La decisión definitiva de irrumpir en las aguas territoriales de Rusia en el mar Negro fue tomada por el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, aseguran los medios de ese país.

Según el periódico The Telegraph, el ministro de Exteriores del país monárquico, Dominic Raab, había expresado sus temores debido a los planes del titular de Defensa, Ben Wallace, de enviar un buque de guerra por esa ruta.

«El asunto fue puesto en manos de Downing Street para que el primer ministro tomara una decisión definitiva. El destructor HMS Defender recibió las instrucciones pertinentes el lunes», desvela el diario.

El medio indica que el debate por parte del Gobierno demuestra que la misión era arriesgada.

A mediodía del 23 de junio, el destructor británico HMS Defender se adentró tres kilómetros en las aguas territoriales de Rusia pese a las advertencias de la Guardia Costera. Un caza Su-24 tuvo que lanzar cuatro bombas en el camino del buque intruso para expulsarlo de esa zona. El barco británico abandonó raudamente el área.

Si bien el Gobierno británico negó que se hubieran producidos los disparos de advertencia, las fuerzas rusas mostraron un vídeo que los confirman. Los periodistas británicos que iban a bordo del HMS Defender también corroboraron esos disparos.

(Sputnik)