Según fuentes oficiales de Washington, este domingo 27 de junio el Ejército de los Estados Unidos bombardeó instalaciones de almacenamiento operativo y de armas de milicias proiraníes apostadas en la frontera entre Irak y Siria. 

En ocasión de esta nueva incursión militar, el comunicador y filósofo Miguel Ángel Pérez Pirela presentó en su programa Desde Donde Sea un análisis en caliente de este incidente, aparejado con un recuento de las acciones bélicas emprendidas por Washington desde hace 20 años. 

El más reciente bombardeo de Estados Unidos a Siria

Este lunes el departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró que sus aviones de guerra bombardearon instalaciones en la frontera entre Siria e Irak que aparentemente usan milicias apoyadas por Irán, refirió el analista.

A este respecto recuperó un comunicado publicado por el Pentágono en su sitio web, en el que se precisa que «las Fuerzas Armadas de Estados Unidos lanzaron ataques aéreos contra objetivos en la frontera entre Siria e Irak que utilizan los grupos armados apoyados por Irán».

La excusa para esta nueva arremetida, agregó, es que aparentemente estos grupos armados efectúan ataques con drones contra las tropas y las bases estadounidenses en Irak.

Empero, las autoridades estadounidenses reconocieron que se trata de «ataques preventivos» y no están motivados por ninguna acción del bando al que la Casa Blanca ha marcado como enemigo, es decir Irán.

Comentó, asimismo, que el portavoz del Pentágono, John Kirby, explicó en el comunicado que, por orden del presidente Joe Biden, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo bombardeos «de precisión» de carácter defensivo contra instalaciones presuntamente utilizadas por grupos armados respaldados por Teherán.

«Los intereses estadounidenses en Irak han sido objeto de repetidos ataques en los últimos meses y Estados Unidos ha culpado constantemente a facciones iraquíes vinculadas a Irán de los ataques con cohetes y de otro tipo contra las instalaciones iraquíes que albergan a su personal», añadió.

Según Kirby, puntualizó el analista, las «acciones militares» autorizados por Biden se basarían en estos supuestos ataques y perseguirían como propósito interrumpirlos y disuadir a sus ejecutores

Irán: No nos interesa aumentar las tensiones en la región

Con referencia a la reacción de Irán, Pérez Pirela extrajo fragmentos del artículo «Irán acusa a Estados Unidos de alterar seguridad de la región con bombardeos» publicado en el portal de LaIguana.TV, en el que se precisa que el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, dijo este lunes que las incursiones estadounidenses en Siria e Irak forman parte de su arrogancia y se destaca que «Washington debe darse cuenta de que está en el camino equivocado y que ‘aumentar la tensión en la región no es de su interés'».

Así, comentó, Khatibzadeh advirtió: «Aconsejamos a la nueva administración estadounidense que cambie su curso, deje de crear una crisis y problemas para los pueblos de la región, y permita que los pueblos de la región decidan su destino sin su interferencia».

Siria reporta muertes de civiles y milicias en irak informan de bajas de militares

Por otro lado, mencionó que Siria, el país agredido, informó que un niño murió y otros tres civiles resultaron heridos en un bombardeo, pese a que Estados Unidos pretendió justificar esta nueva agresión con un ataque a depósitos de armas, mas, de acuerdo con Sana, la agencia oficial siria, que cita fuentes locales, indicó que la acción se produjo sobre la 1:00, hora local en las áreas rurales de Al Bukamal y aseguró que un menor había perdido la vida en el bombardeo. 

Asimismo, la coalición paramilitar proiraní confirmó que varios de sus combatientes del Hashed Al Shaabi en Irak murieron en ataques aéreos llevados a cabo la víspera por Estados Unidos y amenazó con «vengar (a sus) mártires». 

Concretamente, puntualizó el filósofo venezolano, en un comunicado suscrito por Ahmed Al Mawsawi, comandante de la milicia iraquí que forma parte de la agrupación progubernamental Multitud Popular, dicta: «Aviones estadounidenses llevaron a cabo un ataque aéreo cuyo objetivo fueron sedes de la multitud popular y la brigada 14 en la frontera iraquí (…) y que causó el martirio de un número de combatientes».

En el mismo texto, completó, la Milicia aseguró que espera «una señal de la comandancia general (iraquí) para responder» y vengarse. 

