Unas 17 personas perdieron la vida y otras 368 fueron rescatadas este jueves 22 de julio, todas ellas hombres adultos, durante una operación conjunta entre guardacostas tunecinos y libios, ello tras un nuevo naufragio de una embarcación precaria. 

El hecho ocurrió frente a la costa tunecina de Zarzis (sur), luego que un barco pesquero, de unos 20 metros longitud, partiera el pasado lunes de la ciudad libia de Zuara (oeste) con cerca de 400 personas a bordo y fue localizado 48 horas más tarde en la zona de búsqueda y rescate, de Túnez cuando se encontraba a la deriva tras sufrir una avería en el motor. 

Las víctimas mortales, todas originarias de Bangladés, se encontraban en la bodega del barco y fallecieron asfixiadas por los gases del motor. 

Los rescatados desconocen si algunos de sus familiares se encuentran entre las personas enviadas a Libia o si han fallecido, dicen los rescatistas. 

Los guardacostas tunecinos se hicieron cargo de 168 personas, además de los cuerpos, mientras que los libios recuperaron otras 200 personas que fueron devueltas al país vecino. 

Entre los rescatados por las autoridades tunecinas se encuentran 65 ciudadanos de Marruecos, 62 de Bangladés, 15 de Egipto, 8 de Siria, 5 de Sudán, 5 de Costa de Marfil, 2 de Pakistán, 2 de Mali, 1 de Kenia y 1 de Eritrea. 

Los desplazados que han sobrevivido al naufragio deberán cumplir con una cuarentena obligatoria y serán alojados en los centros de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Zarzis y en un hotel improvisado en albergue y financiado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la isla de Djerba, a 90 kilómetros de distancia. 

Según las estadísticas de la OIM, al menos 270 migrantes han fallecido y otros 522 se encuentran desaparecidos en la ruta central del Mediterráneo, considerada una de las más mortíferas del mundo, desde comienzos de año. 

(teleSUR)