Los talibanes ingresaron al palacio presidencial en Kabul tras la salida del país del presidente Ashraf Ghani. El exmandatario aseguró que huyó de la capital de Afganistán «para evitar un baño de sangre», según informó la agencia AFP.

El propio Ghani admitió en un mensaje en Facebook que «los talibanes ganaron», después de que los insurgentes entraran en Kabul, al término de una ofensiva fulgurante. «Ahora son responsables del honor, de la posesión y de la autopreservación de su país» agregó el ahora expresidente.

«Se fue de Afganistán en momentos difíciles. Que Dios lo haga responsable», dijo Abdullah Abdullah, excanciller y actual presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, en un video que subió a su cuenta de Facebook para confirmar la huida de Ghani.

Un portavoz informó a la cadena Al Jazeera que los talibanes ofrecerán una amnistía a quienes trabajaron con el gobierno y el ejército. En ese contexto, tras la salida de Ghani el poder se traspasó a un consejo de transición, integrado en particular por el jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional en Afganistán, Abdullah Abdulla y el expresidente Hamid Karzai, que más tarde entregará el poder a los talibanes.  Los talibanes afirmaron que no habrá un gobierno de transición en Afganistán, sino «un traspaso completo» del poder.

Por su parte, el gobierno de Estados Unidos comenzó a evacuar a sus diplomáticos de la embajada de Kabul después de que la capital afgana fuera rodeada por el movimiento islamista talibán que recuperó el control de 26 ciudades y negocia con el actual Gobierno una “transición pacífica” del poder. Canadá, Italia, Francia y Alemania también informaron que empezaron a evacuar a sus ciudadanos. 

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