El presidente del Parlamento de Israel, Yariv Levín, fijó el acto de toma de posesión donde debe ratificarse la formación del nuevo «Gobierno del cambio» para el domingo 13 de junio, mientras el aún primer ministro, Benjamín Netanyahu, busca maneras de impedir la creación de un Ejecutivo que lo desbancaría.

Esta ceremonia es un evento clave en el que se debe debatir y realizar una votación final para la aprobación del nuevo Gobierno, tras lo que los cargos que lo integran deben prestar juramento.

El jefe de la oposición israelí, el centrista Yair Lapid, llamó por la noche al presidente de Israel para anunciarle que consiguió los apoyos necesarios para una coalicion que pondrá fin al gobierno del primer ministro más longevo del país. Lapid, que tenía hasta las 11:59 p. m. (hora israelí) de plazo, realizó este anuncio después de formalizar durante la noche el apoyo de los partidos de derecha y la formación árabe Raam a su futuro gobierno, indicó su oficina.

De ratificarse la nueva coalición, formada por ocho partidos de la oposición de todo el espectro ideológico -desde extrema derecha a la izquierda, incluyendo un partido árabe-, ésta acabaría con más de dos años de bloqueo político y echaría del poder a Netanyahu tras 15 años acumulados como primer ministro, los últimos doce consecutivos.

Desde que los partidos del bloque anti Netanyahu anunciaron un pacto de coalición la semana pasada, la tensión e incertidumbre políticas han permanecido altas: la oposición solo tiene una mayoría mínima de 61 escaños en un Parlamento de 120, y la pérdida de apoyo de un solo diputado podría echar a perder todos los progresos alcanzados.

Este es uno de los flancos débiles que Netanyahu busca aprovechar: desde hace días intenta atraer a posibles diputados tránsfugas entre partidos derechistas del bloque opositor para frustrar la creación del Ejecutivo, aunque no consta que por ahora convenciera a ninguno.

El aún primer ministro también ha sido acusado de tener un discurso inflamatorio contra sus opositores que ha calentado ánimos entre sus partidarios derechistas, que los últimos días protestaron frente a las casas de parlamentarios de derecha del bloque opositor para presionarles para que se cambien de bando.

Según anunció hoy Levín en un comunicado, en la sesión plenaria especial del domingo se votará también al presidente del Parlamento, y se prevé que la oposición postule a su propio candidato.Levín es miembro del partido Likud de Netanyahu y uno de sus estrechos colaboradores, y, según analistas, buscó dilatar varios días la convocatoria de la toma de posesión para dar más tiempo a Netanyahu para maniobrar e intentar tumbar la nueva coalición.

Con todo, según aseguró hoy Tzahi Hanegbi, ministro de Asuntos Comunitarios en funciones y otro de sus aliados en el Likud, Netanyahu no ha renunciado a impedir la creación del nuevo Gobierno y lo seguirá intentando «hasta el último momento».

(EFE)