“Seguir al pie de la letra todas las órdenes de Estados Unidos está llevando a Colombia al colapso social, económico, político y moral”, afirmó el filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela, al analizar cómo la élite neogranadina se presta a los planes de Washington destinados a desestabilizar a al gobierno venezolano, cuyo más reciente episodio es la solicitud de Iván Duque de que se declare a Venezuela como país patrocinador del terrorismo.

En su programa Desde donde sea, el también director del portal LaIguana.TV ofreció a su audiencia una actualización de la cuestión colombiana. “El tema ha sido sacado de los grandes titulares, pero eso no significa que la situación de violencia haya cesado. Por el contrario, continúan las masacres, la represión, los desaparecidos. Pareciese que Iván Duque quiere tapar sus necesidades con arena, como los gatos. Pero, por más arena que le echen al excremento en que se ha convertido su gobierno no van a poder ocultarlo”, expresó.

Comenzó editorialmente con la lustración de Iván Lira, exclusiva para LaIguana.TV, en la que aparece Duque en primer plano. Detrás de él hay una muchedumbre. Una de las personas dice: “¡El problema de Colombia resultó ser…” y otra completa la frase: “…que no es como Venezuela!”.

Entró entonces a explicar qué está haciendo el gobierno colombiano para desviar la atención hacia Venezuela, mediante  la clásica treta de un falso positivo.

Reseñó que el director de la Policía Nacional de Colombia, Jorge Luis Vargas, afirmó este lunes que alias “Jhon Mechas”, presunto autor del atentado contra el presidente Iván Duque, está resguardado en el estado Zulia.

Sin embargo, el disidente del extinto Frente 33 de las FARC, cuyo nombre real es Javier Alonso Velosa García, será buscado en 190 países.

La circular de Interpol en su contra se cambió de azul a roja, según publicó la agencia de noticias EFE.

La Policía de Colombia también ofreció una recompensa de 600 millones de pesos por información que conduzca a la captura de “Jhon Mechas”.

El disidente de 41 años de edad, dice una reseña de Caracol Radio, ingresó a las milicias populares en 1996. Quince años después se convertiría en uno de los principales cabecillas de las FARC, a cargo de la compañía de milicias resistencia Catatumbo.

El primer material audiovisual de la noche fue un reportaje de Euronews sobre el atentado.  Muestra imágenes de los supuestos daños al helicóptero y las declaraciones del ministro de la Defensa en las que dice que “está claro que el atentado contra el presidente y contra la Brigada 20 fue planeado desde Venezuela y por lo tanto es necesario hacer una reflexión a la comunidad internacional sobre como el régimen de Maduro sigue albergando terroristas y desde donde se planean ataques a la institucionalidad colombiana”.

Por su parte el fiscal Francisco Barbosa responsabilizó al Frente 33 de las Disidencias de las FARC que lidera alias Jhon Mechas. Dijo que el ataque a la aeronave está vinculado a un atentado con carro bomba perpetrado diez días antes en Cúcuta, que dejó 44 heridos, entre ellos varios militares estadounidenses.

Otras fuentes indican que un capitán pensionado del ejército Colombiano fue quien diseñó y ejecutó el atentado del 25 de junio contra el helicóptero de Duque en Cúcuta.

También habría planificado el ataque 10 días antes con carro bomba contra una brigada del Ejército, por el cual ya han sido detenidos 10 disidentes de las FARC.

Sin embargo, las autoridades no se refirieron a los vínculos que llevaron al capitán retirado del ejército con las disidencias de las FARC o alguna evidencia de su vinculación con Venezuela.

 “Yo tengo muchas dudas sobre la veracidad de este atentado y de este ataque. No me los creo ni por un segundo. Quiero dejarlo claro. En mi opinión se trata de un falso positivo”, enfatizó Pérez Pirela.

Invitó a ver otro reportaje, esta vez de RT, en el que se dice que las disidencias  asumieron la autoría de ambos atentados ocurridos en Cúcuta y dijeron que son parte de la guerra que han decidido librar contra el gobierno de Duque.

“Por cierto –observó Pérez Pirela-, hay que analizar muy bien los vínculos de algunos de estos llamados disidentes de las FARC con el gobierno de Duque y con el uribismo. Se sorprendería usted de lo que sabrá”.

