En su afán imperialista, Estados Unidos –a veces con cooperación de algunos de sus aliados–, no cesa de provocar a países a los que asume –fundamentadamente o no– como «amenazas» para su dominio o a cuyos gobiernos designa como hostiles.

Para Miguel Ángel Pérez Pirela, el hecho de que el actual mandatario estadounidense, Joe Biden, en conjunto con la OTAN y la Unión Europea, plantee un escenario geopolítico de Guerra Fría, traerá consecuencias.

A su parecer, estos países tratan de ganar primacía contra China y Rusia a través de las provocaciones militares, el terreno que han perdido en la fabricación de vacunas o en los desarrollos tecnológicos.

EEUU estuvo implicado en el incidente del destructor británico en Crimea

Para iniciar la discusión, aludió al artículo intitulado «Una provocación»: Putin reveló que EEUU participó en incidente con el destructor británico, publicado en el portal de LaIguana.TV.

Concretamente, indicó, el mandatario dijo que el paso del destructor británico por Crimea fue una provocación de Reino Unido y Estados Unidos», en el marco del evento televisivo Línea Directa, en el que aportó detalles sobre el paso cerca de Crimea de un destructor británico que el 23 de junio se adentró en las aguas territoriales de Rusia.

El analista relató que, según Putin, la acción fue «una provocación» llevada a cabo no solo por las fuerzas británicas, sino también por Estados Unidos, que antes de la maniobra del buque envió a la zona un avión de reconocimiento, específicamente un avión espía estadounidense con el número de serie 63/9792.

Precisó, además, que en su intervención, el presidente ruso sostuvo que en la mañana el pasado día 23, a las 07.30 hora local, desde una de las bases aéreas de la OTAN en Creta (Grecia), despegó un avión estadounidense de reconocimiento estratégico, algo de lo que fue informado.

«Lo vimos y lo observamos bien», dijo Putin quien agregó que el destructor británico se acercó a Crimea con «fines militares» y el objetivo de ver la actuación de las fuerzas armadas rusas ante su «provocación», indicó el comunicador.

Adicionalmente, el dignatario aseguró que Occidente se aproximó a las fronteras rusas en respuesta a la finalización de las maniobras militares de la nación euroasiática cerca de las fronteras de Ucrania.

En ese orden, destacó que los países occidentales «montaron un gran escándalo por el hecho de que estábamos realizando ejercicios en nuestro territorio cerca de las fronteras ucranianas».

Subrayó, asimismo: «Di instrucciones al ministerio de Defensa para que los terminara tranquilamente y retirara las tropas, si alguien estaba tan preocupado. Lo hicimos. Pero en lugar de responder positivamente y decir: ‘de acuerdo, entendemos su reacción a nuestra indignación’, ¿qué hicieron? Se han acercado a nuestras fronteras».

Pérez Pirela insistió en que la OTAN se está acercando cada vez más a las fronteras rusas y Ucrania se ha convertido en una «provocadora de oficio» en contra de Rusia, jugando un papel similar al que juega Colombia en el caso de Venezuela.

Se preguntó, asimismo, si la OTAN está buscando una III Guerra Mundial para detener el indetenible desarrollo otras potencias como China y Rusia.

En ese sentido, comentó que Putin descartó enteramente que el mundo esté al borde de una III Guerra Mundial.

«No, no estamos cerca de una Tercera Guerra Mundial», porque, según el líder ruso, Estados Unidos y el Reino Unido saben que no ganarían esa guerra.

Más puntualmente, refirió, Putin aseguró que salvando la fatalidad del caso, aún si Rusia hubiese hundido el destructor británico, no se habría llevado a cabo ninguna guerra porque la fuerza militar de Rusia sobrepasa a las de sus provocadores.

Putin dijo que, de llevarse a cabo una guerra «nosotros sabríamos por qué luchamos, estamos en nuestro territorio, luchamos por los nuestros y por nuestro futuro».

En este punto, compartió el trabajo de investigación realizado por la periodista Naile Manjarrés para su programa Entre Líneas, que se transmite a través de LaIguana.TV y en el que se plantea el por qué Occidente teme tanto a Rusia y explica las tácticas que estas naciones han adelantado para detenerla, que en data reciente se soportan en lógicas propias de la Guerra Fría y en la demonización mediática global.

