Este lunes 16 de agosto, el presidente Nicolás Maduro aseveró que al lograr instalar un diálogo, su gobierno había conseguido «aplastar políticamente» al exdiputado Juan Guaidó, quien durante más de dos años sirvió a los intereses injerencistas de Estados Unidos, con los que se pretendía derrocarlo.

«Lo derrotamos. A Guaidó lo aplastamos, políticamente hablando. Y si aplastamos a Guaidó, aplastamos la estrategia intervencionista de Estados Unidos», sostuvo el mandatario en una rueda de prensa con medios nacionales e internacionales ofrecida desde el Palacio de Miraflores.

En su criterio, el camino hacia la solución ya inició con el diálogo «con los factores de oposición que están en la órbita de dominación, de dominio, de Estados Unidos y la Unión Europea», puesto que puede decirse sin duda que «estos sectores que están en la Plataforma Unitaria de Oposición, son los sectores que de una u otra forma han entrado en la estrategia estadounidense y de las élites de la Unión Europea contra la Revolución Bolivariana». 

En su intervención, Maduro recordó que no se trata de actuaciones novedosas por parte de la oposición venezolana, puesto que «buena parte de estos sectores estuvieron en el golpe de Estado contra el comandante Chávez el 11 de abril de 2002».

Empero, precisó que entre los años 2019 y 2020, Washington y algunas naciones de la Unión Europea «ensayaron un modelo brutal que no habían ensayado en ningún país del mundo, que era, entre ellos, reconocer un gobierno paralelo, reconocer instituciones paralelas, intentar una explosión social, una guerra civil, una ocupación militar de Venezuela».

A su parecer, los intentos de la Casa Blanca para deponerlo implicaron la combinación de tácticas empleadas en otros golpes de Estado en la región –Guatemala, Brasil, Chile–, así como algunas novedades, entre las que destacan esfuerzos «para dividir la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, para provocar una invasión por Colombia y por la costa», así como múltiples intentos de magnicidio y de asesinato de figuras prominentes de su administración.

«Ahora dimos el primer paso: dialogar con quienes nos querían matar. Hay que ver dónde, en qué parte del mundo sucede esto. Nos hemos sentado a verle la cara a los que nos querían matar. Digo ‘querían’, no digo ‘quieren’, porque al sentarse en México, entiendo que han cesado en todas sus intenciones», enfatizó.

(LaIguana.TV)