Desviar la atención

El moderador aseveró que cada vez se hace más evidente el propósito de desviar la atención de los graves problemas colombianos.  En ese sentido, presentó  declaraciones del presidente Nicolás Maduro en una entrevista ofrecida a Telesur. El jefe de estado venezolano apuntó que las declaraciones hechas contra Venezuela buscan marginar del ojo público las manifestaciones que el pueblo colombiano ha desencadenado contra Duque.

Al mismo tiempo, Maduro respondió al ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, “si lo que quieren es buscar a los paramilitares, que los busquen en su propio país”.

Puso al aire un fragmento de la entrevista:

“No me queda ninguna duda que es un falso positivo. Si quieren buscar donde está la violencia, las reminiscencias de la guerrilla, los paramilitares, que busquen en Colombia. Venezuela es territorio de paz y cualquier grupo irregular armado que pase hacia nuestro territorio será combatido como lo han sido en 23 años de Revolución”.

Desde Bogotá, numerosas opiniones coinciden en esta misma denuncia: Iván Duque está armando temas que quiten la lupa de los complejos escenarios internos. Así, por ejemplo, el analista político Hernando Calvo Ospina opinó para RT que es Venezuela quien recibe los impactos de la violencia y la decadencia de la vida en Colombia.

Dijo también que Duque está echando sobre sus vecinos, específicamente sobre Venezuela, todo lo que no puede resolver como presidente.

En el segmento de la declaración de Calvo Ospina que presentó, el analista dice que fueron los Estados Unidos quienes ordenaron a Duque hacer la petición de declarar a Venezuela como país promotor del terrorismo. “No olvidemos que Colombia es el principal aliado estratégico de EE.UU. en la América Latina desde hace muchísimas décadas. Colombia está totalmente entregada a las decisiones de EE.UU. Es como el ladrón que grita ‘¡agarren al ladrón!’ Si hay un país lleno de terroristas y de problemas internos, ese es Colombia. Creo que nuevamente el presidente colombiano está tratando de desviar la atención de los mismos colombianos y de la comunidad internacional. Es un régimen narcoparamilitar que trata de desviar la atención hacia los vecinos, en este caso hacia Venezuela, echarle la culpa de sus problemas, cuando la verdad es que Venezuela lo que está es recibiendo toda la problemática colombiana”.

Mostró el titular de LaIguana.TV: “Descaro: Colombia ahora pide a EE.UU. que declare a Venezuela como país promotor del terrorismo”, y leyó el contenido de la nota:

Este lunes durante el III Seminario Internacional de Análisis y Prevención del Terrorismo Urbano, en Bogotá, Duque pidió a Estados Unidos la declaración contra Venezuela, porque supuestamente los atentados se fraguaron en territorio venezolano, siguiendo la línea de su ministro.

“Qué nivel de irresponsabilidad y de tomar por estúpido al pueblo colombiano y más allá”, comentó Pérez Pirela y puso al aire el video de Duque en el que este expresa lo siguiente:
“Esa anuencia del régimen dictatorial de Venezuela amerita una declaratoria por parte de los Estados Unidos como un país promotor del terrorismo, no solamente para develar esa relación connivente y perniciosa, sino también que puedan ellos tomar un camino: o seguir patrocinando al terrorismo o entregar el terrorismo a las autoridades de los países que los están buscando».

Agudos problemas económicos

“En realidad lo que está pasando es que además de todos los problemas que generaron las protestas, la represión, los desaparecidos, los descuartizados, uno de los conflictos más graves que tiene Colombia es el económico, en particular evidenciado en el comportamiento del mercado cambiario”, apuntó el presentador del programa.

El dólar superó la barrera de los 3.900 pesos colombianos por cada unidad y se ubicó en 3.904,13 pesos por cada dólar, precio que regirá en el mercado local y que es el mayor de esa divisa en lo que va del año.

“Este es el descalabro económico de un país que no está sancionado ni bloqueado, pero que vive una situación deplorable, fruto de sus decisiones”, insistió, antes de leer la nota de LaIguana.TV que así lo refleja: “Colombia: se disparó el dólar”.

La nota explica que los movimientos recientes de la tasa de cambio se dan por dos razones, según Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, citado por Data IFX.

La primera es una aversión al riesgo relativamente generalizada en la región  por el incremento de casos de covid-19.

Como segunda razón específicamente para Colombia, algunos inversionistas internacionales creen que el Banco de la República se va a demorar más que el resto de la región en subir sus tasas de interés y normalizar así su política monetaria.

