La Organización No Gubernamental Sures, cuya labor se enfoca en el estudio y defensa de los derechos humanos con enfoque crítico, presentó un informe elaborado a partir de un análisis estadístico sobre datos de agencias internacionales, con el que se da al traste con la matriz de opinión según la cual Venezuela protagoniza la crisis de refugiados más importante de la región y hasta del mundo, pues incluso se la compara con la que ha dejado la guerra en Siria.

El reporte, que fue difundido en el portal de Sures, destaca que «más allá del manejo político y mercantilista de las cifras de las migraciones venezolanas, existen unas cifras oficiales sobre este fenómeno que son de gran utilidad para mostrar que en Venezuela no existe una ‘crisis de refugiados’, ni mucho menos la situación de los refugiados venezolanos en el mundo puede ser objeto de alarma».

Asimismo, el ente asegura que este trabajo también permite comprobar que la crisis de refugiados que falsamente se atribuye a Venezuela la padecen otros países de América Latina, incluso «a escalas extraordinarias», naciones como Colombia, aunque ello sea convenientemente ocultado.

¿Qué datos utilizó Sures y qué indican esas cifras?

Como material base para el análisis, la ONG refiere que empleó los datos publicados por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) de 2019 y la información actualizada hasta el 5 mayo de 2021 por la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).

En este caso, se precisa que las cifras incluyen a «las personas venezolanas con estatus de residentes legales, las solicitantes de asilo y las reconocidas como refugiadas en cada país de destino migratorio».

Además, Sures aclara que la R4V indica que las cifras oficialmente reportadas por cada gobierno «no necesariamente implica identificación individual, ni registro de cada individuo…», lo que, reconoce, supone una debilidad metodológica, pues «al no contarse con una identificación adecuada, cada individuo puede ser cuantificado numerosas veces, tantas como cruce fronteras», dato de relevancia cuando se analizan los movimientos migratorios entre países vecinos o próximos, «en donde se registra una dinámica permanente de movilidad humana por las más diversas razones».

R4V también señala que «como muchas de las fuentes de los gobiernos no toman en cuenta a venezolanos sin un estatus migratorio regular, es probable que el número total sea más alto», mas Sures matiza que si bien no es un aspecto que deba ser dejado de lado sin más, «también es cierto que las cifras de personas con estatus migratorios irregulares son meras estimaciones, más dudosas cuanto más cercano sea el país a Venezuela, debido a los múltiples pasos irregulares, así como a la dinámica fluida que se ha mantenido durante años, y que ni siquiera la pandemia de la COVID-19 ha podido ralentizar».

De lo anterior se desprende que aunque es cierto que los «migrantes irregulares podrían ser más, también podrían ser menos», muy especialmente si se considera que, como antes se apuntó, existe la posibilidad cierta de que sean computados varias veces debido a la ausencia de un mecanismo eficaz de identificación de personas.

Por su parte, en lo que se refiere a los datos procedentes de la División de Población de las Naciones Unidas, adscrita al Departamento de Asuntos Económicos, se detalla que esta instancia publica desde 1990 informes bianuales en los que se reporta la cantidad de migrantes en todo el mundo, atendiendo a la edad, sexo y procedencia, correspondiendo el último cómputo a 2019.

¿Cuántos venezolanos han salido del país?

Siguiendo siempre lo registrado por R4V, Sures puntualiza que «se afirma que hay un total de 5.643.665 personas de origen venezolano fuera de su país», pero subraya que vale la pena puntualizar «cuántas de estas personas han sido realmente cuantificadas y cuántas son meras estimaciones realizadas por las distintas agencias».

En este orden, señala que aunque en la base de datos de R4V se indica que se han otorgado 2.648.603 permisos de residencia legal, la cifra, según esta misma fuente, se compadece con permisos y no con personas, por lo que lejos de resultar confiable, el dato siembra dudas acerca de su precisión real, puesto que, sostiene la ONG venezolana, «en algunos países pueden estarse incluyendo permisos no vigentes», «de personas que ya no estarían en esos países» e inclusive, podría suceder que a una misma persona se le hayan otorgado varios permisos, ello en razón de probables renovaciones o cambios de estatus migratorio.

