Ni siquiera la pandemia logró contener la enorme violencia social en algunos estados de Brasil, como Manaos.

El año pasado, según el último informe del Anuario Brasileño de Seguridad Pública, crecieron un 4,7 % los asesinatos respecto de su año anterior, 2019.

Así, las muertes violentas en Brasil fueron 50.033 en sólo un año. Dicho con otras palabras: seis homicidios cada una hora, o sea, un asesinato violento cada 10 minutos.

De manera notable, el pico más alto se produjo en marzo y abril, cuando en Brasil se aplicaron las restricciones más grandes por el nuevo coronavirus. El encierro obligatorio no impidió que unas 4.800 personas fueran asesinadas por mes.

El año anterior, 2019, los homicidios registrados fueron 47.742.

La gran mayoría, jóvenes y negros

La información se basa en números oficiales de 27 estados de Brasil: de ellos, 16 tuvieron aumentos de asesinatos violentos.

Un estado del noreste, llamado Ceará, tuvo la cifra más alta de todo el país: aumentaron un 76 % y 45,2% asesinatos por cada 100.000 habitantes.

Río de Janeiro, en cambio, bajó en 2020 los homicidios a 1.245, tras registrar 1.814 en 2019.

El informe indica que el 91,3% de las víctimas fueron hombres, el 76,2 % fueron negros y 54,3 % eran jóvenes de entre 18 y 24 años.

Asimismo, de 3.913 asesinatos cometidos contra mujeres, 1.350 casos fueron calificados como feminicidio, mientras que en la comunidad LGTBI hubo un incremento de muertes violentas de 24,7 % (pasaron de 97 en 2019 a 121 el año pasado).

Fuerzas de seguridad y gatillo fácil

Del total de homicidios, 6.416 fueron adjudicados a las fuerzas de seguridad.

Representa un aumento de 1 % con respecto a 2019 y la mayor cifra desde que el Fórum Brasileño de Seguridad Pública lleva el consiguiente registro, iniciado en 2013.

(MDZ)