Los precios mundiales de los alimentos registraron en mayo pasado la mayor subida mensual en más de una década, comunicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

«El índice de precios de los alimentos de la FAO registró un promedio de 127,1 puntos en mayo, esto es, 4,8 puntos más que en abril y 39,7 puntos más que en mayo de 2020», declaró la agencia de la ONU. 

El valor es el más alto desde septiembre de 2011 y, en términos nominales, se sitúa apenas un 7,6% por debajo del máximo histórico, sobre todo, debido a un aumento repentino de los precios internacionales de los aceites vegetales, el azúcar y los cereales. 

En el apartado de los cereales, el índice de precios de la FAO subió un 6,0% con respecto a abril, empujado por el maíz que se disparó casi un 90% en cuestión de un año, si bien empezó a retroceder a fines de mayo. 

Los precios del trigo experimentaron en mayo un incremento del 6,8% en relación con el mes anterior; los aceites vegetales subieron un 7,8%; y el azúcar, un 6,8%, mayormente, debido a los retrasos en las cosechas y los recelos ante el menor rendimiento de los cultivos en el Brasil, el mayor exportador mundial de este producto. 

En el renglón de la carne y en el de lácteos, la subida fue más moderada, de un 2,2 y un 1,8%, respectivamente, en relación con abril.  

Producción mundial de cereales 

Mientras tanto, la FAO pronosticó una producción récord de cereales en el presente año. 

De acuerdo con la primera proyección que se dio a conocer este 3 de junio, la producción global de cereales alcanzará este año los 2.821 millones de toneladas, cifra que «supone un nuevo récord y un aumento del 1,9% respecto de 2020, debido principalmente al crecimiento anual previsto del 3,7% en la producción de maíz». 

La utilización mundial de cereales al cierre de las campañas agrícolas de 2021/22, según la FAO, crecerá un 1,7%, hasta los 2.826 millones de toneladas. Se incrementarán el consumo de cereales como alimento, debido al crecimiento demográfico global, y el uso de trigo como pienso. 

A partir de este pronóstico, la FAO estima que las reservas mundiales de cereales aumentarán un 0,3%, situándose en los 811 millones de toneladas. La subida pondría fin a tres años seguidos de contracción, si bien la agencia de la ONU prevé que la relación entre las reservas mundiales y la utilización de cereales se mantendrá a la baja hasta alcanzar un 28,1%. 

(Sputnik)