En el complicado tablero, precisa Manjarrés, países de la UE como Alemania o Francia, a despecho de Washington, apuestan por un acercamiento con Moscú, en virtud de lo neurálgico que les resulta proveerse de gas a través del gasoducto Nord Stream 2, que Estados Unidos ha tratado, sin éxito, de boicotear.

¿Cómo fue el incidente con el destructor británico?

En el orden de puntualizar los detalles de esta nueva provocación estadounidense, el analista político venezolano refirió que un buque y un caza SU-24M rusos realizaron un disparo de advertencia ante un destructor británico tras acusarlo de violar la frontera rusa en el mar Negro, comunicó el ministerio de Defensa de Rusia.

«Según el organismo castrense, este 23 de junio a las 11.52 (GMT 8.52) el destructor Defender de la armada británica cruzó la frontera estatal de la Federación de Rusia y avanzó tres kilómetros en las aguas territoriales en la zona de la península rusa de Crimea», detalló.

En este orden, señaló que la nota precisa que al destructor le habían advertido sobre el uso de armas en caso de violación de la frontera estatal de Rusia, pero «no reaccionó a la advertencia». A las 12.23, se agrega, el destructor británico abandonó las aguas territoriales de Rusia.

A contrapelo, las autoridades británicas sostienen que las aguas por las que transitaba su buque pertenecen a Ucrania.

–»Burda provocación británica»: Rusia sobre el incidente

Las autoridades rusas reaccionaron al incidente, citando a los representantes del gobierno del Reino Unido en Moscú, cuyas declaraciones fueron citadas en extenso por Pérez Pirela.

Así, en una nota del ministerio de Defensa de Rusia, se lee que «tras el incidente con la violación de la frontera estatal de Rusia por un destructor de la fuerza naval británica, fue citado al ministerio de Defensa ruso el agregado militar de la embajada del Reino Unido en Moscú, al tiempo que el ministerio de Exteriores de Rusia anunció que convocará a la embajadora de Reino Unido, Deborah Bronnert.

María Zajárova, portavoz del ministerio de Exteriores ruso, calificó el incidente «como una burda provocación británica que quebranta las normas internacionales y las leyes rusas» y el senador de Crimea Serguéi Tsékov, miembro del Comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, declaró a Sputnik que la entrada del destructor británico Defender en las aguas territoriales de Rusia, «es una violación flagrante de las normas y estándares internacionales» y aseguró que «podrían provocar un conflicto grave con ese tipo de acciones imprudentes».

«Defiendan su territorio y manténganse fuera del mar Negro», agregó.

Asimismo, el ministerio de Defensa de Rusia exhortó al Reino Unido a llevar a cabo «una minuciosa investigación» de las acciones emprendidas por la tripulación del destructor Defender en las aguas del mar Negro, «con el objetivo de evitar semejantes incidentes en el futuro», según reza en la declaración del ente militar ruso.

El experto enfatizó que el ministerio de Defensa ruso calificó las acciones de la tripulación del destructor británico como una burda infracción de la respectiva convención de la ONU.

En ese orden, en otra parte de la nota, se lee que «las acciones peligrosas del destructor de la armada británica son calificadas por el ministerio de Defensa ruso como una burda violación de la convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982)».

Por otra parte, Rusia considera que los tripulantes del destructor británico no reaccionaron a las advertencias sobre el posible uso de armas.

En ese orden, el ministerio de Defensa ruso aseveró que «el destructor fue avisado del posible uso de armas si seguía permaneciendo ilegalmente en las aguas territoriales de Rusia (…) pero su tripulación no reaccionó a las señales de advertencia y un guardacostas ruso tuvo que hacer disparos de advertencia. Además, un caza ruso SU-24M realizó un bombardeo de advertencia en la ruta del destructor».

–Reino Unido niega la incursión y los disparos de advertencia

En aras del equilibro informativo y del rigor investigativo, el experto criollo destacó que, de acuerdo con las autoridades del Reino Unido, el destructor británico Defender no violó las normas internacionales al entrar en las aguas del mar Negro.

Así, según un comunicado publicado por el ente en Twitter, «no hubo disparos de advertencia contra [el destructor] HMS Defender. El barco de la Marina Real está realizando un paso inocente por aguas territoriales de Ucrania, de conformidad con el Derecho internacional».

