 47 edición de este torneo donde compiten las selecciones nacionales de América del Sur. Es organizado por la Conmebol, órgano afiliado a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). Estas dos organizaciones han decidido que se realizará en Brasil para igualar el calendario con la Eurocopa. Debió realizarse en 2020, pero se postergó por la pandemia. Es la segunda vez que se aplaza la Copa América. La primera fue en 1918, cuando se iba a realizar en Brasil, pero Río de Janeiro fue afectada por la epidemia de la Gripe Española.  

Para este año, los coanfitriones eran Argentina y Colombia. A Colombia se le retiró la sede debido a los “problemas de orden público”, eufemismo utilizado por los organizadores para no hablar de las protestas, la represión y las masacres que vive ese país. Varios patrocinadores prefieren que no sea allí por los escándalos de crímenes de lesa humanidad que se han producido.  

Faltando quince días para el inicio de las acciones, Argentina desistió de realizar el torneo debido a los riesgos que implicaría en materia sanitaria. 

“En la emergencia surgida por la declinatoria, surgió Bolsonaro, quien no pone condiciones incómodas para los intereses económicos en juego y la Conmebol acepta realizar el torneo en el país con peores registros en lo que respecta a la pandemia”, comentó el filósofo y comunicador venezolano.  

De inmediato, las redes estallaron con mensajes escritos y muchos memes. En el programa se mostraron algunos de ellos: 

Con un dibujo del coronavirus en un campo de fútbol, aparece la leyenda: La mascota oficial de llama Covidinho. 

Gleisi Hoffmann, la presidenta del Partido de los Trabajadores de Brasil, puso a circular otro, donde Bolsonaro aparece dormido, con la leyenda: “Demoró meses para responder a las ofertas sobre vacunas”. En una segunda foto, se ve al mandatario muy despierto y entusiasmado: “A la petición de la Copa América respondió en minutos”. 

En otro meme se observa a un sujeto, con el rótulo de Conmebol, yéndose con maletas de dinero. 

También se ve la foto de unas personas jugando fútbol, cada una encerrada en una especie de burbuja de plástico transparente que le cubre la cabeza y parte del cuerpo. La leyenda dice “Partido inaugural”. 

Otro material viral muestra un afiche en el que en lugar de Conmenbol y Copa América se lee “Corrupbol” y “Cepa América”. 

Esclavos modernos

Se refirió a otra de las aristas del negocio del fútbol que se pone de manifiesto en situaciones como la planteada con la Copa América: la explotación de los jugadores. “El que usted sea bien pagado no quiere decir que no sea esclavo –sostuvo-. A estos jugadores no les dan un segundo de descanso. Cada vez son más los eventos que se realizan simultáneamente. En consecuencia, se lesionan más a menudo porque juegan cada tres o cuatro días. La medida de distancia que corre un jugador es de 10 kilómetros (entre 8 y 12, según la posición). De acuerdo a los estudios de la UEFA, un jugador promedio en los años 70 corría unos seis kilómetros, al final de esa década, el promedio había subido a 8 kilómetros. Esto se debe a la evolución del tipo de juego, a la mayor competitividad y a las mejoras en los entrenamientos”.  

Señaló que los sindicatos han expresado preocupación por la sobrecarga y por el poco descanso entre temporadas, especialmente en estos tiempos de pandemia, pero la mayoría de los jugadores no se suma a los reclamos. A muchas de las figuras del deporte les falta, educación y conciencia. La sobreexplotación no es nueva: “Maradona ya levantó su voz contra todo esto”, dijo Pérez Pirela e invitó a ver el fragmento de una conversación en televisión del astro argentino con el futbolista francés Éric Cantona en la que hablan de la formación de un sindicato. Con su clásico desparpajo, Maradona dice que el presidente de la FIFA (para ese momento, el brasileño Joao Havelange) lo único que había jugado en su vida era waterpolo y que igual, se veía ridículo en pantalón corto.  

“No fue la única vez que levantó su voz contra la mafia del fútbol. En varias ocasiones denunció a dirigentes de la FIFA y cómo los intereses de las grandes industrias se imponían sobre el amor al fútbol”, expresó el presentador e invitó a ver otra intervención de Maradona, esta vez en el programa De zurda, que realizó junto al narrador y periodista uruguayo Víctor Hugo Morales en Telesur, durante el Mundial de Brasil 2014.  

