Este jueves, el expresidente boliviano Evo Morales congratuló a Pedro Castillo por la victoria alcanzada en los comicios presidenciales de Perú y le sugirió no confiar en la Organización de Estados Americanos (OEA) ni en su secretario general, Luis Almagro.

«Desde mi experiencia, sugiero al compañero Castillo no confiar en la OEA ni en Luis Almagro. Todas las instituciones y la comunidad internacional deben respetar el resultado de la voluntad soberana del pueblo peruano», escribió el exmandatario en Twitter.

Con su experiencia, Morales aludía al golpe de Estado que orquestara la OEA en su contra en 2019, a pesar de que, confiado en las instituciones, permitió el ingreso de la misión de observación electoral que, bajo directrices de la Casa Blanca, difundió un informe en el que se aseguraba falsamente que el partido Movimiento Al Socialismo (MAS) había perpetrado un fraude electoral, con lo que se construyó discursivamente una justificación para su derrocamiento y la posterior imposición de Jeanine Áñez como gobernante de facto.

En conversación con Miguel Ángel Pérez Pirela para su programa Desde Donde Sea, el líder boliviano detalló que la OEA prometió al entonces canciller de Bolivia, Diego Pari, que entregaría el informe el 13 de noviembre, pero, sorpresivamente, el jefe de la misión se comunicó con los altos representantes gubernamentales en la madrugada del 10 de noviembre, tras lo cual Morales, Pari y el ministro de Justicia de ese momento, Héctor Arce, se reunieron con él en la terminal presidencial del aeropuerto de El Alto.

El expresidente contó a Pérez Pirela que una vez conocido el contenido del informe, comprendió que era el preludio de un golpe de Estado y exigió hablar con Almagro, una solicitud a la que el representante de la OEA no accedió.

Asimismo, alertó al funcionario que si el documento se divulgaba, tendría que correr con la responsabilidad de la conmoción nacional y con los muertos que habría, pero este no se detuvo y continuó con el plan.  

«Personalmente creo que las instituciones que tiene el pueblo, deben defender al pueblo, pero ahora nos damos cuenta que la OEA no responde al pueblo. No sé si hay que hacer alguna reforma», reflexionó Morales, quien aprovechó la ocasión para contraponer el rol de la OEA con el de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), mecanismo de integración del que no hacen parte ni Estados Unidos ni Canadá.

«Me acuerdo perfectamente después de que la fundamos en México (…), aprobamos el acta constitutiva de Celac y después de una semana, me llamó Fidel [Castro]. Hablamos casi una hora por teléfono. Me dijo: ‘cuiden eso. Esto soñé hace casi 50 años. Ahora tenemos a una América Latina y al Caribe liberados’. Pero hay que integrarnos más. Vuelven algunos presidentes de derecha en América Latina y otra vez en el congelador a la Celac. Nuestra obligación es retomar, levantar la Celac respetando nuestras ideologías», agregó.

En su opinión, se trata de una «batalla contra el Imperio» –el gobierno estadounidense– y lo que le sucedió permite demostrar nuevamente «que la OEA es el mejor instrumento del Imperio para la dominación, para la intervención en los países de América Latina».

De otro lado, las alertas de Evo Morales parecen cobrar todavía más relevancia en el contexto en el cual Castillo se erigió presidente, pues se impuso a su rival, Keiko Fujimori, por una estrecha ventaja de poco más de 70.000 sufragios, un hecho que ha sido aprovechado por ella para avanzar la idea de que fue víctima de un fraude electoral y de lo que se ha valido para solicitar la impugnación de unas 280 actas, que equivalen aproximadamente a 200.000 votos.

Por su parte, la Oficina de Procesos Electorales (Onpe) de Perú, rechazó categóricamente las denuncias de Fujimori y aseguró que las votaciones habían sido transparentes.

(LaIguana.TV)