A pesar de las millones de evidencias que existen y las imágenes hechas desde satélites en el espacio, donde se puede ver claramente que la Tierra es redonda, todavía hay gente que se ha quedado en la Edad Media y piensa que la Tierra es plana.

La comunidad terraplanista es mucho más extensa de lo que cabe imaginar, incluso existen foros en redes sociales donde terraplanistas comparten sus teorías sobre la forma de la Tierra. La convicción ha llegado hasta tal punto que un usuario de uno de estos foros en Facebook ha asegurado que Chile no existe.

«He estado viendo este documental de Chile y cada vez tengo más claro que no existe», y añade más tarde: «Yo nunca he estado en Chile y no conozco a nadie que haya estado en Chile. He visto algunas fotos pero seguramente sean CGI», haciendo referencia a imágenes generadas por computadora.

El usuario está convencido de que el país no existe alegando que las casas que vio en el documental parecían de cartón y los chilenos parecían actores porque “miran a la cámara”, explicaba. Además también ha asegurado que ha hecho investigaciones y que «todo el que habla de que ha estado en Chile no puede demostrarlo», aseguraba.

Ante tales declaraciones, los chilenos se han partido de la risa y han compartido todo tipo de memes y burlas en redes sociales, desde tuits dándole las gracias al usuario por liberarlos de las grabaciones permanentes, hasta otros asegurando que los Simpson ya habían destapado el secreto antes.

La mayoría de ellos han hecho referencia a la declaración que asegura que los chilenos son en realidad actores: «Si Chile no existe y somos actores, quiero que me cambien el rol de pobre», bromeaban irónicamente haciendo reclamos contra los supuestos «guionistas».

Sorprendentemente la convicción de que la Tierra es plana la comparten cientos de usuarios alrededor del mundo en las redes sociales, aunque después de todos los comentarios de los chilenos ante la afirmación de que Chile no existe, seguramente ahora serán menos los que dudan sobre la existencia del país.

(La Vanguardia)