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“Lo ocurrido en Colombia es un cambio de escenario político, aunque no se haya logrado derrotar a las fuerzas hegemónicas. Independientemente de que Iván Duque será el presidente de Colombia durante los próximos cuatro años, estas elecciones marcan un punto de inflexión, un punto de quiebre en la historia colombiana”, considera el politólogo Alejandro Fierro, analista del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).

 

En declaraciones desde Bogotá para LaIguana.TV, Fierro expresó que “por primera vez, una propuesta netamente progresista alcanza ocho millones de votos. En el pasado, lo más alto que había llegado un candidato alternativo había sido los tres millones y medio de Antanas Mokus”.

 

Para el experto, estamos en presencia de un deslizamiento de la hegemonía. “En primer lugar, el proceso de paz ha supuesto un cambio de mentalidades, un deseo de finiquitar los modos de hacer política de los últimos sesenta o setenta años. Hay una nueva generación,  joven, urbana, con mayor calificación que sus padres, que quiere pasar página. Están cansados, hartos de la Colombia del conflicto, del enfrentamiento permanente entre Estado y guerrilla”, dijo.

 

Para Fierro lo ocurrido este domingo es una excelente noticia porque en el pasado en Colombia siempre se había escogido entre derecha y derecha, mientras en esta ocasión, por primera vez, se ha votado masivamente por un proyecto de izquierda, aunque no haya ganado. “Hasta ahora habían sido siempre caras diferentes con un mismo proyecto. Esta vez eran caras diferentes y un proyecto diferente”, enfatizó.

 

Ganadores y perdedores

 

Fierro analizó lo ocurrido con cada uno de los actores principales de este momento político colombiano. Comenzó, lógicamente, por el presidente electo, Iván Duque. “Habrá que ver qué tanto se despega de la sombra de Álvaro Uribe Vélez. Él ha tratado de hacerlo, pero no lo ha conseguido. En el inconsciente colectivo sigue prevaleciendo la idea de que será Uribe quien gobernará en la práctica”, observó. 

 

El analista anticipó que no cabe pronosticar muchas novedades respecto a los últimos gobiernos. “En materia económica se espera que profundice el modelo neoliberal, el mismo que ha convertido a Colombia en uno de los países más desiguales del mundo. Ese modelo ha hecho retroceder la economía a tiempos de la colonia, a un esquema extractivista primario dependiente del exterior. De cada diez dólares que exporta Colombia, ocho son materias primas no procesadas, sin valor agregado, mientras de cada diez dólares que importa, ocho son en productos manufacturados de alto valor agregado”.

 

También se espera que Duque acentúe la política de suscribir tratados de libre comercio, los que ya prácticamente han liquidado la industria nacional. “En 1970, la industria generaba 25% del PIB, mientras en 2018 solo representa 11%. No hay industria y por eso el empleo es precario y de baja calidad”, acotó.

 

En lo internacional, con la victoria de Duque, Colombia seguirá siendo principal aliado de Estados Unido, ahora con el efecto adicional de la incorporación del país vecino a la Otan. “Veremos cómo enfrenta la relación con Venezuela, si se empeña en acentuar la confrontación o en buscar puntos de entendimiento”, dijo Fierro. 

 

En lo referente al proceso de paz, recordó que durante la campaña, los uribistas le bajaron un poco la intensidad a sus cuestionamientos al decir que lo revisarían, pero que no lo harían trizas. Según Fierro, falta ver qué harán en la práctica ahora que tienen el control directo del Gobierno.

 

Fierro analizó también el desempeño del candidato vencido, Gustavo Petro. “Ha sido una sorpresa tremenda. Él  y los demás dirigentes de esta corriente deben demostrar que son capaces de mantener  la opción de izquierda que se ha construido en estas elecciones. Si superan la tentación se las rivalidades, lo lograrán. En rigor, Petro es el llamado a encabezar ese esfuerzo para consolidar el voto progresista. Él ha dicho que se organizarán para hacer una oposición racional. Nos esperan situaciones muy apasionantes en Colombia. Hay que seguir muy de cerca este nuevo escenario”, puntualizó.

 

Para el integrante del Celag, los grandes derrotados del proceso electoral colombiano fueron, en primer lugar, los representantes de la política tradicional, las maquinarias de los grandes partidos. “·En términos individuales, un gran perdedor fue Germán Vargas Lleras (el candidato que tenía el apoyo del presidente Juan Manuel Santos en la primera vuelta) quien solo obtuvo 7% de los votos. También perdieron Sergio Fajardo y Humberto de la Calle, quienes lograron buenas votaciones en la primera vuelta, pero propugnaron el voto en blanco en la segunda y con ello cometieron un grave error, no interpretaron el momento histórico que vivía Colombia, no quisieron que el país cambiara –dijo-. Ellos tenían, entre los dos, cuatro millones y medio de votos, pero los votos en blanco no llegaron a 500 mil, así que es claro que quienes votaron por ellos en la primera vuelta, no les hicieron caso para la segunda”.

 

(LaIguana.TV)