La crisis migratoria que sacude el mar Mediterráneo vivió un fin de semana de récord en el rescate de personas frente a las costas de Túnez y Libia por parte de organizaciones de derechos humanos, trascendió este lunes en un comunicado de la agencia de la ONU para los refugiados.

Varias embarcaciones con más de 110 inmigrantes fueron interceptadas por las autoridades de Túnez frente a sus costas en el mar Mediterráneo durante el fin de semana, de acuerdo a un comunicado del ministerio de Defensa del país norafricano, quien dio cuenta que habría entre ellos cuatro niños uno de ellos apenas tenía un año.

Ello sucedió el mismo fin de semana en el cual cerca de un millar de personas que navegaban a la deriva en botes fletados y abandonados en el mar por las mafias que operan en Libia fueron interceptados y retornados de inmediato a este país, pese a ser considerado un lugar «no seguro», según un comunicado en este caso de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur).

Según la organización especializada de la ONU, se trata de la mayor operación de retorno en un solo día ocurrida en lo que va de año en Libia, núcleo de la llamada «ruta migratoria del Mediterráneo Central», una de las más activas y letales del mundo.

Los migrantes, procedentes de diferentes países de Sahel y el África subsahariana, pero también de Oriente Medio y Asia, fueron interceptados por tres patrulleras en Trípoli y dos en la ciudad de Zawiya, próxima a la frontera y uno de los principales centros operativos de las mafias locales que se lucran desde hace años con el tráfico de personas.

El millar de migrantes se suman a los más de 200 interceptados desde el viernes por patrulleras libias en la costa oeste, centro de operaciones de las distintas mafias que se lucran con el tráfico de personas.

Safa Msehli, portavoz de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) para Libia dijo al respecto «al igual que le ha ocurrido a otras 11.000 personas este año, han acabado presos en condiciones terribles, expuestos a la extorsión y el abuso».

Un total de 615 personas, en su gran mayoría procedentes del Sahel y otros países del África Subsahariana, fueron interceptadas en la primera semana de junio en aguas del Mediterráneo cuando trataban de viajar a Europa desde playas de Libia.

(Telesur)