En lo que va del año, el dólar ha subido más de 400 pesos colombianos y está a 249 unidades de alcanzar el máximo histórico, que se registró el 20 de marzo de 2020 y que fue de 4.153,91 pesos por cada dólar.

Punta de lanza de la injerencia

¿Cuáles son las verdaderas intenciones de EE.UU. al ordenar a Colombia que formule esta petición de declarar a Venezuela país protector del terrorismo? Pérez Pirela abordó este aspecto del problema, señalando que el gobierno colombiano se ha convertido en una punta de lanza de las políticas de injerencia de Washington en América Latina, bajo la aparente “la lucha por la libertad y la democracia y el combate al narcotráfico”. 

“Colombia es la cabeza de playa de EE.UU. –subrayó-. Sus gobernantes están haciendo absolutamente todo lo que EE.UU. les diga que hagan. Si se necesita un país que apoye a EE.UU. en el bloqueo a Cuba, aparte de Israel, ahí está Colombia. Si se necesita un país que aporte mercenarios  para matar un presidente, ahí está Colombia. Se ha convertido en una esclava sumisa de la Casa Blanca, tanto en el gobierno de Trump como en el de Biden. Pero esto comienza a tener consecuencias económicas para el pueblo colombiano porque si usted hace todo lo que le diga EE.UU., usted va a quebrar;  y si hace todo lo que le diga EE.UU. en términos de injerencia y política internacional, va a terminar por ser un Estado forajido. Seguir al pie de la letra todas las órdenes de EE.UU. está llevando a Colombia al colapso social, económico, político y moral”.

Al respecto, citó declaraciones de Gonzalo Armúa, secretario continental de Alba Movimientos, para quien la dependencia de las élites colombianas con el gobierno estadounidense es incluso ideológica.

Estas élites han permanecido en el poder sustentada en un discurso anticomunista, prooccidental y supuestamente contra las drogas, banderas  hipócritas de Estados Unidos para controlar territorios en todo el mundo.

Presentó un primer fragmento de la entrevista con Armúa, realizada por el periodista de LaIguana.TV Clodovaldo Hernández en su programa Cara a cara. En ella señala que la élite colombiana no intenta negar su dependencia respecto a EE.UU. pues esta no se limita a sus intereses de clase social, sino que es también doctrinaria. “Parte de su crisis y de su ceguera para con las reivindicaciones populares tiene que ver con esa posición ideológica. La élite colombiana se ha constituido y ha permanecido en el poder  mediante un discurso pronorteamericano, anticomunista, contrario a las reivindicaciones populares con el argumento de que estaban luchando contra el comunismo y contra las drogas, que son las dos banderas utilizadas por EE.UU. para controlar territorio a nivel mundial y en particular en Latinoamérica.  Así han sido los discursos de Colombia, de Perú e incluso de Chile, aunque allí, con la dictadura, no tuvieron que generar una democracia formal. En toda la costa del Pacífico, que es la que EE.UU. ha controlado de forma más directa en todo el siglo XX y comienzos del XXI, claramente aparecen estos elementos. Y Colombia es su elemento más ejemplificador porque es un modelo de exclusión, con un férreo control represivo y que, además, exporta y entrena a otros aparatos represivos del continente”.

Un usuario, a través de un mensaje enviado al moderador, opinó añadió la idea de EE.UU. es utilizar a Colombia, no ayudarla.

“La pregunta es por qué Colombia acepta ese rol humillante. Y la respuesta es que no se trata de que el pueblo colombiano así lo quiera, sino que la oligarquía (que es en parte bogotana y en parte de otras regiones, desde que apareció el liderazgo de Uribe), para seguir en el poder tiene que aceptar ser nariceada por EE.UU. Es el drama del pueblo colombiano: tener una oligarquía a la que ese pueblo no le importa en absoluto, pues solo depende de los designios de EE.UU”, añadió Pérez Pirela.

Retornando con Armúa, este analista plantea que el país se ha convertido en una cantera de exportación de mercenarios hacia otras naciones, como sucediera en el caso del magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse y en distintas operaciones insurreccionales realizadas en Venezuela. Las élites colombianas, incluido Duque, mantienen estrecho contacto con el ala más guerrerista de la política estadounidense.  

