El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió hoy del riesgo de otro atentado terrorista en Kabul, capital de Afganistán, en las próximas horas, lo cual consideró «altamente probable».

El mandatario dijo que se reunió con su equipo de Seguridad Nacional y prometió que Estados Unidos llevaría a cabo nuevas acciones de represalia contra los terroristas responsables del ataque del jueves pasado en la entrada del aeropuerto internacional de Kabul, que dejó alrededor de 170 muertos, entre ellos 13 efectivos del Pentágono.

La noticia llega a escasas 72 horas de que se cumpla el plazo que Biden fijó para sacar a todas las tropas estadounidenses de la nación centroasiática, completando así la retirada de fuerzas tras 20 años de una guerra perdida, según la catalogan analistas políticos.

En un comunicado difundido por la Casa Blanca, el presidente admitió que «la situación sobre el terreno sigue siendo extremadamente peligrosa, y la amenaza de ataques terroristas en el aeropuerto es alta» en las próximas 24-36 horas.

El Departamento de Defensa atribuyó el atentado del día 26 a una filial del grupo terrorista Estado Islámico que opera principalmente desde el sur y el centro de Asia.

Al final de la noche de ayer, siguiente día en Afganistán, el Ejército estadounidense confirmó que Biden ordenó un ataque militar en la provincia de Nangahar, donde eliminaron a dos objetivos de ‘alto perfil’ descritos como ‘planificadores y facilitadores’, aunque no proporcionaron nombres ni información adicional sobre sus identidades.

El ocupante del Despacho Oval prometió «cazar» a los responsables del reciente ataque –el más mortífero sufrido por las tropas de su país desde 2011- y reiteró que «los perseguiremos y haremos que paguen por esto».

La mansión ejecutiva anunció que casi siete mil personas salieron de Kabul entre la madrugada de viernes y sábado, lo que eleva el número total de evacuados desde finales de julio a aproximadamente 117 mil 500.

Estados Unidos invadió Afganistán en octubre de 2001 para derrocar al Talibán, al que acusaban de albergar a Osama bin Laden y otros cabecillas de la red Al Qaeda vinculados a los ataques del 11 de septiembre en Nueva York.

El número de tropas estadounidenses creció a medida que Washington arrojó miles de millones de dólares para combatir a los talibanes y financiar la reconstrucción del país, que en su máximo nivel alcanzó 110 mil efectivos en 2011.

(Prensa Latina)