La Cancillería de Rusia indica que el envío de tropas a Afganistán se contrapone a sus intereses y asegura que nuevas autoridades afganas no necesitan apoyo alguno.

“Semejante acción no respondería a nuestros intereses. Además, las nuevas autoridades han comenzado a poner orden en el país y no precisan de apoyo militar de nadie”, afirmó el viceministro de Exteriores ruso, Oleg Siromólotov, en declaraciones a la agencia local de noticias Sputnik.

Cabe recordar que la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) invadió Afganistán en 1979  y mantuvo sus tropas allí hasta 1989.

El diplomático afirmó también que Moscú se tomará su tiempo para decidir si va a sacar al grupo armado Talibán de su lista de organizaciones terroristas.

“No vamos a apresurarnos a eliminar al movimiento Talibán de la lista rusa de organizaciones terroristas, ni tampoco a reconocer a las nuevas autoridades afganas. Nos vamos a guiar por los pasos prácticos que darán las nuevas autoridades afganas y por las decisiones correspondientes del Consejo de Seguridad de la ONU”, aseveró.

Al respecto, recordó que Talibán declaró el fin de las hostilidades, decretó amnistía para los funcionarios gubernamentales y los afganos que sirvieron a los contingentes de EEUU y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), confirmó la intención de respetar los derechos de mujeres (dentro de la ley islámica) y comenzó a establecer el orden social, dando garantías de seguridad al pueblo y las misiones diplomáticas extranjeras.

“También consideramos importantes las aseveraciones del movimiento de los talibanes de que no permitirá que el territorio de Afganistán sea utilizado contra terceros países”, subrayó el diplomático ruso.

El avance de los talibanes ocurrió en paralelo con la fase final de la retirada de las fuerzas de EEUU y de la OTAN de Afganistán, que invadieron el país en 2001, so pretexto de traer la paz para la nación devastada por la guerra y deponer al grupo insurgente.

Conforme advierten algunos observadores, Washington estaría reforzando a Talibán para encontrar una justificación a futuras misiones en pro de sus intereses en el país centroasiático. Eso, mientras que el mundo está preocupado por el futuro de Afganistán y posible inseguridad que trae a la región este vacío de poder en el país donde habitan miembros peligrosos de grupos terroristas como Al-Qaeda y Daesh.

(HispanTV)