Édgar Vivar saltó a la fama de la mano de Chespirito, que en 1970 lo llamó para que se sumara a su programa. En El Chavo del 8 le dio dos papeles: el del Señor Barriga y el de Ñoño. Ambos personajes se ganaron el corazón de la gente, que aún los recuerda con mucho cariño. Sin embargo, antes de incursionar en el mundo de la TV el actor se había preparado profesionalmente para ejercer la medicina. Y se recibió de ginecólogo.

En las redes hay dos fotos que lo comprueban. Se lo ve con el delantal de doctor y muy concentrado en sus tareas. “En mi época universitaria los estudiantes debíamos tener una actividad estética y yo escogí el teatro. Siempre me gustó, desde pequeño. Aunque no parezca, las dos profesiones van de la mano. Porque la medicina busca aliviar el dolor físico, y el arte el dolor del espíritu”, explicaba hace más de cuatro décadas en una entrevista para TV Guía.

Una vez que le tomó el gustito a la actuación ya no hubo tiempo para ir a las clínicas y hospitales, aunque siempre estuvo predispuesto a colaborar cuando algún colega se lo pidió. ¡Y trajo varios niños al mundo! En un acto de sinceridad, sostuvo que fueron sus padres quienes le insistieron para que se metiera de lleno en la medicina, pero sus hermanos confiaron en su talento actoral y lo impulsaron a seguir adelante, sin imaginarse que poco después se terminaría convirtiendo en el querido -y a veces odiado- Señor Barriga.

¿Qué es de su vida actualmente? Aunque intentó despegarse de sus personajes de El Chavo del 8, le fue imposible. Ahora, con los protocolos correspondientes, recorre Estados Unidos con su show, donde se reencuentra con aquellos que cuando eran niños se reían con las aventuras en la famosa vecindad.

(airedesantafe)

Édgar Vivar es ginecólogo.