Ben Wallace, titular de Defensa británico, sostuvo que el destructor realizó un tránsito de rutina de la ciudad ucraniana de Odesa hacia Georgia por el mar Negro y, como es normal para esa ruta, entró en un «corredor de separación del tráfico reconocido a nivel internacional», el que abandonó a las 08.45 GMT.

«Como es habitual, los barcos rusos siguieron su paso, (el destructor) fue informado de los ejercicios de entrenamiento en sus proximidades», indicó el funcionario.

Para ilustrar el por qué se produjo una provocación militar contra Rusia en Crimea, Pérez Pirela mostró un mapa elaborado por France24, que muestra los territorios de Rusia, Ucrania y Crimea y explicó que Crimea se escindió de Ucrania y se reincorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes —más del 96%— avaló esa opción.

Empero, señaló que Ucrania y los países occidentales, incluido el Reino Unido, no reconocen la legitimidad de ese referéndum, mientras Moscú niega haber interferido en los asuntos de Ucrania e insiste en que los habitantes de Crimea votaron democráticamente y en plena conformidad con el Derecho Internacional y la Carta de la ONU.

La larga lista de provocaciones de EEUU entre 2020 y 2021

Seguidamente, Miguel Ángel Pérez Pirela presentó un recuento de la extensa lista de provocaciones militares que han avanzado las fuerzas militares estadounidenses desde 2020.

En primer término, con base en lo reseñado en el artículo «Violó su frontera: Rusia expulsó al destructor gringo John McCain de sus aguas territoriales» publicado en LaIguana.TV, refirió que el 20 de noviembre de 2020, Rusia expulsó de sus aguas territoriales en el Océano Pacífico al destructor estadounidense John McCain.

Según informes del ministerio de Defensa ruso, el buque estadounidense se adentró «dos kilómetros en las aguas» de Rusia y con el propósito de avisar al John McCain de la necesidad de abandonar las aguas territoriales de Rusia, enviaron al sitio al gran buque antisubmarino Almirante Vinogradov.

Así, en el artículo se indica que el almirante Vinogradov avisó al destructor estadounidense de la «posibilidad de ser embestido» si no abandonaba las aguas rusas, tras lo cual el destructor John McCain se dirigió a las aguas neutrales de la región, de acuerdo con lo sostenido por el ministerio de Defensa, que agregó que no hubo más intentos de adentrarse en territorio ruso por parte del buque estadounidense.

Empero, el USS John McCain estuvo implicado en otro incidente similar en octubre de 2020, pero en aguas de la República Popular China.

Entonces, LaIguana.TV publicó una nota titulada: «China denuncia que destructor John McCain de EEUU entró en aguas de Islas Paracelso sin su permiso», en la que se relatan en detalle los hechos.

El 9 de octubre de 2020, un portavoz militar chino anunció que el destructor estadounidense USS John S. McCain entró en aguas alrededor de las disputadas Islas Paracelso, localizadas en el mar de China Meridional, sin que Pekín diera el permiso para ello, sintetizó el experto.

Además, el analista recuperó la publicación del portavoz en WeChat que citara Reuters en la que China exige a Estados Unidos que «detenga de inmediato tales acciones provocativas, controle y restrinja estrictamente las operaciones militares en el mar y el aire».

La zona es, como Crimea, un punto de interés para Washington y a este respecto, puntualizó que las Islas Paracelso se encuentran a 230 kilómetros al sur de la parte continental de China, que controla el archipiélago desde 1974. Sin embargo, Vietnam, Filipinas, Brunéi y Malasia también reclaman sus derechos sobre el territorio, que podría albergar valiosos depósitos de petróleo y gas.

De su parte, Beijing construye islas artificiales y despliega infraestructura militar en los archipiélagos Spratly y Paracelso para consolidar su dominio en la zona, pese a las protestas de Estados Unidos, que teme su creciente influencia en la región.

En un comunicado fechado el 3 de junio de 2020, el gigante asiático reiteró que las Islas Paracelso son «territorio chino indiscutible», al tiempo que sugirió que la actividad de Washington es «la razón fundamental que afecta a la estabilidad» en el mar de la China Meridional.

Ese mismo mes, un destructor estadounidense con misiles navegó frente a las costas venezolanas. Se relata en el artículo «Alerta: destructor gringo con misiles guiados de largo alcance navegó frente a costas venezolanas» publicado en LaIguana.TV que el destructor de misiles guiados USS William P. Lawrence y otros barcos de la armada de Estados Unidos, navegaron en el mar Caribe en una supuesta y fachada operación militar, cuando en realidad busca intimidar a Venezuela con un intento de invasión.