“Hoy el fútbol está contaminado y la contaminación se llama Blatter”, acusó Maradona en ese momento y recordó que haber hecho ese tipo de planteamientos desde que era jugador activo le costó mucho sufrimiento y lágrimas, “Por decir lo que pensaba, lo que nos estaban robando, me acusaron de dopaje, algo que no era del todo cierto”.  

Según Maradona, como presidente de la FIFA, Havelange empezó a vincular el mundo futbolístico con la venta de armas. “Donde él iba no se hablaba solo de fútbol, sino también de los otros negocios de Havelange. Luego dejó al pichón, (Joseph) Blatter, un suizo incorruptible, según Havelange, que lo agarró el capo mafia, el señor Grondona (Julio, presidente de la Asociación de Fútbol de Argentina por 35 años y directivo de la FIFA), que le enseñó unos trucos para robar con todas las grandes multinacionales, y terminaron mal. Cuando dijeron que la FIFA era corrupta, no me sorprendí. Me llamaban para felicitarme, me decían ‘cómo te la bancaste en su momento’, ‘te quedaste solo’. Cuando yo denunciaba a esos personajes, algunos jugadores me decían que ellos tenían derecho a tomar su tajada, pero es que no era una tajada, sino miles de millones de dólares con cada una de las empresas, la de la gaseosa, la de los equipos deportivos… Ellos, con tal de agarrar su pellizque, estaba todo bien”. 

“Qué valeroso era Diego Armando Maradona, quien nunca se cansó de denunciar estas marramucias de la dirigencia futbolística que, con la excusa de ser el rey de todos los deportes, se convirtió en el rey de las corruptelas en el mundo del deporte. No es casual que haya recibido tantos ataques, algunos de ellos muy injustos. Luego se reveló la corrupción de Blatter, pero nada ha cambiado en este sentido dentro de la dirigencia del fútbol”. 

Las cifras de la indignación

La indignación que ha creado esta decisión dentro de Brasil y en toda la región tiene sólidos basamentos en las cifras de la pandemia. Brasil carga a cuestas con más de 462 mil muertos, casi medio millón de fallecidos. Son 16, 5 millones de contagiados y un gobierno investigado por su pésima gestión de la pandemia.  

El vicepresidente Hamilton Mourao, consideró una ventaja la dimensión territorial de Brasil y el número de estadios disponibles, pero el epidemiólogo Pedro Curi Hallal, dijo que se trata de una falta de respeto hacia las más de 460 mil familias en duelo en el país. 

El neurocientífico Miguel Nicolelis cuestionó: “¿Alguien puede presentar una denuncia ante la Corte Suprema para evitar otra afrenta al pueblo brasileño? La Copa se llevará a cabo en el momento en que llegaremos a 500 mil muertos en el país. No necesitamos un circo, sino vacunas y gobierno”. 

El diario O Globo criticó que una de las ciudades donde se jugará sea Manaos, la capital de Amazonas, símbolo de la mayor tragedia de la pandemia en Brasil, (de donde salió la variante que, por cierto, pegó también muy duro en Venezuela, comentó Pérez Pirela). 

El relator de la Comisión Parlamentaria de Investigación, el senador Renan Calheiro, calificó el evento de “campeonato de la muerte”. Dijo que el gobierno de Brasil, la Conmebol y la Federación Brasileña de Fútbol formaron una unión negacionista de la pandemia. “Las vacunas se llenaron de moho en los cajones, mientras la aprobación del torneo fue rápida”, deploró el congresista. 

Usuarios calificaron la decisión como una cachetada al pueblo, un irrespeto, prueba de que el mundo está al revés. 

Citó nuevamente a la senadora Hoffmann, presidenta del PT, quien en un tuit expuso su opinión: “¡Y nos enteramos que Bolsonaro autorizó la Copa América aquí en Brasil! Es esto grave, en medio de la pandemia, la llegada de la tercera ola, el riesgo de falta de camas y suministros y la lentitud de la vacunación ¡Increíble!!” 

