Una nueva jornada de represión por parte de la fuerza pública se registraba la noche del miércoles en varias ciudades de Colombia, con un saldo preliminar de un asesinado y más de medio centenar de heridos, en el día número 43 del Paro Nacional que está en marcha en el país suramericano.

Elementos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional lanzaron gases lacrimógenos contra manifestantes en el sector de Andrés Sanín en la ciudad de Cali, en el suroccidente colombiano, con un saldo de al menos una persona muerta y más de 35 heridos, de acuerdo con medios locales de comunicación.

En la ciudad de Medellín, en el noroccidente colombiano, se realizó este miércoles una movilización que en horas de la noche fue reprimida por las fuerzas de seguridad, con un primer saldo de 23 heridos, la mayoría por quemaduras, laceraciones y asfixia, según reportó en Twitter el medio Colombia Informa.

En el sector de Yomasa, en el sur de Bogotá, la capital del país, la fuerza pública arremetió contra la población que protestaba, con un saldo de varios heridos, según denuncias de la comunidad.

La Red contra el abuso de autoridad (@RedAbuso) denunció, por su lado, que en horas de la noche la misión médica instalada en inmediaciones del Portal Américas, también en Bogotá, fue agredida con disparos.

Actos represivos también se escenificaron en la zona capitalina de Suba y en centros urbanos de Popayán, Pasto, Bucaramanga, entre otros sectores colombianos.

Durante el transcurso del miércoles, más temprano, se desarrolló una amplia jornada de movilización, donde Bogotá fue escenario del encuentro de varios sectores que exigen al gobierno del presidente Iván Duque poner fin a la represión de las protestas sociales.

En el país se encuentra, hasta este jueves, una misión de un organismo internacional de derechos humanos que recopila información de las múltiples denuncias ciudadanas de violencia por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.

El presidente colombiano, por su parte, afirmó en su cuenta de Twitter que “los bloqueos atentan contra los derechos humanos y debemos rechazarlos. Algunos quieren instituir esta práctica como mecanismo de presión. Los que con bloqueos buscan atraer la atención del Estado, someten al mismo Estado y a la sociedad a un proceso de extorsión”.

(teleSUR)