El Comando Sur aseguró que «la Marina de los Estados Unidos impugnó previamente los reclamos excesivos de Venezuela el 15 de julio, cuando el USS Pinckney (DDG 91) afirmó de manera legal y pacífica derechos y libertades de navegación marítima en aguas internacionales, fuera del mar territorial venezolano.

En el momento de la incursión, subrayó el comunicador, la Armada venezolana hizo contacto con la embarcación, desde la cual respondieron que realizan «operaciones de patrullaje contra el narcotráfico», al tiempo que la Cancillería calificó el acto como «deliberado de provocación, por demás errático e infantil, que pone de manifiesto el poco rigor profesional del Comando Sur de los Estados Unidos».

«La marina gringa, usando como excusa la lucha contra el narcotráfico, puso la mirada fija sobre el país, mientras que en aguas internacionales avanzaban buques iraníes que traían gasolina a las refinerías venezolanas», agregó.

Antes, en julio de 2020, otro buque estadounidense asedió las costas venezolanas y violó las aguas territoriales de Venezuela, según denunció el gobierno venezolano ante la comunidad internacional, en un hecho que calificó como una agresión y una provocación.

A través de un comunicado, la Cancillería venezolana denunció «ante la comunidad nacional e internacional el ingreso furtivo en nuestra zona contigua, del buque de guerra estadounidense: USS Pinckney (DDG-91). Inexcusable acto de provocación que pretende menoscabar nuestra soberanía e integridad territorial».

El pasado mes de mayo, Estados Unidos realizó disparos «de advertencia» a buques iraníes en el estrecho de Ormuz.

Según el Pentágono, un cúter de la Guardia Costera de Estados Unidos efectuó 30 disparos de advertencia tras el acercamiento de 13 naves iraníes, mas la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán tachó el incidente de «provocación» y respondió a las acusaciones de Washington culpando igualmente a los barcos estadounidenses de «comportamiento no profesional».

Pérez Pirela indicó que los cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica aseguraron que desde las naves estadounidenses se efectuaron vuelos de helicópteros, lanzamientos de bengalas y disparos «provocadores y sin rumbo» y acusaron al portavoz del Pentágono, John Kirby, de realizar declaraciones «falsas», al tiempo que subrayaron que los buques iraníes «mantuvieron una distancia legal en el marco de las instrucciones y reglamentos marítimos» cuando advirtieron a los barcos de Estados Unidos sobre «su peligroso comportamiento».

¿Por qué Estados Unidos quiere controlar el estrecho de Ormuz?

Para concluir, el experto explicó en detalle las razones por las cuales Estados Unidos desea hacerse del control del estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico y describió algunas de las acciones que han avanzado desde Washington para alcanzar esos propósitos.

En primera instancia, recordó que Estados Unidos ya invadió Irak y Afganistán –ambos países que rodean a Irán–, mientras que la nación persa ha resistido a las sanciones y posiciones críticas en que los ha puesto Estados Unidos y no permiten incursiones militares extranjeras en sus espacios soberanos.

Desde el punto de vista estadounidense, indicó que el Golfo Pérsico representa un límite para su Armada, que a pesar de ser una de las más poderosas del mundo, se ve superada en la actualidad por China y Rusia.

Tampoco las condiciones geográficas particulares del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz parecen estar a favor de las ansias estadounidenses, pues su relativa estrechez lo convierte casi en un canal, al menos respecto a un contexto estratégico y militar.

«Hablando en sentido figurado, los portaviones y buques de guerra de Estados Unidos se encontrarían confinados en aguas estrechas o encerrados dentro de las aguas costeras del Golfo Pérsico y ahí es donde las capacidades de los misiles avanzados del ejército iraní entran en juego, puesto que el arsenal de torpedos y misiles iraníes harían un trabajo rápido con los activos navales estadounidenses en las aguas del Golfo Pérsico donde quedarían aprisionados», explicó.

A su parecer, esta es la razón por la que Estados Unidos ha estado muy ocupado en los últimos años creando un sistema de escudo antimisiles en el Golfo Pérsico en los países del Consejo de Cooperación del Golfo.

