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Ya no es cosa de una anécdota. Ahora parece que se está institucionalizando. De los últimos cinco campeones mundiales vigentes, solo uno ha logrado avanzar a octavos de final de la siguiente Copa del Mundo. Los cuatro restantes se han quedado en la fase de grupos, tal y como le acaba de suceder a Alemania.

 

Así tenemos que Francia, campeona en su Mundial en el año 1998, no pudo revalidar su título y cuatro años más tarde en el Mundial Corea-Japón 2002 se mostró perdida. En esta cita solo arañó un punto en fase de grupos, empatando ante Uruguay y perdiendo contra Dinamarca y Senegal, quedando de última en su grupo y convirtiéndose en la sorpresa de ese Mundial.

 

En Alemania 2006 los campeones fueron los italianos, quienes cuatro años más tarde llegaban a Suráfrica 2010 a defender su título. Pero la escuadra azzurra solo obtuvo dos empates en la fase de grupos frente a Paraguay y Nueva Zelanda, mientras que Eslovaquia se encargó de mandarlos a casa. Otra sorpresa para ese momento.

 

Cuando parecía que solo se trataba de una sorpresa, este hecho se ha ido consolidando con el tiempo. En Suráfrica 2010 Iker Casillas, Piqué, Iniesta y compañía levantaban la Copa del Mundo. La alegría se apagó en Brasil 2014 cuando el campeón vigente, monarca con dos Eurocopas, no pudo pasar a octavos de final. En su debut ante Holanda cayó goleada 1-5. Luego tropezó ante Chile y ganarle a Australia no le sirvió para avanzar.

 

Ahora tenemos que la historia se repite. Alemania cayó en fase de grupos en el Mundial Rusia 2018. Perdió ante México 0-1, venció a Suecia 2-1 y los surcoreanos le dieron al estacazo final al derrotar a la tetracampeona 2-0.

 

En medio de todos estos sinsabores, solo un campeón vigente ha logrado pasar el “maleficio” de la fase de grupos. Fue Brasil en Alemania 2006. La verdeamarella venía de salir campeona en Corea-Japón 2002. Esta selección clasificó de primera en su grupo, pero quedó eliminada en cuartos de final contra Francia.

 

(LaIguana.TV)