El pasado 6 de junio, más de 25 millones de peruanos fueron convocados para elegir al nuevo presidente de su país. Sin embargo, a 12 días de este proceso aún no se oficializa a quién se le adjudica la primera magistratura, pese a que el candidato Pedro Castillo aventaja (50,12 %) a su rival, Keiko Fujimori (49,87 %).

La fracción Fuerza Popular, partido de Fujimori, continúa en su afán de presentar quejas ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) para obstaculizar la fase final e impedir que se proclame al —de acuerdo con las cifras de este organismo—  triunfador de la tolda de izquierda Perú Libre. 

A través de Twitter, circulan denuncias que dan cuenta sobre las acciones de Fuerza Popular, quienes alegan “quejas por denegatoria de apelación (que son inimpugnables) a jurados”,  lo que representa un evidente cuestionamiento para no reconocer los resultados.

Pretenden “empapelar el sistema electoral”, a su vez que exintegrantes de las Fuerzas Armadas de Perú llaman a golpe de Estado.

Fujimori ha señalado presuntos «fraudes» en ciertas actas electorales y desde el pasado 14 de junio solicitó a la ONPE que realice una auditoría informática de la digitalización de estas actas.

Además, sus aliados asomaron pedir la nulidad de los sufragios. No obstante, especialistas alertan que este planteamiento es ilegal y estos sabotajes constituyen delitos.

Castillo exhortó al pueblo a mantenerse alerta, porque se pudieran estar fraguando planes golpistas contra la democracia. 

(LaIguana.TV)