Aunque Cuba en ningún momento se ha negado a recibir vacunas de donación a través de Covax (COVID-19 Vaccines Global Access), no se asoció a dicho mecanismo, en tanto que optó por invertir sus limitados recursos en el desarrollo de candidatos vacunales propios, expresó, en conferencia de prensa, el doctor en Ciencias Gerardo Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).

La nación antillana –explicó el experto– no clasifica en la lista de los 92 países que, de acuerdo al ingreso per cápita establecido por el Banco Mundial, se consideran más desfavorecidos y de menores ingresos y, por lo tanto, reciben las vacunas gratis.

De esta forma, al integrarse Cuba al fondo Covax tendría que entrar en los países que tienen que pagar por las dosis de inmunógenos, agregó el directivo.

«Cuba tiene una capacidad de producción y desarrollo de vacunas que incluso venía desde antes, porque los primeros suministros de Covax fueron en febrero de este año y Cuba, desde inicios de la epidemia, venía trabajando en la estrategia de desarrollo de candidatos vacunales; por eso, la prioridad nuestra fue invertir los limitados recursos que tenemos en el desarrollo de candidatos propios», subrayó Guillén Nieto.

Covax, propuesta en abril de 2020, es una iniciativa global liderada por la Organización Mundial de la Salud y por la Fundación Gavi y la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias, dos grupos en defensa de las vacunas, con el objetivo distribuir 2 000 millones de dosis para fines de 2021, que garantizaran la equidad en el acceso a las vacunas contra la COVID-19 en el mundo.

Sin embargo, –según señala un reporte de BBC– hasta el mes de junio de 2021 Covax había entregado tan solo unas 72 millones de dosis a 125 países, por debajo de las 172 millones que debería haber distribuido a estas alturas.

En cambio, Cuba desarrolló cinco candidatos vacunales (uno de ellos ya obtuvo el Autorizo de Uso de Emergencia) y hasta el 9 de agosto más de diez millones de dosis suministradas, con unas 2 800 000 personas con el esquema completo de vacunación, lo que equivales a alrededor del 30 % de la población vacunada.

«Está demostrado que la apuesta que hizo Cuba fue la correcta, considerando la situación nuestra de que tenemos, a diferencia de muchos países, capacidad de producción y desarrollo de vacunas, y por lo tanto, de inmunizar a toda la población», aseguró el Director de Investigaciones Biomédicas del CIGB.

(Granma)