Desde que en 2015, el entonces presidente Barack Hussein Obama decretara a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria contra la seguridad nacional de los Estados Unidos, en Washington se avanzó una estrategia para acelerar el colapso de la economía venezolana que fue abiertamente confesada por diversos funcionarios estadounidenses.  
 
Así lo aseguró este martes 24 de agosto la vicepresidenta Delcy Rodríguez, que además recordó que el 9 de enero de 2018, voceros del Departamento de Estado reconocieron públicamente que las sanciones impuestas sobre Venezuela estaban funcionando porque el país estaba al borde del ‘default’. 
 
Para ejemplificar, recuperó las declaraciones de William Brownfield, exembajador de Washington en Caracas y funcionario de larga trayectoria en el Departamento de Estado, quien dijo públicamente que sancionar a Petróleos de Venezuela tendría incidencia en todo el pueblo y destacó la necesidad de «acelerar el colapso» económico del país suramericano, independientemente de sus consecuencias. 
 
Por su lado, Mike Pompeo, secretario de Estado entre 2018 y 2021 reconoció que la estrategia de sanciones había sido ideada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), mientras que John Bolton, quien sirvió como Consejero de Seguridad Nacional de la administración Trump, indicó que su país había congelado 7.000 millones de dólares estaban depositados en bancos extranjeros, así como 11.000 millones de dólares en activos pertenecientes al Estado venezolano. 
 
En la presentación del informe, con el que se completan todos los pasos jurídicos para demostrar ante la Corte Penal Internacional que con su política de sanciones, Estados Unidos comete crímenes de lesa humanidad contra el pueblo venezolano, Rodríguez rememoró que el Citibank transfirió 342 millones de dólares de una cuenta del Banco Central de Venezuela a otra de la Reserva Federal, que posteriormente fueron entregados al pseudo gobierno de usurpación encabezado por el exdiputado Juan Guaidó. 
 
(LaIguana.TV)