La Agencia Nacional de Energía Eléctrica brasileña (Aneel) anunció este martes un alza promedio del 6,78% en la cuenta de luz desde septiembre, a través de una tasa adicional aplicada por la sequía que sufre el país.

La tasa, que ya estaba en el nivel más alto de un sistema de precios basado en los costos de producción, se incrementó en un 50%, de 9,49 reales (unos USD 1,85 al cambio del día) a 14,2 (USD 2,74) por cada 100 kWh de consumo.

«Como todos los recursos más baratos ya estaban siendo utilizados, esta electricidad adicional proveniente de la generación termoeléctrica e importación costará más caro», dijo el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, en un mensaje transmitido por cadena nacional.

El peso del incremento en la factura de electricidad se estima cercano al 7% con base en la tarifa media de 60 reales (USD 11,6) en el país, indicó en el anuncio André Pepitone, director general de Aneel.

Sin embargo, quedarán eximidos los consumidores beneficiarios de la tarifa social.

El nuevo valor se mantendrá hasta fin de abril para cubrir los costos de la emergencia.

Albuquerque pidió un «esfuerzo urgente» de ahorro a todos los sectores «para aumentar la seguridad energética y disminuir los riesgos de falta de suministro en los horarios de mayor consumo».

Según estimó, una baja de 12% en la demanda residencial equivale al suministro de 8,6 millones de domicilios. A eso se espera llegar con un plan de incentivos lanzado el martes que otorgará un pago de 50 reales a los hogares que disminuyan su consumo más del 20% cada 100 kWh.

El gobierno echó mano a energías alternativas e importaciones para garantizar el suministro ante la falta de lluvias que afectó los niveles de las represas hidroeléctricas de las regiones del centro oeste y sur.

Allí se origina el 70% del suministro de esta fuente, que prevalece en el país pese a tener una matriz energética diversificada.

El sistema de precios por niveles según los costos de generación está ilustrado por distintas banderas con los colores del semáforo. En enero, la bandera amarilla determinaba un extra de 1,34 reales (USD 0,25) por cada 100kWh de consumo, pero el avance de la sequía fue elevando el valor hasta el nivel actual.

El máximo nivel de la bandera roja regía desde junio, sobre todo a causa de la costosa producción de energía termoeléctrica.

La gravedad de la crisis hídrica requirió crear una nueva franja para continuar las alzas, la denominada bandera de la «escasez hídrica» anunciada este martes.

Otras medidas oficiales son un plan de ahorro para empresas y la imposición a la administración pública federal de ahorrar de 10 a 20% de electricidad hasta abril.  

(AFP)