El diputado Julio Delgado presentará demanda ante la Corte Suprema. “Los números de la pandemia y la prohibición de eventos impiden que el presidente Jair Bolsonaro decida deliberadamente que una copa de esta importancia, con diez selecciones, de diez países, de los que no sabemos cómo es el control de la pandemia, se realice aquí solo por un tema financiero” 

El periodista deportivo Bruno Winckler dice que la Conmebol quiere mantener la Copa para cumplir con sus contratos comerciales.  

Mostró un tuit de la presidenta de Telesur, Patricia Villegas, en el que ella expresa: “Copa América será en Brasil. Brasil con más de 461 mil muertes por COVID-19. Brasil de vacunaciones suspendidas y dilatadas. ¡En ese Brasil rodará la pelota!”. El mensaje va acompañado de un cuadro de dramáticas cifras de casos confirmados, fallecimientos y otros datos de la pandemia.  

Reseñó el moderador que varios estados (Río Grande do Norte, Ceará, Pernambuco, Sergipe, Paraná y Santa Catarina) tienen la tasa de ocupación de UCI por encima de 90%. En el estado de Sao Paulo el más poblado del país, está en el orden de 80%. En la ciudad del mismo nombre, seis hospitales están en 100% de las camas ocupadas, mientras la red privada ha encendido las alertas. La tasa de contagio supera el techo por primera vez en dos meses. Por primera vez desde el inicio de la pandemia, la edad promedio de los internados está por debajo de 60 años. 

¿Qué hay detrás?

Al tratar de profundizar en las causas de esta decisión tan imprudente, Pérez Pirela tocó, en primer lugar, el punto de los intereses de Bolsonaro, quien busca acallar las multitudinarias manifestaciones en su contra, que el pasado 29 de mayo tomaron las calles de 180 ciudades, una protesta masiva, coordinada por partidos, movimientos sociales, sindicatos y organizaciones estudiantiles. Los sondeos indican que la popularidad del mandatario se ha desplomado por su mala gestión de la pandemia. Él apuesta entonces a ocultar los desastres generados por su gobierno, favorable a las armas y profundamente racista. Una fórmula para esconder esto es con un evento masivo y popular como es una copa de fútbol. 

No es la primera vez que el fútbol se usa de esta manera. El dictador argentino Jorge Rafael Videla lo hizo para ocultar los desmanes y crímenes de lesa humanidad cometidos durante esa época oscura, que dejó 30 mil desaparecidos. 

Al respecto, puso al aire un video sobre el uso que el militar genocida dio al Mundial de 1978.

El presentador de ese video dice que “la copa del 78 es la primera privatizada. La dictadura tenía aspiraciones de que el Mundial fuese un trampolín político. Havelange quería que su primer mundial fuera un éxito. Se juntaron el hambre y las ganas de comer. La dictadura estaba dispuesta a pagar el billete que fuere y Havelange se dio cuenta. Comenzó la era de los sobornos económicos, de que los mundiales eran un gran negocio para bolsillos particulares de los dirigentes comenzó con nuestro Mundial 78”.  

“En este caso ocurre algo parecido: tratan de lavarle la cara a Bolsonaro. Es un pote de humo. En Colombia querían hacer lo mismo, pan y circo”, alegó Pérez Pirela. 

Brasil tiene la experiencia en eventos de primer nivel: Mundial 2014, Copa del Mundo sub-17 de 2019 y la Copa América 2019. Pero ¿están dadas las condiciones, más allá de la infraestructura? 

Horas después del anuncio, el ministro de la Casa Civil, Luiz Eduardo Ramos, dijo sin embargo que “el torneo no está asegurado, sino que estamos en medio del proceso, no queremos rechazar un pedido si podemos satisfacerlo. Fue la Federación Brasileña de Fútbol la que dio el visto bueno, no el gobierno”, pero el presidente Bolsonaro apoyó la iniciativa de inmediato con el aval de los ministerios de Salud, de Relaciones Exteriores y de la Secretaría Nacional de Deportes. 

El presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, aseguró que el gobierno de Brasil mostró agilidad y capacidad de decisión en un momento fundamental para el fútbol suramericano. 

El vicepresidente Mourao dijo que no espera manifestaciones durante la competición y que Brasil es una elección menos arriesgada que Argentina. No se espera que haya público en los estadios por lo que el riesgo disminuye.  