Las justificaciones de Washington

En el orden de las justificaciones de los funcionarios del departamento de Estado, la cadena de televisión estatal Syria reportó que la base militar estadounidense ubicada en la zona del yacimiento petrolífero de Al Omar, en la provincia siria de Deir Ezzor (oeste), sufrió un ataque de cohetes y de acuerdo con fuentes locales, aviones militares estarían sobrevolando la zona.

Por otra parte, relató Pérez Pirela, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken dijo que con el ataque aéreo en la frontera se pretendía enviar «un mensaje muy importante y muy firme» y que esperaba que hubiera «sido recibido». 

Empero, Irak, el otro país atacado, sostuvo que el bombardeo era «inaceptable» y constituía una violación a su soberanía. 

¿Biden es menos violento que Trump?

Miguel Ángel Pérez Pirela destacó que, aunque los medios de comunicación han pretendido vender la idea de que el actual mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, es más pacífico que su predecesor, eso no corresponde con la realidad. 

A estos efectos, refirió que el primer bombardeo bajo el mandato de Joe Biden fue el 25 de febrero de este año, apenas un mes y cinco días de haber asumido la presidencia, cuando atacó por vía aérea contra infraestructuras de milicias iraníes en el este de Siria, que dejaron un saldo de 22 muertos. 

Entonces, continuó relatando, el gobierno de Bashar al-Assad rechazó el bombardeo que adelantó el ejército estadounidense en el este del país, dirigido, según el Pentágono, a milicias respaldadas por Irán, como ahora.

«Siria condena en los términos más fuertes el cobarde ataque de Estados Unidos en áreas de Deir Al-Zor, cerca de la frontera entre Siria e Irak que va contra las leyes internacionales y la carta estatutaria de la ONU (…) Y alerta de que esta agresión traerá consecuencias», expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores de esa nación.

«Se supone que (el gobierno estadounidense) debe ceñirse a la legitimidad internacional, no a la ley de la selva, como la previa administración (la de Trump)», se lee en el comunicado difundido por la presidencia siria.

De manera análoga a lo que se aludió con respecto al precedente bombardeo, que tuvo lugar en febrero, Estados Unidos aseguró que fue una represalia a un ataque con cohetes en Irak por parte de Irán, donde murió un civil estadounidense y un militar quedó herido, al tiempo que el recién estrenado gobernante advirtió en una entrevista con AP que «no se puede actuar con impunidad».

Ello ocurrió, subrayó el experto, a pesar de que en el discurso que pronunciara en ocasión de su toma de posesión se centró en marcar sus diferencias con respecto a Donald Trump.

«Los grandes medios masivos de comunicación cumplieron su parte y echaron campanas al vuelo subrayando las perspectivas de una nueva apuesta al diálogo y el retorno de los Estados Unidos a los organismos multilaterales que había abandonado su antecesor», sintetizó, pero se trató de una operación dirigida a la opinión pública mundial en la que se pretendía posicionar el mensaje: «se fue el malo (Trump) y volvió el bueno (Biden)».

¿Quién es el «bueno» de Joe Biden?

Para contextualizar, Pérez Pirela trajo a colación algunos datos biográficos del actual mandatario estadounidense, que dan cuenta no solo de su dilatada carrera política, sino de su compromiso con las acciones guerreristas y reaccionarias de Estados Unidos desde inicio de la década de 1970, cuando fue electo senador por el estado de Delaware a los 29 años e incumplió en su promesa de apoyar leyes en contra de la segregación racial. 

Durante su ejercicio como congresista, indicó el comunicador, Biden fue por varios años miembro y luego presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, razón por la cual no le fueron para nada ajenas las diversas maniobras intervencionistas de su país en su extensa trayectoria en el Senado– cinco en América Latina y 16 más en el resto del mundo–, a la que renunció en 2008 para aceptar la candidatura a la vicepresidencia en la fórmula de Barack Obama, cargo que ejerció entre 2009 y 2017. 

«Como vicepresidente apoyó todas las medidas intervencionistas de Obama, incluyendo la vergonzosa ‘Orden Ejecutiva’ –decreto– del 9 de marzo de 2015 por la cual se definía a la República Bolivariana de Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos aumentando el bloqueo económico a dicho país», apuntó, asimismo, el filósofo venezolano.

