Según datos revelados por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe), la Amazonía brasileña registró en junio 2.308 focos de incendio, su peor cifra desde 2007, con 3.519. Si se compara este índice con las quemas de junio de 2020, que también marcaron un récord en su momento, el incremento fue del 2,6%.

La Amazonía brasileña volvió a tener un nuevo récord de incendios. El Instituto Nacional de Investigación Espacial, Inpe, registró un aumento del 2,7% en puntos de fuego respecto al mismo mes del año pasado, lo que supone 2.308 incendios. Es la mayor cantidad en 14 años. 

Los datos preocupan a los expertos, que advierten que el récord llega tan solo al principio de la temporada de verano en la Amazonía y temen no solo que lo peor esté por llegar, si no que este año llegue cargado de afectaciones a una de las zonas verdes más importantes del planeta.

Matt Finer, líder de un proyecto de seguimiento de incendios para la organización Amazon Observation advierte que «la temporada de incendios, que generalmente alcanza su punto máximo en agosto y septiembre, está comenzando a acelerarse, con 23 incendios importantes registrados en lo que va de año. Todos los incendios han ocurrido en el estado de Mato Grosso, en el borde sureste del Amazonas», informó.

 

Las causas detrás del aumento de incendios en la Amazonía brasileña

El presidente Jair Bolsonaro y sus políticas son blanco de críticas por el aumento de incendios y deforestación en la Amazonía. Desde su llegada al poder en 2019, se le acusa de eliminar las regulaciones de protección ambiental y de desalojar a los pueblos indígenas de sus tierras. Solo en 2020 «(en la selva) se redujo un área siete veces el tamaño de Londres», alerta el Inpe.

Además, documentos gubernamentales y personas cercanas al mandatario han acusado al presidente de manipular el sistema de multas, que sirve para castigar a los taladores ilegales.

La sequía extrema que promete acechar el país también tiene influencia sobre los incendios forestales. De hecho, el Ministerio de Minas y Energía informó que entre septiembre y mayo, las centrales hidroeléctricas de Brasil tuvieron los ingresos más bajos de agua en 91 años.

Finalmente, la organización sin fines de lucro Amazon Environmental Research Institute (IPAM) dijo en un comunicado que «para empeorar las cosas, este es un año afectado por el fenómeno de la niña, que especialmente hace que se seque el sur de la Amazonía, lo que amplía la ventana de deforestación y quema». 

Bolsonaro suspendió los incendios en esta región por un plazo de 120 días

En respuesta a la presión de la comunidad internacional, el Gobierno de Bolsonaro publicó el martes un decreto que suspende los incendios en la Amazonía por 120 días. Además, envío a las Fuerzas Armadas del país a custodiar la selva para evitar que se produzcan más incendios, una acción que ya ha realizado en años anteriores y que no ha frenado el constante aumento de las conflagraciones. 

Según la ONG Greenpeace, el decreto facilita a los delincuentes a actuar, ya que advierte sobre los lugares en los que los militares cumplirán las labores de fiscalización. 

«Infelizmente, ese récord en el mes de junio no es una sorpresa, considerando la continuidad de la política medioambiental y la insistencia en la utilización de una herramienta cara con el envío de las tropas militares, que se mostró ser ineficaz en los últimos dos años», denunció Greenpeace en un comunicado.

Por eso, esta organización ha advertido que tanto los proyectos que impulsan la deforestación y la explotación de tierras indígenas, son ahora parte importante de la agenda en el Congreso.

Organizaciones ecologistas han cuestionado estas políticas y muchas han asegurado que «el plan fracasó de forma incontestable». Esto se atribuye a que los militares ahora realizan algunas de las actividades que antes le correspondían a los fiscales del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), pero por motivos presupuestales, ya no lo hacen.

Aún así, el presidente de Brasil defiende sus medidas. En los últimos años, el mandatario ha suavizado los castigos a quienes atacan al medio ambiente, que suelen ser actores que realizan minería o tala y comercialización de madera ilegales.  

Cabe recalcar que estas políticas fueron propuestas por Ricardo Salles, quien fue ministro de Medio Ambiente de Bolsonaro hasta el pasado 23 de junio, cuando se vio obligado a renunciar por presuntamente beneficiar a taladores ilegales.

Acumuladas más de 17.000 multas por acciones que atentan contra la Amazonía

Para los defensores del medio ambiente, el hecho que Bolsonaro haya aplazado las multas refleja su intención de debilitar a las agencias ambientales. Ha reducido el presupuesto derivado a ellas, ha suavizado los castigos a los madereros y mineros ilegales y ha mantenido el congelamiento de las contrataciones.

Tanto los críticos de Bolsonaro, como los trabajadores de las agencias ambientales, temen que más gente se sume a la destrucción de la Amazonía y que los culpables evadan el pago de las multas en caso de que venza el plazo de prescripción.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que está dispuesto a ayudar a financiar la preservación de la selva amazónica de Brasil, siempre y cuando el Gobierno de este país se comprometa con ello.

El Amazonas es el bosque tropical más grande del mundo y cumple funciones esenciales en el planeta. Produce el 20% del oxígeno, regula sistemas planetarios y ayuda a proteger a los países que se enfrentan al cambio climático. La destrucción de este ecosistema podría acelerar la extinción de miles de especies que habitan en él, así como también perjudicar la lucha contra la pobreza extrema.

En lo que va del año, la deforestación en la Amazonía ha aumentado un 25%. Las organizaciones ecologistas temen que las cifras incrementen aún más en los próximos meses. Normalmente, la sequía se intensifica en Brasil en agosto y septiembre, por lo cual la situación es preocupante.

(France 24)

Archivo: sale humo de un fuego encendido ilegalmente en la selva amazónica el 15 de agosto de 2020.

Los indígenas de la tribu Mura muestran un área deforestada en tierras indígenas sin marcar dentro de la selva amazónica cerca de Humaita, estado de Amazonas, Brasil, el 20 de agosto de 2019.

Una vista aérea de una parcela forestal del Amazonas cerca de Humaita, estado de Amazonas, Brasil, el 22 de agosto de 2019.