México no tiene la obligación de acatar las resoluciones de la Corte Suprema de Estados Unidos en materia de migración, ya que su política migratoria «se diseña y ejecuta de manera soberana», afirmó el jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Roberto Velasco.

El posicionamiento de la Cancillería se da luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos ordenara el 25 de agosto a la Administración Biden reactivar los Protocolos de Protección a Migrantes (programa conocido como Quédate en México), implementados por Donald Trump, y los cuales obliga a migrantes a quedarse en México mientras se revisan las solicitudes de asilo para entrar a EEUU.

A través de un comunicado de prensa, Roberto Velasco indicó que la SRE no se posiciona respecto a la implementación de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos, pero enfatizó que la política migratoria de México «se diseña y ejecuta de manera soberana».

«En consecuencia, el fallo de la Suprema Corte de los Estados Unidos no tiene implicación directa en la gestión migratoria del Gobierno de México«, se lee en el boletín de la SRE.

Velasco Álvarez agregó que, «en el ánimo de responder de manera humanitaria a las necesidades de personas migrantes», el Gobierno de México iniciará un diálogo técnico con la Administración Bien para «evaluar los escenarios en la gestión de flujos migratorios ordenados, seguros y regulares en la frontera común».

Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) emitió un breve comunicado en el que mostró su desacuerdo con la decisión de la Corte Suprema de EEUU y anunció que apelará la decisión «vigorosamente».

«Con nuestros colaboradores homólogos, la DHS inició con el Gobierno de México discusiones sobre los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP). La DHS sigue comprometida en construir un sistema de inmigración seguro y ordenado que se apegue a las leyes y valores», se lee en el boletín.

AMLO respalda a la Cancillería

Durante la conferencia matutina del 26 de agosto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue cuestionado sobre el posicionamiento de la Cancillería, y declaró que suscribe la defensa de la soberanía de México.

«Suscribo lo mismo, esa es mi opinión; lo que dio a conocer la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre este asunto (…). Vamos a ver qué definió la Secretaria de Relaciones y siempre vamos nosotros a procurar tener una muy buena relación con el Gobierno de Estados Unidos, se tuvo cuando estuvo el presidente Trump y se tiene ahora con el presidente Biden», declaró el mandatario mexicano.

López Obrador agregó que se está acordando con EEUU la implementación de medidas que no sean coercitivas, pues la intención es promover el desarrollo en Centroamérica, donde «llovió sobre mojado».

Indicó que una de las propuestas planteadas contempla la emisión de visas temporales de trabajo, pues Estados Unidos y Canadá no tienen mano de obra y la mayoría de los migrantes viaja por falta de trabajo.

«Se está atendiendo el problema de fondo, se está buscando que se invierta para que haya desarrollo, que haya empleos, bienestar en los países de Centroamérica; que la gente no se vea obligada a emigrar, porque nadie sale de su casa y abandona a su familia por gusto, lo hacen por necesidad», afirmó el presidente mexicano.

Quédate en México

El polémico programa migratorio Quédate en México fue implementado por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump en abril de 2019 y obliga a los migrantes solicitantes de asilo esperar en México la resolución de sus trámites.

De acuerdo con datos difundidos por La Jornada, tras la implementación del programa, más de 6.000 migrantes se integraron a Quédate en México entre abril de 2020 y enero de 2021, de un total de 71.000 solicitantes de asilo.

Al iniciar su administración, Joe Biden ordenó la suspensión de este programa como parte de su estrategia para desmantelar la política migratoria de su antecesor; sin embargo, fiscales de algunos estados, como Texas y Misuri, iniciaron procesos legales para reactivar el programa, mismos que fueron validados el pasado 13 de agosto por el juez federal Matthew Kacsmaryk, nominado por Trump para un cargo en una corte de Texas.

La resolución de la Corte Suprema de EEUU se anuncia luego de que el país reportara un histórico flujo de migrantes. Tan solo en julio de 2021, el Gobierno estadounidense detuvo a 212.672 migrantes que intentaban cruzar su frontera con México, la cifra más alta reportada en los últimos 20 años.

(Sputnik)