Arqueólogos argentinos encontraron restos de un murciélago vampiro gigante que vivió hace unos 100 mil años. El hallazgo fue hecho cerca de la localidad bonaerense de Miramar.

En concreto se trata de la rama mandibular que fue recuperada del interior de una madriguera de un perezoso gigante, en sedimentos que datan del Pleistoceno.

El fósil pertenecía a un ejemplar de la especie Desmodus draculae, que fue encontrada por primera vez en Venezuela en 1988. Su nombre hace referencia al fantasmal personaje de ficción creado por el escritor irlandés Bram Stoker.

Estos ejemplares vivieron durante el Cuaternario de América y tenían un tamaño 30% más grande que el vampiro común (Desmodus rotundus).

 

Sin embargo, el especialista alertó de que la mordedura de uno de estos murciélagos puede transmitir rabia u otras enfermedades si están infectados.

Según el Museo de Ciencias Naturales de Miramar, otro detalle importante del descubrimiento de esta mandíbula, es que ofrece datos paleoambientales y paleoclimáticos para el Pleistoceno superior, pues su pariente más directo, el vampiro común (Desmodus rotundus) actualmente se encuentra a 400 kilómetros al norte de la ubicación del vampiro miramarense. Por lo tanto, las condiciones ambientales del sitio del arroyo La Ballenera habrían sido diferentes a las de hoy.

El Desmodus draculae fue el último de los grandes mamíferos voladores y se extinguió durante la época colonial, en 1820 aproximadamente. Se estima que la causa fue la llamada Pequeña Era de Hielo, un período frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados del XIX.

(Sputnik)