En una segunda parte de la entrevista, Armúa señala que Duque se la jugó de lleno con Trump y eso le ha traído sus costos, no en términos estratégicos, pero sí en la medida de que ya no tiene respaldo inmediato y visible a lo que está haciendo en su propio país.

La estrecha colaboración en el ámbito militar de Bogotá con la Casa Blanca comenzó en 2000 con la activación del plan Colombia y en el presente, se mantiene más viva que nunca. Así lo demuestran las recientes visitas del almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur y de William Joseph Burns, director de la CIA.

Entrevistado a inicios de julio, Armúa veía poco probable que el supuesto atentado a Duque derivara en una operación de bandera falsa para inculpar a Venezuela. No lo creía dada la compleja situación interna del gobierno uribista. “No creo que le sea posible en este contexto. Primero porque no hay legitimidad como para que le crean este tipo de operaciones. Para poder realizar una operación de bandera falsa, algún mínimo de credibilidad hay que tener. El atentado contra Duque no tuvo mucha repercusión porque la operación  fue tan burda que circularon más memes para reírse de cómo le pegaron los tiros en la parte superior del helicóptero si estaba volando, que expresiones serias de enojo por el atentado contra el presidente”.

Dijo que “en Colombia, a la mayoría de la población le pasa por el costado lo que le ocurra el presidente porque estamos hablando de un país con 60% de pobreza, un Estado que no ha generado ningún tipo de asistencia ni de contención. Si Colombia ya era uno de los países más desiguales de Latinoamérica, con la pandemia empeoró de una forma impensable y, además, se tiene un Estado ausente que en vez de gastar en alimentos, de contención, de paliativos para la población, lo que hace es comprar más armamento e indumentaria represiva para la policía. La posibilidad de montar eso (una operación de bandera falsa) requiere de un grado de legitimidad previa de parte de los gobernantes, que hoy en día es muy escasa. Que intenten hacerlo no se puede descartar porque ya han hecho todo tipo de cosas, pero los medios de comunicación que sostendrían esa operación tampoco tienen mucha credibilidad”.

Sin embargo, las previsiones de Armúa se quedaron cortas, pues el pasado 22 de julio, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, acusó a Caracas de cooperar con  una de las disidencias de las los perpetradores del asalto.

“La conclusión que podemos sacar es la que ya sabemos: Colombia es la reina de los falsos positivos, es el paradigma mismo de los fake news”, acotó Pérez Pirela.

Volvió con la entrevista del presidente Maduro a Telesur, en un fragmento donde da su opinión  acerca de Duque, y cómo este se presta como jefe de Estado para acatar las órdenes de EE.UU. “Es quizá el presidente más chapucero que haya habido. No es un estadista, no es un hombre que tenga los grandes objetivos de Colombia, como tal. Es un títere, lo ha sido y lo es, aunque él se ofenda cuando le digan títere. Es un títere del capo mayor que es Álvaro Uribe Vélez. Son capaces de todo y por eso volvieron las masacres en Colombia. Este año ya van 55 masacres y cientos de muertos; por eso han matado a más de 300 excombatientes de las FARC, firmantes de los acuerdos de paz; por eso hay más de 300 desaparecidos en las protestas. Por se empeñan en desviar la atención con falsos positivos”.

Todo el gobierno de Colombia se moviliza en el mismo sentido. Mientras Duque solicita a Estados Unidos más sanciones contra Venezuela, la cancillera Martha Lucía Ramírez sostenía una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos en la que hablaron de «defender la democracia» en la región. “Con esta excusa han matado a medio mundo y torturado a la otra mitad”, anotó Pérez Pirela.

A pesar de la cercanía de los dos gobiernos, la inclusión de un país en el cuestionable listado de países patrocinantes del terrorismo, del que en la actualidad forman parte Siria, Cuba, Irán y Corea del Norte, ha de superar varios escollos dentro de la burocracia estadounidense.

El diario colombiano El Tiempo destaca que se trata de «procesos largos» en los que suelen influir los intereses políticos del inquilino de la Casa Blanca.

Si bien las autoridades estadounidense han acusado previamente a caracas de refugiar e incluso cooperar con grupos calificados por ellas como «terroristas», no han dado el siguiente paso.

Para complementar este punto, exhibió otra ilustración de Iván Lira, titulada “agredir”. En ella aparece el Tío Sam blandiendo el mapa de Colombia como si fuese a usarlo para golpear a alguien. La leyenda es “Para Estados Unidos, Colombia es un arma para agredir a Venezuela”.

