El vocero de Greenpeace Rómulo Batista reveló recientemente que la deforestación en la selva amazónica de Brasil, en los últimos meses, ha llegado a afectar incluso los espacios territoriales de los pueblos indígenas.

Se estima que más de 3 mil 609 kilómetros cuadrados de la selva amazónica fueron destruidos en el primer trimestre de 2021, una superficie tres veces mayor que la ciudad de Nueva York, reveló el canal DW.

La deforestación en este pulmón vegetal del planeta llegó a alcanzar una cifra récord 9 kilómetros cuadrados y solo en junio, se registró la tala en 106 mil 200 hectáreas en ese bosque, lo que se traduce en la peor cifra reportada en Brasil desde el 2015, según la agencia de noticias Reuters.

Grupos de ambientalistas y expertos del medio ambiente creen que este nuevo récord de destrucción se debe a la falta de control del presidente brasileño Jair Bolsonaro, a quien parece le tiembla el pulso para castigar a las empresas del ramo maderero, que se lucran explotando la Amazonia.

Activistas y grupos indígenas en lo que va de año han denunciado impunidad en la tala ilegal y la minería pero Bolsonaro opta por ignorar las críticas y alega sin pruebas que la Amazonia “sigue siendo un ejemplo de conservación”.

Según Reuters, el mandatario nacional pasa por debajo de la mesa muchas multas por delitos ambientales, una investigación reveló que documentos internos del Ejecutivo tiene sanciones pendientes por cobrar y el presupuesto al Ministerio de Medio Ambiente fue recortado.

(LaIguana.TV)