Luis Henrique Mandetta, ministro de Salud de Bolsonaro entre los años 2019 y 2020 (y que terminó destituido por discrepancias con el presidente sobre el manejo de la pandemia) dijo: “Brasil será la sede de la Cova América” (por el covid-19) 

Adimilson Pacheco Duarte, un usuario desde Brasil, dijo que El pueblo brasileño no aceptará callado y sin resistir a esa Copa de Muerte América. 

Jugadores

El Equipo de Investigación de Desde Donde Sea buscó también algunas reacciones de jugadores y exjugadores, aunque son pocos los que se comienzan a levantar la voz. 

El exportero de Paraguay José Luis Chilavert se refirió a la Conmebol como “Corrupbol” y manifestó que los jugadores de las selecciones “deben dejar de permitir que los traten como esclavos y hacerse respetar” Enfatizó que “hay que rebelarse ante estos corruptos a los que no les interesa la vida de todos ustedes. Unidos venceremos a la corrupción que impera”. 

Fernando Muslera, de Uruguay, dijo por su parte: “Los jugadores somos peones, vamos a donde nos dicen. Queremos jugar todo el tiempo al fútbol, y estar presentes siempre, pero priorizamos nuestra salud, la de los nuestros y la de los uruguayos. Si me lo preguntan como persona digo que no estoy de acuerdo en jugar”. 

Conmebol está envuelto hace años en escándalos de sobornos sobre derechos de transmisión, publicidad y patrocinio de torneos que involucran a varios de sus miembros y la adjudicación de sedes para campeonatos.  

En 2019, la anterior Copa América de Brasil arrancó en medio de una huelga general contra las reformas impulsadas por Bolsonaro y el escándalo que involucró al exministro de Justicia, Sergio Moro, por las dudas sobre su imparcialidad en el caso que llevó tras las rejas a Luiz Inácio Lula Da Silva. 

“El deporte, que debería promover la salud, se ha convertido así en una amenaza para los deportistas y para los pueblos. No se ha pospuesto la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio a pesar de protestas de ciudadanos, médicos y científicos -enfatizó el moderador-. En la Copa América se ofrece aplicar un régimen de burbuja y de pruebas constantes para evitar los contagios. Pero no sabemos si eso funcionará. Hay un precedente negativo: la final de la Superliga de Volibol de España, en la que el entrenador de la selección masculina enfermó de covid y casi muere. La burbuja no funcionó”. 

Los expertos advierten que, aunque no haya público en los estadios, el fútbol genera aglomeraciones en bares, fiestas callejeras y en casas de aficionados. El riesgo, según científicos brasileños, no es solo para Brasil, sino también para el resto del mundo, dada la posibilidad de que los visitantes lleven las variantes de la pandemia a otros países y continentes. 

“En conclusión, la Conmebol tiene una especie de dictadura en la región. De hecho, en Colombia, pese a todos los problemas, se ha seguido, por órdenes de esta organización, con los partidos de la fase de grupos de la Copa Libertadores. La Conmebol y la Federación Colombiana impusieron fechas y horarios para los juegos de equipos colombianos con otros de Argentina y Uruguay. Especialmente graves fueron los incidentes en Barranquilla y Pereira. En las afueras de los estadios hubo pancartas con frases como ‘Sin justicia no hay fútbol’. La Conmebol y los clubes actúan como si en Colombia no estuviera pasando nada. Lo que ocurrió fue lo que siempre denunció Diego Armando Maradona: que se mancharía la pelota. Ocurrió en esos casos y ocurrirá con la Copa América”, finalizó Pérez Pirela. 

Interacción

En su contacto con la audiencia, surgieron más opiniones adversas a la realización del torneo y condenatorias de la irresponsabilidad de Bolsonarom quien, según expresó un participante, se autoproclamó anfitrión. “En la FIFA están ciegos, sordos y mudos. No queremos la Copa en Brasil. Es un homenaje a la corrupción y un insulto al fútbol de América”, manifestaron otros usuarios.  

“Sería genial que los jugadores boicotearan la Copa”, acotó una persona. “Para eso deberían tener organización y conciencia política”, ripostó Pérez Pirela.  

“El fútbol es alegría y no estamos para eso”, dijo otro participante desde Brasil, la nueva sede de la Copa. 

(LaIguana.TV)