El diálogo entre Rafael Correa y Piedad Córdoba aborda uno de los problemas más graves de la realidad que vive Colombia: el conflicto interno y los niveles de violencia que llega a alcanzar. «¿Como es posible 50 años de guerra fratricida?», pregunta el exmandatario de Ecuador.

 

Al respecto, esta exsenadora de Colombia explica que «esto ha sido generado por una élite política que se hizo con el poder y se lo repartió entre los liberales y los conservadores durante muchísimos años, dejando fuera cualquier otra opción política que pudiera transformar ese poder».

 

Esta abogada y política nacida en Medellín asegura que «la violencia ha sido el instrumento de la clase política y económica para aplastar a la gente y eso se fue inveterando, se fue quedando», con lo cual «el paramilitarismo está hoy peor que antes» debido a que, aunque «en teoría se desmovilizaron» tras los últimos acuerdos de paz, en realidad «están regados por todo el país».

 

Doble moral y numerosos asesinatos

 

Piedad Córdoba parte de su historia personal para denunciar la presión que padece cualquier intento de oposición al poder régimen imperante en Colombia. «Yo estuve secuestrada por el peor de todos, Carlos Castaño, el más sanguinario [difunto líder de los grupos terroristas AUC y Accu]. Aplaudido por toda la clase política, aplaudido por empresarios, casi parecía merecer una medalla», mientras «muchos luchadores» que «protestan por sus condiciones de vida» mueren de manera violenta; de hecho, Córdoba recuerda que 300 líderes sociales han sido asesinados desde que se firmó el acuerdo, en 2016.

 

En este punto de la charla, Correa lamenta la existencia de «una doble moral» y argumenta que «a Venezuela se la pone como el país violento, inseguro, porque allí se tratan de cambiar las cosas, esas relaciones de poder, en función de las grandes mayorías y eso genera resistencias de los que siempre han mantenido ese poder para excluir pero, en realidad, los países más violentos, siempre han sido gobernados por la derecha: Colombia, México…»

 

El libre comercio y el nuevo Plan Cóndor

 

En una fase más avanzada de la entrevista, Rafael Correa recuerda que Colombia firmó un tratado de libre comercio con Estados Unidos y aprovecha este hecho para atacar el «mito» de que esa presunta libertad beneficia a todos, porque «hay grandes víctimas, que son los más débiles».

 

Tras mencionar varios ejemplos de la realidad económica de Colombia y los estragos que ha causado el libre comercio en su país, Córdoba concluye que «los tratados de libre comercio hay que revisarlos, para darle garantías a los productores y a los empresarios colombianos».

 

Retomando el tema de la violencia, Correa invita a su interlocutora a ponerse en «el peor de los escenarios», en el que «la extrema derecha gana y deroga los acuerdos de paz. ¿A dónde va Colombia entonces?».

 

«Pues, nuevamente, a una guerra», responde Córdoba, a quien esa posibilidad le resulta «muy preocupante, porque no se puede mirar a Colombia aislada de su contexto regional», donde estima que existe «una especie de nuevo Plan Cóndor». Si su país «se vuelve a incendiar», eso «va a garantizar que» la zona «no pueda volver a ser lo que estaba siendo».

 

Para finalizar, el anfitrión pide que su invitada valore el papel de los medios de comunicación y su aportación a la paz en Colombia y Piedad Córdoba valora que su rol «ha sido nefasto, con muy escasas excepciones», debido a que «han jugado un papel muy a favor, precisamente, de las élites que no quieren la paz». Además, esta exsenadora lamenta la actual ausencia de libertad de expresión y de «formación de pensamiento crítico» en el panorama mediático colombiano.

 

(RT)

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