“Qué triste es para un país bolivariano terminar siendo una especie de dependencia, de tonto útil, de muchacho de mandados de la Casa Blanca, haciendo siempre expresamente lo que le dicen que haga. Ojalá esa política de sumisión, de arrastrase ante EE.UU. cambie algún día  por la dignidad del pueblo colombiano”, puntualizó el moderador.

Una de las razones que podría tener peso para mantener a Venezuela fuera de la lista, es que Washington tendría que considerar más sanciones contra países que tienen relaciones importantes con el gobierno venezolano, como China o Rusia.

El medio colombiano El Tiempo refiere que «la Administración de Joe Biden está tratando de revivir las negociaciones para una salida democrática de la crisis de Venezuela y fuentes indican que estarían muy cerca de hacer anuncios importantes. Designar a Venezuela como un estado promotor del terrorismo podría hundir esas aproximaciones».

En este aspecto, coincidió Pérez Pirela. “Yo lo dije en el programa de ayer: se está tratando de boicotear el diálogo y las elecciones”.

Pese a que la hace como fórmula para desviar la atención, no debería interpretarse como que la solicitud del gobernante de Colombia carece de peso o será ignorada sin más, particularmente por la naturaleza de la acusación.

Maduro, en la ya referida entrevista, dijo que confía en el sentimiento noble del pueblo colombiano. “Hay dos mundos: el virtual de los medios, de El Tiempo, El Espectador, la revista Semana, la basura mediática de Colombia, Caracol, RCN; y el mundo real, del pueblo, de la gente de a pie.  Esos millones de jóvenes que han  estado movilizados en el estallido social, en su corazón está el amor por Venezuela y el respeto por nuestra Revolución. Allí anida ese sentimiento y tengan la seguridad de que al pasar el tiempo, esa nueva realidad colombiana, ese pueblo movilizado cambiará la relación entre los gobiernos que haya en Colombia y el gobierno revolucionario de Venezuela”.

Presentó otro tramo de la conversación de Maduro con Patricia Villegas, en el que habló sobre la campaña desde Colombia y la diferencia del trato a los colombianos en Venezuela: “A Colombia han migrado alrededor de 600 mil venezolanos, muchos de ellos hijos o nietos, descendientes de familias colombianas. Ya han regresado, por la pandemia, casi 400 mil. Allá los han tratado con xenofobia, con racismo, con desprecio. Es muy difícil que cualquier presidente o presidenta que llegue pueda tener la sensatez de un estadista y regularizar las relaciones con el gobierno legítimo de Venezuela”.

El riesgo de la R2P

Los últimos minutos del programa los dedicó a explorar uno de los riesgos que se esconde detrás de solicitudes como al de Duque, y es que Venezuela pueda ser sometida a operaciones de injerencia internacional, como las llamadas  R2P.

“Esta clase de acusaciones, abona el terreno para promover internacionalmente que en Venezuela ocurren violaciones masivas a los derechos humanos y que no existe Estado de derecho, razón por la cual es necesaria una ‘intervención humanitaria’, mecanismo de injerencia que se conoce con el nombre de Responsabilidad de Proteger (R2P es su nombre clave en inglés).

La abogada constitucionalista Ana Cristina Bracho dijo a LaIguana.TV que la R2P es un concepto altamente cuestionado, pues además de socavar la soberanía, las veces que ha sido aplicado nunca se ha cumplido el principio de reconstrucción de los países afectados.

Al mismo tiempo, la R2P rompe el principio según el cual el Estado tiene la capacidad de autodeterminarse, de autocorregirse y de proveer mecanismos para garantizar los derechos de sus ciudadanos y sus ciudadanas.

Particularmente se aplica en países del sur del mundo y con intereses petroleros, en los demás casos en que ha sido solicitado, no se ha procedido.