Los bombardeos de Estados Unidos y la «Coalición Internacional» contra Siria

Lamentablemente, Estados Unidos y la llamada «Coalición Internacional» han bombardeado Siria en múltiples ocasiones y dejado a su paso una estela de muertes, horror y destrucción y, en ese orden, Pérez Pirela ofreció un recuento de los principales ataques ejecutados 

De esta manera, indicó el analista político, en un bombardeo autorizado por Trump en abril de 2017 y ejecutado en conjunto con Francia y el Reino Unido se lanzaron 105 misiles y Estados Unidos alcanzó dos objetivos definidos en territorio sirio: un centro de investigación científica y un aeropuerto militar, si bien el sistema antiaéreo sirio interceptó varios misiles y evitó más daños.

Un mes después, las fuerzas armadas de Estados Unidos bombardearon un convoy del ejército sirio en la ciudad de Al Tanf, cerca de la frontera jordana al sur de Siria. El ataque dejó ocho muertos.

En esta oportunidad, Washington dijo que los bombardeos fueron la respuesta a un supuesto ataque químico de Damasco que nunca pudo comprobarse y fue ampliamente desmentido por el gobierno sirio, Rusia e, incluso, por los médicos del hospital de esa localidad, pero, aun así, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó reiteradas veces con que «todos pagarán un precio», resumió.

Antes de eso, en septiembre de 2014 el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó bombardear a Siria junto con la denominada Coalición Internacional, bajo el argumento de luchar contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe), tratándose del séptimo país que el premio Nobel de la Paz (2009) atacó en tan solo cinco años y medio y, desde entonces, los ataques no han cesado.

Inclusive, puntualizó el experto, el 5 de agosto de 2017, la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos bombardeó con fósforo blanco el Hospital Nacional de Raqa (Siria), sustancia cuyo uso fue prohibido para uso bélico por el protocolo III de la Convención sobre Armas Convencionales.

A esta acción siguió, once días después, la ofensiva contra el autodenominado Estado Islámico –Daesh, en árabe– en esa misma ciudad, en una acción que se cobró la vida de 17 personas, entre mujeres y niños, mientras que decenas resultaron heridas y zonas residenciales enteras quedaron destruidas.

Al año siguiente –2018–, continuó con el inventario, los bombardeos no cesaron, pues desde el mismo 25 de enero al menos 16 civiles perdieron la vida en la provincia siria de Deir Ezzor (este), tras una arremetida de la llamada Coalición Internacional liderada por Estados Unidos y trece días después, dos destructores de la Armada estadounidense lanzaron desde el mar Mediterráneo 59 misiles el Ejército sirio en donde murieron seis militares.

El 21 de febrero, 16 civiles, entre ellos seis mujeres, murieron tras una serie de ataques aéreos efectuados en áreas residenciales por la Coalición Internacional cerca de Deir Ezzor y a fines de ese año, más de 400.000 personas habían perdido la vida en Siria desde que inició la guerra en 2011 y, en los primeros meses de 2018, más de mil niños habían sido asesinados en el conflicto. 

A partir de lo anterior, indicó el comunicador, la contabilidad de bombardeos de la administración Obama se saldó con siete países sobre los que se lanzaron 26.171 bombas en menos de seis años, de acuerdo con reportes oficiales, si bien organizaciones de Estados Unidos especializadas en Política Exterior indicaron que «es muy probable» que la cifra sea todavía mayor, porque no se incluyeron las lanzadas durante «misiones secretas». 

El historial de guerras y genocidios perpetrados por EEUU desde hace casi dos décadas 

A modo de cierre, Pérez Pirela presentó un pormenorizado recuento de las guerras, bombardeos y acciones genocidas emprendidas por las distintas administraciones estadounidenses –George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump– entre 2001 y 2018, que, a juzgar por los recientes acontecimientos, no parece que vayan a detenerse.

Afganistán fue el primer país que Estados Unidos atacó en el siglo XXI, después del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 y la negativa del gobierno talibán de entonces a entregar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. 

Desde entonces, decenas de miles de personas fueron víctimas de este largo conflicto, mientras que Estados Unidos perdió 2.200 militares y más de 20.000 resultaron heridos. A pesar de que Obama prometió retirar las tropas de ese país durante su primera campaña electoral, los ataques aéreos continuaron y siguieron cobrándose vidas de civiles.

