La gripe humana es acaso la infección viral de más alta transmisión en todo el mundo, pero las medidas biosanitarias adoptadas para frenar los contagios de COVID-19 desde inicios de 2020 parecen haber generado un efecto inesperado: la aparente desaparición de algunas cepas del virus de influenza humana, reporta el portal especializado en temas médicos STAT.

«Hay dos familias clave que causan enfermedades humanas, la influenza A y la influenza B. Actualmente, dos subtipos de virus de la influenza A se transmiten entre las personas, el H1N1 y el H3N2. Dentro de esos dos subtipos hay subclasificaciones o clados, y los virus H3N2 tienen más diversidad que el H1N1», explica esta fuente. Por su parte, del subtipo B se han identificado dos clados: el B/Victoria y el B/Yamagata.

Así, tras la aparición de la pandemia, los expertos sospechan que uno de los clados del H3N3 y el B/Yamagata pueden haber desaparecido, en tanto ninguno de esos linajes ha sido identificado desde marzo de 2020.

Sin embargo, Trevor Bedford, biólogo computacional de Fred Hutchinson Cancer Research Center en Seattle y Florian Krammer, experto en gripe de la Escuela de Medicina Mount Sinai en Manhattan son cautos y advierten «el hecho de que nadie lo haya visto no significa que haya desaparecido por completo» y que «el mundo es un lugar demasiado grande», respectivamente.

En todo caso, de comprobarse esta suposición, ello impactaría directamente en la producción de vacunas contra la gripe, que por la alta tasa de mutabilidad de los virus, deben ser modificadas anualmente.

Actualmente, cualquiera de los inmunizadores que se aplican contra esta afección ofrece protección tetravalente, es decir, incluyen una versión de los virus H1N1, H3N2 y los dos correspondientes al tipo B, si bien siempre se corre el riesgo de que la variante incluida en la vacuna no sea la que predomine durante la ola de infecciones, como ya ocurrió en la temporada 2018-2019.

«Trabajamos muy duro para obtener vacunas tetravalentes… y ahora, si realmente Yamagata ha desaparecido, entonces la (vacuna) trivalente estaría bien de nuevo”, dijo Ben Cowling, un experto en gripe de la Universidad de Hong Kong a STAT.

Empero, este científico también es escéptico acerca de la desaparición completa de la variante, una opinión que comparte Cécile Viboud, epidemióloga de la influenza en el Centro Internacional Fogerty de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.

Viboud estima que los virus podrían «estar circulando a niveles bajos» en aquellos sitios en los que no se aplicaron rigurosamente protocolos como el uso de mascarillas y la distancia social.

Por su parte, Bedford detalló que en un año típico, los científicos son capaces de secuenciar las secuencias genéticas de unos 20.000 virus de gripe, que posteriormente comparten en un repositorio conocido con el acrónimo de GISAD, a partir del cual se monitorea el comportamiento de la influenza y los coronavirus. En 2020, solamente se registraron 200 nuevas secuencias.

Durante un año típico, las secuencias genéticas de unos 20.000 virus de la gripe se registran en GISAID, un depósito utilizado por investigadores y funcionarios de salud pública para monitorear la evolución de la influenza y los coronavirus. Pero el año pasado, solo se cargaron 200, dijo Bedford.

A su parecer, esto es otra consecuencia directa de la pandemia, pues gran parte de los esfuerzos de investigación virológica se están dirigiendo hacia el SARS-CoV-2, aunque tampoco puede ignorarse que la transmisión del virus de la gripe se ha reducido drásticamente.

No obstante, el académico insistió en que esto no quiere decir que a pesar de los confinamientos, el uso de tapabocas y la adopción de la distancia social hayan impedido la aparición de brotes de gripe, pues estos se presentaron en China (B/Victoria), así como en África Occidental, Camboya y Bangladesh, que reportaron casos asociados al suptipo H3N3.

De su lado, Richard Webby, director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para Estudios sobre la Ecología de la Influenza en Animales y Aves en los Estados Unidos, alertó «que solo una parte de los virus de la gripe se someten a secuenciación genética, por lo que las predicciones sobre qué virus de la gripe pueden haber desaparecido se basan en lo que en las bases de datos se corre el riesgo de equivocarse», refiere STAT.

Webby matiza su alerta, señalando que es innegable que se ha producido una reducción en la diversidad genética de los virus de influenza que circulan y que «será interesante» observar en qué derivará este proceso durante los próximos años, si bien es de la opinión que los virus asociados al clado B/Yamagata «no se han ido», pues es habitual que algunos linajes asociados con este subtipo permanezcan «silentes durante un tiempo» para luego «reaparecer».

En el caso del H3N2 estima que la pandemia de coronavirus probablemente causó que este perdiera «un poco de su diversidad», lo que es beneficioso para las vacunas.

«Eso es genial. (…) Actualmente, cuando nos sentamos a hacer recomendaciones para las cepas de vacunas, siempre es el virus del dolor de cabeza. (…). Si tenemos que elegir un [subtipo] para perder diversidad, ese sería el indicado», agregó.

(LaIguana.TV)