La delegación #FreeAlexSaab denunció este sábado que guardias caboverdianos fuertemente armados, les impidieron el acceso al lugar donde se encuentra retenido ilegalmente el diplomático venezolano Álex Saab en la Isla de Sal, luego de haber intentado reunirse con el jefe de la policía local, reportó La Tabla.  

El medio reseña que el grupo, que está conformado por el obispo de Cabo Verde Felipe Teixeira, el político caboverdiano Pericles Tavares, Sara Flounders, del International Action Center y Roger Harris, del Task Force on the Americas, se había reunido previamente con el abogado de Saab y el embajador de Venezuela en Cabo Verde, Alejandro Correa Ortega. 

El representante de Caracas en Praia fue la primera persona que consiguió que las autoridades de Cabo Verde le autorizaran visitar al también empresario, si bien los encuentros están restringidos a una hora, tres veces por semana, lo que violenta las prerrogativas de las que dispone Correa como embajador.  

Desde el principio, la detención de Saab ha estado salpicada de irregularidades, pues fue retenido ilegalmente el 12 de junio de 2020, cuando su avión hizo una parada técnica para abastecerse de combustible y a pesar de que las autoridades de Venezuela notificaron rápidamente a sus pares de Cabo Verde que habían privado de libertad a un diplomático, estas hicieron caso omiso.   

José Manuel Pinto Monteiro, un abogado caboverdiano que se ha sumado a la causa por la liberación del representante venezolano, aseguró que Saab es un preso político al que se le han negado sus derechos fundamentales.  

El portal especializado venezolano sintetiza que «el Dr. Pinto describió las tortuosas condiciones a las que ha sido sometido Saab: el primer día de detención le pusieron una bolsa en la cabeza; estuvo aislado en una celda oscura y sin luz durante 23 horas al día durante siete meses; la celda con suelo de hormigón no tenía muebles». 

Saab dijo a Pinto que recibió amenazas de muerte en múltiples ocasiones y que en tres oportunidades, agentes de la prisión –uno de ellos con acento estadounidense–, le agredieron físicamente y le cortaron las muñecas con un cuchillo. El plan, asegura, era conseguir que aceptara ser extraditado a los Estados Unidos, donde una corte le acusa sin pruebas de lavado de activos.  

Finalmente, el abogado caboverdiano consiguió un permiso para visitar a Álex Saab en la prisión, pero no corrieron con igual suerte el oncólogo de Saab –padece cáncer y requiere atención médica que le ha sido negada por las autoridades caboverdianas–, su abogado personal, que procede de Colombia y un equipo jurídico de Reino Unido. A todos se les negó la entrada Cabo Verde.   

La Tabla apunta que se sospecha «que a la delegación se le permitió entrar en Cabo Verde porque [sus miembros] tienen pasaportes estadounidenses» y añade que «ciertamente, la presencia es conocida, ya que los medios de comunicación locales de televisión y radio los han buscado y entrevistado hoy». 

Adicionalmente, en lo que puede considerarse un acto de malabarismo jurídico, Praia puso a Saab bajo «arresto domiciliario» para eludir la sentencia del Tribunal la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que ordenaba su liberación inmediata. Con base en esto, negaron la solicitud de ‘habeas corpus’ introducida por su equipo jurídico, alegando que formalmente ya no está preso.  

El medio especializado en periodismo de datos abiertos aseveró que pudo comprobar «de primera mano que Saab sigue encarcelado, aunque ya no en las miserables condiciones anteriores». 

De acuerdo con el reporte obtenido por esta fuente, la delegación de emergencia logró llegar media manzana antes del lugar de detención, pues «la policía, fuertemente armada con armas automáticas y algunos con máscaras negras, los rechazó, mientras francotiradores igualmente vestidos y armados los observaban desde los tejados vecinos». 

Asimismo, en el trabajo periodístico se refiere que si bien Saab está detenido en un barrio «turístico», se encuentra «encerrado en un edificio de bloques de hormigón con un derecho de visita muy limitado».  

Además de su abogado y del embajador de Venezuela en Cabo Verde, su hermana y su cuñado consiguieron derechos de visita «muy restringidos», después de haber interpuesto múltiples alegatos.  

La Tabla precisa que, al menos de momento, Saab no puede ser extraditado de inmediato, porque su caso reposa ahora en la Corte Constitucional de Cabo Verde, aunque advierte que «el tiempo se agota rápidamente».  

«A menos que se ejerza presión internacional sobre los gobiernos de Estados Unidos y Cabo Verde, Saab será enviado a Estados Unidos para ser acusado. Su único ‘delito’ fue intentar comprar alimentos, medicinas y combustible para el pueblo de Venezuela, asfixiado por las sanciones ilegales de Estados Unidos», concluye el medio. 

(LaIguana.TV)