A Afganistán siguió Yemen, cuando a partir del asesinato de 17 militares estadounidenses en un ataque suicida perpetrado por Al Qaeda contra el destructor USS Cole en el puerto de Adén, Estados Unidos lanzó bombardeos contra posiciones de Al Qaeda en Yemen, tras recibir el consentimiento del gobierno del país.

El informe oficial de los hechos refiere que, en octubre de 2002, un avión no tripulado de la CIA asesinó al clérigo estadounidense-yemení Anwar al-Awlaki, presunto miembro de Al Qaeda, en lo que supuso el primer ataque con un dron realizado por Estados Unidos fuera de Afganistán y pocos días más tarde se ultimó a Qaed Salim Sinan al-Harethi, al que Estados Unidos consideraba responsable del ataque al USS Cole. 

La situación no mejoró con la llegada de Obama al poder, pues los ataques estadounidenses en Yemen incluso se intensificaron, cobrándose la vida de muchos civiles, como consta en un informe de Human Rights Watch, que computó seis ataques con drones realizados a partir de 2009, con un resultado de 82 víctimas mortales, de las que 57 eran civiles.

Seguidamente, el analista presentó un recuento parcial de lo sucedido en el aún inconcluso conflicto en Irak entre los años 2003 y 2011, que inició en febrero de 2003, el entonces secretario de Estado, Colin Powell, se dirigió a la ONU afirmando que el presidente iraquí, Saddam Hussein, poseía armas de destrucción masiva.

La pretendida excusa fue usada para que Estados Unidos invadiera Irak en marzo del mismo año y derrocara a Hussein tres semanas después y las acciones militares nunca se detuvieron, a pesar de que luego la especie fue desmentida, entre otros, por el propio Powell. 

«Más allá del ingente número de víctimas mortales que causó esta intervención, las consecuencias de esta guerra siguen hoy patentes, como lo demuestra la ofensiva del Estado Islámico, cuyas raíces, al fin y acabo, se hunden en esta invasión, que abrió paso al terrorismo sunita dentro de Irak», reflexionó el experto.

Pakistán fue otro país asiático que sufrió los embates estadounidenses, pues en 2004, cuando todavía era presidente George W. Bush, se empezaron a ejecutar ataques con drones que vivieron su punto más álgido durante el mandato de Barack Obama. 

De este modo, indicó, según la ONG Bureau of Investigative Journalism, Estados Unidos lanzó 390 ataques con drones en Pakistán a partir de 2004, de los que 339 tuvieron lugar a raíz de la llegada al poder de Obama, que se cobraron la vida de unas 4.000 personas, al menos mil de las cuales eran civiles. 

Esta política fue criticada abiertamente por el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif, que, en 2013, en su encuentro con el presidente estadounidense, señaló que «el uso de drones no solamente es violencia contra nuestra integridad regional, sino que también perjudica nuestros esfuerzos para eliminar al terrorismo en nuestro país».

Los largos tentáculos de las guerras estadounidenses alcanzaron al continente africano en 2007, pues en enero de ese año, a instancias del entonces presidente somalí, Abdullahi Yusuf Ahmed, Estados Unidos lanzó ataques aéreos contra los líderes de Al Qaeda en este país, responsables ante Washington de los ataques contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, que se cobraron más de 200 vidas.

A modo de colofón, Pérez Pirela refirió el caso libio, precisando que si bien la mayoría de los bombardeos en Libia contra Muammar el Gadafi fueron realizados por militares europeos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), fue precisamente Estados Unidos quien los inspiró y apoyó, participando en las primeras operaciones militares.

Antes de esto, recordó, en marzo de 2011, Obama había lanzado un ultimátum al líder libio, amenazándolo de emprender acciones militares si no detenía a las tropas que luchaban contra los rebeldes y no restablecía el abastecimiento de agua, gas y electricidad en todas las zonas del país.

«Si Gadafi no cumple con estas condiciones, la comunidad internacional impondrá consecuencias y la resolución será forzada por la acción militar», dijo Obama entonces.

Y, para finalizar, refirió que según documentos filtrados por The Wall Street Journal, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), participó activamente en la búsqueda de Gadafi tras su huida, siendo el resto de la historia suficientemente conocida.

(LaIguana.TV)