Dadas estas condiciones, en el Golfo Pérsico, incluso las pequeñas patrulleras iraníes, que parecen algo lamentable e insignificante frente a un portaviones o un destructor estadounidense, suponen una amenaza para los buques de guerra de Estados Unidos.

No obstante, matizó que aunque las patrulleras pudieran parecer poca cosa, pueden fácilmente lanzar una descarga de misiles que podrían dañar gravemente y hundir a grandes buques de guerra estadounidenses y, además, son casi indetectables y, por lo tanto, difíciles de convertir en blanco.

Pero esta no es la única fuerza con la que cuenta Irán para frenar las intenciones de la Casa Blanca en el Golfo Pérsico, pues los ataques de misiles desde el territorio iraní también podrían comprometer las capacidades navales, una amenaza que ya fue reconocida en 2008 por el Instituto Washington para la Política de Oriente Próximo, a lo que se suman otros pertrechos como aviones teledirigidos, aerodeslizadores, minas, equipos de buzos y mini-submarinos.

Sin embargo, apuntó que los planes de conquista del Golfo Pérsico por parte de Estados Unidos no son recientes, sino que se remontan a varias décadas atrás, como consta en los simulacros de guerra avanzados por el Pentágono, que en este caso, vaticinan, de forma invariable, un desastre para su país.

A título ilustrativo, relató lo sucedido en los Juegos Bélicos Millennium Challenge 2002 (MC02), que se realizaron en el Golfo Pérsico entre el 24 de julio al 15 de agosto de 2002, cuya preparación tomó casi dos años y que han sido considerados como uno de los mayores y más caros juegos de guerra jamás desplegados por el Pentágono.

Detalló que el Millennium Challenge 2002 se celebró poco después de que el Pentágono decidiera continuar el impulso de la guerra en Afganistán atacando Irak, Somalia, Sudán, Libia, el Líbano, Siria, para rematarlo todo con el gran premio de Irán en una amplia campaña bélica que asegurara la primacía de Estados Unidos en el nuevo milenio.

Una vez concluido el juego bélico, se presentó «oficialmente» como un simulacro de guerra contra Irak bajo el gobierno del presidente de Saddam Hussein, aunque la evidencia apunta a que se referían a Irán.

Para argumentar, señaló que en aquel momento, Estados Unidos estaba ya preparado para la inminente invasión anglo-estadounidense de Irak, nación que no tenía potencial naval que mereciera la utilización a tan gran escala de la marina de Estados Unidos.

La operación recibió el nombre clave de «Red» y en ella se refirieron a Irán como «un desconocido Estado enemigo canalla del Oriente Medio en el Golfo Pérsico».

Además, ningún otro país que no fuera Irán podía cumplir los perímetros y características de «Red» y sus fuerzas militares, desde los buques-patrulla a las unidades de motocicletas.

Este simulacro de guerra, aseveró, se produjo porque Washington planeaba, tras invadir Irak en 2003, atacar muy pronto a Irán, pero el devenir de los acontecimientos en la región no favoreció el plan.

Así, explicó que el escenario del juego bélico de 2002 empezó denominando «Blue» a Estados Unidos y dándole a Irán un ultimátum de un día para que se rindiera en el año 2007, fecha que se correspondía cronológicamente con los planes estadounidenses de atacar Irán tras el ataque de Israel al Líbano en 2006, que se extendería, según los planes militares, a una guerra más amplia contra Siria.

Sin embargo, la guerra contra el Líbano no salió según lo planeado y Estados Unidos e Israel comprendieron que si Hizbollah podía desafiarles en el Líbano, ampliar después la guerra a Siria e Irán podría conllevar un desastre, pues en el escenario bélico derivado del juego de guerra, Irán reaccionaría a la agresión estadounidense lanzando una descarga masiva de misiles que aplastaría a Estados Unidos y destruiría dieciséis de sus buques: un portaviones, diez cruceros y cinco barcos-anfibio.

De haber sucedido esto en el contexto de un escenario de guerra real, se estimó que en el primer día del ataque podrían haber muerto 20.000 soldados estadounidenses, dijo para concluir.

Al cierre, Pérez Pirela hizo referencia a la situación en el Líbano, en donde los ciudadanos se volcaron a las calles a protestar, luego de que el gobierno anunciara el fin de los subsidios a los precios de la gasolina, lo que se suma a una fuerte crisis económica preexistente y a una compleja situación política.

(LaIguana.TV)