El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, acusó al Gobierno de Estados Unidos de estar implicado directamente en los recientes hechos de desestabilización en el país.
 

En conferencia de prensa el canciller enfatizó en la alta responsabilidad de la administración norteamericana por los sucesos del 11 de julio, cuando en diferentes localidades de la nación caribeña se produjeron disturbios.

Rodríguez también acusó al gobierno del estado de la Florida de estar implicado en esos acontecimientos, al brindar fondos a la compañía Proactivo Miami Foundation Inc, vinculada con la campaña en redes sociales para promover una intervención bajo pretextos humanitarios.

El 11 de julio no hubo un estallido popular, hubo disturbios, desórdenes instigados desde Estados Unidos, insistió el jefe de la diplomacia cubana, y denunció la participación de personas que actuaron como agentes al servicio de potencias extranjeras, unidos a elementos delincuenciales.

El ministro significó que algunos de estos individuos se reunieron con personal diplomático, a la vez que catalogó de conducta irresponsable la instigación de políticos que, desde territorio norteamericano, promueven el despacho de medios navales hacia los límites con la isla antillana.

Cuba defenderá, con respeto a su Constitución y el derecho internacional, el orden social escogido y respaldado por la mayoría de su gente, remarcó el canciller, quien catalogó de escandalosa y cómplice la tolerancia de Washington frente a lo ocurrido.

 
(Prensa Latina)