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A pesar de que año tras año los profesionales advierten de los peligros que supone la exposición al sol en exceso, son muchas las personas que aun no tienen claro cómo puede afectar esto a su cuerpo, lo que les puede provocar y no saben qué medidas adoptar para evitar problemas en el momento -como las quemaduras- o a largo plazo -como el cáncer-.

 

Por ello, LaVanguardia.com habla con un médico estético con sede en Barcelona, el Dr. Tufet, para que haga algunas recomendaciones que puedan servir para convertir el sol en un aliado y no tenerlo como un enemigo al que evitar. Ponerse el protector correcto y aplicarse la cantidad adecuada tiene mucha importancia. Aquí van los 10 mandamientos a seguir:

 

1. Evitar exponerse al sol durante las horas centrales del día para evitar la máxima irradiación que tiene lugar entre las 12h y las 16h, ya que los rayos son más perpendiculares y penetran más en la piel dañándola.

 

2. Aplícar fotoprotector por lo menos 30 minutos antes de salir de casa y renovarlo cada dos horas y después de cada baño o ejercicio físico intenso. Usar la cantidad adecuada: un adulto requiere cuatro cucharadas soperas (35g) para protegerse todo el cuerpo. Un dedo de producto para cara y cuello.

 

No olvidar algunas zonas que con frecuencia sufren quemaduras por descuido al aplicarse la crema solar: el dorso de los pies, los pabellones auriculares, la espalda, el cuero cabelludo y las áreas próximas a la ropa de baño.

 

3. Utilizar el factor de protección solar adecuado a tu tipo de piel (fototipo), a la intensidad del bronceado actual y la cantidad de la radiación solar. Elegir un fotoprotector solar de amplio espectro que proteja frente a los rayos UVA y UVB con un factor de protección solar superior a 15. Es especialmente recomendable utilizar un factor de protección elevado (≥50) en personas pelirrojas o rubias, tanto al inicio del verano, como en localizaciones próximas al ecuador.

 

4. Fijarse en la fecha de caducidad de las cremas solares. Una vez abierto el envase, el producto se oxida y el filtro va perdiendo eficacia, de manera que sobrepasada la fecha de caducidad es probable que la protección no sea tan eficaz. Si se observa que los ingredientes están ‘separados’ (aceite por un lado y agua por otro), compactados o cuarteados desecha el producto.

 

5. La duración de la exposición solar debe ser progresiva. Es importante extremar la prudencia al inicio del verano limitando las exposiciones cuando aún se está “blanco” para prevenir eventuales quemaduras.

 

6. Evitar el exceso de insolación que padecen las áreas más expuestas (como el cuero cabelludo) con sombreros, gorros con visera, y también las áreas más susceptibles (como los ojos) con unas gafas de sol homologadas.

 

7. Los niños deben protegerse especialmente del sol ya que su piel es más sensible a las quemaduras. Existen en el mercado cremas solares para niños que son más resistentes al agua y a la fricción y minimizan los riesgos de irritación y alergia. También existen en el mercado marcas que ofrecen ropa de baño con protección solar. Los bebés menores de 6 meses no deben exponerse en absoluto al sol. Los episodios de quemadura solar en infancia han sido propuestos como un factor de riesgo independiente para el desarrollo de melanoma en la vida adulta.

 

8. Algunas sustancias antioxidantes como los betacarotenos y la vitamina E pueden reducir la sensibilidad de la piel y aumentar su resistencia al sol en ciertas circunstancias. Sin embargo, siempre deben combinarse con el protector solar.

 

9. Beber mucha agua para compensar las pérdidas que tienen lugar por la transpiración. Las temperaturas altas, la piscina y el mar hacen que la piel se reseque más de lo normal. Los niños y los ancianos son los más susceptibles a la deshidratación. Evitar el ejercicio intenso en días calurosos y húmedos.

 

10. Realizar revisión de los nevus y manchas sospechosas sobre todo en las personas con un riesgo aumentado de cáncer cutáneo que:

 

•    tienen piel clara o sufren quemaduras con facilidad
•    tienen historia de quemaduras solares en infancia
•    pasan mucha horas al sol
•    se exponen al sol de forma intensa en cortos periodos de tiempo
•    utilizan o han utilizado cabinas de bronceado
•    tienen más de 50 lunares
•    tienen una historia familiar de cáncer de piel
•    tienen más de 50 años
•    tienen un trasplante de órganos.

 

(LaVanguardia)