Presentó un primer fragmento de la entrevista concedida por Bracho al programa Cara a cara, en el que explica que uno de los países donde se aplicó la R2P fue Sudán, un país africano y petrolero, que luego resultó dividido en dos. No se ha aplicado, en cambio, en otros países donde se ha solicitado pero sin esos intereses estratégicos y con aliados entre las grandes potencias. “En esto influye mucho quién tiene la opinión pública y diplomática favorable -dijo-. La responsabilidad de proteger es una falacia, como se dice en doctrina, porque significa salvar de la asfixia estrangulando. Si tenemos un país que sufre problemas de derechos humanos, donde hay crímenes de lesa humanidad, de guerra, etnocidio, genocidio, limpieza étnica, no es por la vía militar y armada que la situación va a mejorar, pues las guerras son, en sí mismas, un proceso masivo de violación de derechos humanos y de colapso de las prerrogativas de los derechos humanos. Allí está el punto: ¿es la R2P una vía para restablecer los derechos humanos o una vía neocolonial para redistribuir el tablero internacional?”.

Antes de comprometerse a dialogar con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, el ala extremista de la oposición, cercana al gobierno de Iván Duque y amparada por Washington, insistió reiteradamente en la aplicación de este mecanismo. No se trató solamente de un discurso vacío, pues este grupo ha adelantado acciones concretas al respecto, que incluyen denuncias ante la Corte Penal Internacional por supuestos delitos de lesa humanidad y la construcción de una matriz de opinión según la cual Venezuela padece una crisis humanitaria. “Esto no cuajó, pero el proceso sigue silenciosamente”, advirtió Pérez Pirela.

¿Se aplicará en Venezuela el R2P? Bracho precisó que el proceso contra Venezuela empezó en 2018, con el relato de la crisis de refugiados, los informes de la Alta Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y los reclamos de los países receptores, aunado al posicionamiento de la noción de crisis humanitaria.
Bracho, en otro pasaje de la entrevista, indica que “como concepto, la R2P es resultado de un camino basado en construcción de un consenso. En Venezuela comienza en 2018 con los países receptores señalando que la migración venezolana es un problema para ellos. Se quiso establecer el imaginario de Venezuela es igual a crisis humanitaria. La instrucción de este expediente en el que se pretende presentar a Venezuela como un Estado violador de los derechos humanos continuó en 2020 con la publicación de diversos informes, tanto por parte de la correspondiente oficina de la ONU, como de los así llamados ‘expertos independientes’».

“El Consejo de Derechos  humanos le dio un mandato a Michele Bachelet  para que venga e investigue. Por eso ella vino y por eso hace actualizaciones continuas. Esa vía se complementa con la de los expertos independientes, como ellos lo denominan, que da las características marco que ya se han visto en otros países. Por ejemplo, en Libia, el Consejo de Derechos Humanos remitió a la Corte Penal Internacional, que da un mandato de detención contra Muamar al Gadafi, pero al mismo tiempo se aplica la Responsabilidad  para Proteger y se va a la denominada invasión humanitaria”, añadió Bracho.

Las instancias regionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA) o el Grupo de Lima, también juegan su papel en la preparación del terreno para la concreción de la así llamada intervención humanitaria, pues se encargan de presentar al Estado denunciado como una amenaza para todo el mundo, no solamente para Estados Unidos.

Bracho explicó este aspecto: “En relaciones internacionales se ve mal que un país grande y poderoso persiga a un país chiquito,  entonces se buscan los países aliados para llevar una voz que diga ‘no es un problema con EE.UU., sino con las bases de la solidaridad, del derecho internacional”

Se hace uso de todos los recursos disponibles para legitimar ante la opinión pública la necesidad inevitable de intervenir, incluyendo el uso de actores y actrices de Hollywood, habitualmente percibidos como personas comprometidas con causas nobles. “Como la R2P es un asunto  de consenso, de decir que toda la humanidad considera que es justo y necesario intervenir, se juega con la opinión pública y estos grandes actores están en el imaginario como buenos, exitosos, nobles, y siempre juegan en este tablero”, agregó la abogada.

Pérez Pirela, a manera de gran conclusión de lo revisado durante el programa, dijo que “al fin y al cabo, seguimos perseguidos por aire, tierra y mar, en los campos de las finanzas, la política internacional y la mediática por parte de EE.UU. y países de la Unión Europea, mientras al lado tenemos a Colombia, donde se llevan a cabo los más grandes atropellos que conoce nuestra América y que, paradójicamente, no son denunciados internacionalmente ni por la mayoría de los países,  medios de comunicación e instituciones internacionales”.

“Y, además, este país, guapo y apoyado por EE.UU. se permite culpar a Venezuela por lo que precisamente  Colombia está haciendo. Es, como diría Eduardo Galeano, el mundo al revés, el mundo patas arriba”, sentenció.

(LaIguana.TV)