«En qué medida afecta esto la suma total de personas, es una incógnita, pero definitivamente la aclaración nos indica que las personas venezolanas en los países mencionados con estatus legal son necesariamente más bajas que lo reportado», añade Sures, a lo que se agrega que en esta contabilidad no están considerados todos los países que albergan a venezolanos, mas sí aquellos que concentran a la mayoría de los migrantes procedentes de Venezuela.

¿En qué países hay más venezolanos residiendo legalmente?

La lista de países con mayor cantidad de venezolanos residiendo legalmente en su territorio la encabeza Colombia (720.211). Le siguen Chile (610.035), Perú (465.858), Argentina (251.200), Ecuador (202.489) y Brasil (145.462), mientras que el tramo final lo completan Panamá (77.425), México (42.763), Uruguay (19.171), Trinidad y Tobago (16.523), Guyana (11.881), República Dominicana (7.946), Bolivia (3.922), Paraguay (2.654) y Curazao (1.291).

¿Cuántos venezolanos han solicitado asilo y en qué países?

Sures precisa que «los solicitantes de asilo suman 841.086 personas, pero en este punto es necesario señalar que se estima que la mayoría de estas solicitudes no serán aceptadas, y que posiblemente la residencia de estas personas se resuelva de otra manera, bien legal o ilegal».

En el documento se comenta que estos serían los casos de Colombia y los Estados Unidos, pues allí están vigentes estatutos temporales de permanencia aprobados recientemente, con lo que «se prevé que las personas que soliciten asilo o refugio se vean obligadas a acogerse al estatus de protección ofrecido, o bien, lo elijan por considerarlo más ventajoso».

Otro aspecto a destacar es que en la región no rige una legislación común sobre las migraciones, sino que hay importantes diferencias entre los países, aspecto que permite explicar por qué, por ejemplo, las solicitudes de asilo en Perú suman 532.303, mientras que en la vecina Colombia alcanzan las 14.839. 

¿Crisis de refugiados de Venezuela o de Colombia?

En el informe se menciona que «con respecto a las personas de origen venezolano que han obtenido el estatus de refugio, de acuerdo con la Plataforma, hay un total de 158.517 personas reconocidas como refugiadas», al tiempo que la mitad de la solicitudes de asilo las registra España, que reporta 75.640 refugiados, mas en esta categoría se incluyen tanto a los que se reconozcan como tales según la Convención de 1951 (0,1%) como a los que se les haya otorgado tal estatus por «razones humanitarias» (99,9%).

Esta precisión es importante, porque si se siguen los parámetros del Derecho Internacional, resulta que «la verdadera cifra de refugiados venezolanos en España es de 756 personas aproximadamente», sintetiza Sures.

La diferencia, aclara, viene dada porque en 2019 el gobierno español dictó una normativa «que permite otorgar un estatus de protección a toda persona venezolana, sin evaluar si cumple con las condiciones requeridas por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, por lo cual bien podrían ser considerados como residentes legales y no como refugiados, de manera que el total de refugiados en total descendería a 83.633,4 personas aproximadamente».

En América de Sur, y pese a lo sostenido por los gobiernos de países como Colombia y Chile, que han configurado una narrativa en torno a la noción de «crisis de refugiados en Venezuela, las cifras del DAES dan cuenta de una realidad muy diferente: en Chile se le ha otorgado refugio a 10.346 personas, independientemente de su nacionalidad (1,1% del total de migrantes) y en Colombia lo han hecho 8.396 personas (0,7%).

En el caso de los migrantes venezolanos, Sures apunta que 444 personas residen en Colombia bajo condición de refugiados y apenas 14 lo hacen en Chile.

En el resto de América Latina, los países que en términos proporcionales albergan mayor cantidad de refugiados son Ecuador (27,3%), Perú (25,1%), Trinidad y Tobago (13,5%), Brasil (11,9%) y Venezuela (9,0%).

