La politización de los hechos científicos sobre el rastreo del origen del virus COVID-19 es parte de una operación de EEUU de falsa bandera, afirmó Hamdhan Shakeel, defensor social y activista radicado en Maldivas.

Si bien la mayoría de las naciones están cooperando y pidiendo una investigación transparente y científicamente impulsada sobre el origen del virus, Estados Unidos ha adoptado una postura firme en su enfoque para rastrear el origen del virus, subraya Shakeel en su artículo publicado por Maldives News Network.

EEUU ha politizado el asunto hasta tal punto que ha dado lugar a crímenes de odio antiasiáticos en Estados Unidos, dijo Shakeel. Es una propaganda poco ética echar la culpa por no salvaguardar la vida de su propia gente y controlar una enfermedad que puede haberse originado dentro de sus propias fronteras, cree el autor.

Y no solamente en las Maldivas y China suenan tales ideas. Ya en abril, el periódico financiero más grande del mundo The Nikkei que tiene su sede en Tokio advirtió que los ataques antiasiáticos erosionan la imagen de EEUU en el mundo mientras la Administración Biden reconstruye los lazos de Washington con el Pacífico.

El año pasado los delitos de odio contra los asiáticos denunciados a la Policía aumentaron casi un 150% en 16 de las ciudades más grandes de EEUU, según el Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad de California en San Bernardino.

(Sputnik)