Las auroras boreales son un fenómeno natural que no deja indiferente a nadie, pero se ve incluso más espectacular desde el asiento de piloto del avión espía estadounidense U-2 que vuela a una altitud de más de 20 kilómetros.

«Parece que el cielo está literalmente explotando a mi alrededor», comenta el autor de las imágenes, que ahora trabaja como piloto comercial. Curiosamente, en persona este espectáculo se vio de una manera diferente. Así, la primera aurora que se puede ver en el video en la vida se vio como «una neblina gris», que solo apareció en color verde en las imágenes.

El piloto también explicó que a pesar de su privilegiada ubicación a una gran altitud, fotografiar las auroras boreales fue todo un reto. Uno de los problemas es que se mueven bastante rápidamente y en muchos casos la exposición de la cámara es demasiado larga y simplemente aparecen como manchas de color sobre el cielo.

Por ello tuvo que planear y prepararse antes de cada toma desde la oscuridad de la cabina, mientras el autopiloto mantenía el rumbo de vuelo. También destaca que tuvo suerte con el cuarto de luna que iluminaba el paisaje abajo con la cantidad de luz perfecta.

(Sputnik)

 
 
 
 
 
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