El documento detalla que «en el caso de Ecuador en 2021 apenas reportó 416 personas refugiadas de nacionalidad venezolana, por lo que es de suponerse que casi todos los refugiados en Ecuador son de nacionalidad colombiana, al igual que la gran mayoría de las personas que todavía, a pesar de todo, se refugian en Venezuela huyendo de la guerra interna en Colombia».

De esta manera, los refugiados procedentes de Colombia superan «en casi 70.000 personas a las personas de origen venezolano, aun contando las cifras declaradas por el gobierno español» y si se excluyeran «los casos de permanencia especial en España, la cantidad de refugiados colombianos» sería superior, «en solo dos países, en más de 144.000 personas a la cantidad de personas refugiadas venezolanas a nivel mundial».

Con base en lo anterior, que además se basa en fuentes oficiales de Naciones Unidas, Sures señala sin ambages que «se podría argumentar que la crisis de refugiados más importante del continente sigue siendo la de Colombia, y no la de Venezuela», asunto que no varía si se incluyen las cifras de España, siguiendo lo establecido en la Convención de 1951.

Consideraciones finales

Los datos utilizados para la elaboración del informe, permiten concluir «que en Venezuela no existe una crisis de refugiados, ni mucho menos que es la más escandaloso que se puede verificar en este siglo luego de la Siria», sostiene Sures.

Asimismo, la ONG destaca que más allá de las incongruencias presentes en los datos de la R4V y las dificultades metodológicas que ello entraña, no quedan dudas de «que la proporción de personas refugiadas dentro del cuadro general de la migración venezolana resulta a todas luces irrelevante desde el punto de vista estadístico».

Aun asumiendo como cierto que han migrado 3.648.206 personas de origen venezolano –una cifra que incluye a residentes legales, refugiados y solicitantes de asilo–, la proporción de refugiados es de 4,35%.

El porcentaje es todavía más bajo (2,81%) si se considera verosímil la estimación que asegura que unas 5.643.665 personas han abandonado el país, pues en ella se incorporan a los migrantes irregulares o no registrados.

Otro tanto sucede, destaca Sures, si se resta de este total a las personas que han recibido beneficios migratorios en España y que de ninguna manera podrían ser catalogadas como refugiadas, ello en razón de lo estipulado en la legislación internacional.

Sures subraya que «con la información disponible se puede afirmar que existe una crisis de refugiados en el continente americano en Colombia, pues se reconocen más de 220 mil personas colombianas con esta condición solo entre quienes residen actualmente en Venezuela y Ecuador, superan claramente a las personas refugiadas venezolanas que no llegan a 160 mil personas».

Adicionalmente –y a contrapelo de todo el relato dominante–, Venezuela «alberga más personas refugiadas que el resto de los países de América Latina y el Caribe, y también España, con la única excepción de Perú, en donde parece haber razones particulares para preferir este tipo de estrategia para regularizar migrantes».

Desde otro ángulo, la organización especializada en temas de derechos humanos hace hincapié en que ante la imposibilidad de sostener la supuesta «crisis de refugiados» procedentes de Venezuela, se ha producido un cambio en la narrativa, que ahora prefiere hablar de «desplazados» y de «crisis de desplazamiento», si bien no se cesa de «insinuar que en realidad muchas de las personas migrantes venezolanas podrían solicitar la condición de refugiados, pero por alguna razón no la solicitan, y optan por otras formas para la obtención de una residencia legal».

Finalmente, y sin dejar de lado el inocultable e inédito fenómeno migratorio que ha atravesado Venezuela durante los últimos años, Sures asegura que «no cabe duda que la narrativa de la crisis de los refugiados dada para la población venezolana emigrada se sustenta en razones exclusivamente políticas, y se ha mantenido por la presión de actores políticos con escaso interés en contribuir a lograr una resolución y gestión al proceso de movilidad humana que vive nuestro país».

A continuación el documento íntegro de Sures:

(LaIguana.TV)