¿Qué ventajas tiene usar el criptoactivo venezolano para pagar bienes y servicios, como la gasolina, en una economía que está fuertemente afectada por la intervención distorsionadora del marcaje de precios y uso de dólares como indicador de la movilidad y valor de los bienes y servicios, así como un marcador de la equivalencia bolívar a dólar, informal, pero que determina la especulación?

Para esto es necesario revisar el comportamiento de algunos de estos indicadores en la última semana de junio y primeros días de julio.

El dólar paralelo desde el 28 de junio al 02 de julio, promedió una tasa de cambio de 3.226.350,41 bolívares por dólar. Abrió en 3.222.329,68 bolívares y cerró en 3.226.350,41 bolívares, un diferencial bajo en comparación a la variabilidad que suele tener en algunos lapsos.

Por su parte, el dólar oficial (Banco Central de Venezuela) promedió en ese mismo lapso 3.213.896,40 bolívares por dólar, teniendo una variabilidad semanal más o menos similar a la del paralelo.

El petro, a nivel oficial, es decir, el valor en el mercado primario publicado por la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip), tuvo una media de alrededor 56$, lo que en bolívares sería igual a 179.978.198,29 por cada petro según la tasa oficial.

Mientras tanto, en el mercado secundario, en la Plataforma Patria y Venezuela Exchange (VEX) los promedios fueron de 145.904.968,40 y 152.020.598,40 bolívares por cada Petro. En ambos casos, la variación en el valor de la semana fue inferior al 1%.

Ahora, teniendo en cuenta estos datos, suponga que un usuario surtió gasolina el día 28 junio. Según el nuevo esquema de combustible, surtió 30 litros en una estación de servicio internacional, lo que tiene un costo de 15 dólares y en petros un total de 0,26709402. Acá es donde se vuelve interesante.

Si este monto en petros se hubiera pagado en bolívares con la tasa oficial del mercado primario de la Sunacrip, el usuario hubiera pagado ese mismo día un total de 48.071.100,49 equivalente a 15 dólares según el BCV y a 14,92 según la tasa paralela de ese día.

Si este mismo usuario hubiera comprado esa cantidad de petros en la Plataforma Patria y pagado en bolívares, tendría que haber invertido 39.061.274,20 bolívares, equivalentes a 12,24 dólares según la tasa oficial y a 12,12 dólares según la tasa paralela.

Hasta acá parece claro que el petro funciona para estabilizar el valor del bolívar frente al dólar, incluso, para absorber el impacto de una moneda frente a la otra, pues al diferencial cambiario, mantiene el mismo valor de las tasas oficial y paralela del dólar. Con respecto a esta última, tuvo ese día cierto margen de ganancia.

Es decir, si usted hubiera comprado los petros para pagar 30 litros de gasolina con bolívares a través de la Plataforma Patria, habría pagado 3 dólares menos que si hubiera cancelado en efectivo.

Pero el efecto del petro va más allá. Si este mismo usuario hubiera vuelto a surtir la misma cantidad de combustible los días 29 y 30 de junio y el 01 de julio, hubiera gastado 15,04; 14,96 y 14,84 dólares según la tasa del BCV; y según la tasa paralela 15,02; 14,83 y 14,81 dólares.

Mientras tanto, adquiriendo el petro en el mercado secundario, el usuario no hubiera gastado más de 12,25 dólares cada vez que surtía en el curso de esa semana. En otras palabras, tendría un diferencial a su favor de más de 2,75 dólares.

¿Qué se puede concluir con todo esto que se comenta?

Que el petro es un instrumento para la estabilización de los precios, reduciendo el impacto del dólar paralelo, su diferencial y variabilidad inter diaria sobre el bolívar. Esto, sin duda, tiene un efecto directo en la especulación.

Además, el petro sirve para armonizar la economía, fungiendo como una herramienta para esterilizarla al recoger bolívares, revalorizarlos frente al dólar y, al mismo tiempo, absorber dólares del mercado, permitiéndole al usuario que lo intercambia, tener una herramienta de valor que no solo le equilibra y protege el bolívar, sino que le sostiene el valor del dólar en razón del diferencial cambiario y la especulación.

Este último aspecto es muy importante para tener en consideración, pues en la economía cotidiana del país los precios en dólares aumentan como consecuencia de la variación muy rápida y violenta del diferencial dólar-bolívares.

Con el petro, no habría margen para tal diferencial, pues en la medida que su valor se estabiliza y su cotización a nivel de mercado secundario aumente, el bolívar tomará fuerza y el dólar se debilitaría, absorbido por el petro.

En conclusión, por donde se quiera ver, el petro es una ventaja para la macro economía del país y la micro economía del pueblo venezolano. 

(LaIguana.TV)