Se llama Mary McCarthy, es empleada de cocina de un hospital de Nueva Zelanda, y sufría dolores en el lado derecho de la nariz. Pero a lo largo de los años, la mujer se acostumbró a la incomodidad y aceptó el hecho de que no podía respirar con normalidad.

Sus problemas con la respiración se empeoraron en 2020 cuando la pandemia de coronavirus se extendió por todo el mundo. Así, por trabajar en un hospital, McCarthy se realizó una prueba de PCR nasal en octubre pasado.

Después de aquel hisopado, sintió dolor durante varios días y luego comenzó a desarrollar graves problemas sinusales. “Mi nariz goteaba constantemente y tenía mucho dolor”.

“Afortunadamente, la enfermera y el médico creyeron que era más que dolor en los senos paranasales”, señaló la mujer, agregando que le preguntaron si alguna vez se había metido algo en la nariz.

(Agencia)