La devastación causada por los coletazos del huracán Ida en Estados Unidos, que se han cobrado alrededor de medio centenar de vidas en la región noreste, ha vuelto a hacer evidentes las deficiencias en infraestructuras y viviendas en buena parte del país.

Personas ahogadas en sus apartamentos, carreteras totalmente anegadas o el metro de Nueva York desbordado por el agua… Las miserias de la Gran Manzana y otras ciudades han quedado nuevamente al descubierto con las lluvias de récord de los últimos días.

Hoy, con la tormenta ya disipada, los estadounidenses se preguntaban el porqué de este inesperado desastre y las autoridades prometían trabajar en mejoras para evitar que las dramáticas escenas de los últimos días se repitan.

El huracán Ida azotó el pasado domingo el sur de EE.UU., sobre todo Luisiana y Misisipi, y luego avanzó hacia el norte, ya degradado a tormenta tropical, causando grandes inundaciones en el área alrededor de Nueva York, donde el agua pilló por sorpresa a la población.

En total, hoy se habían confirmado casi 50 víctimas mortales en la región noreste de EE.UU. con Nueva Jersey como el estado peor parado, con 25 fallecidos, seguido de Nueva York, con otros 15 y Pensilvania, con 4.

Es de esperar que el balance de víctimas aumente, pues según el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, en ese estado hay aún seis desaparecidos tras haberse certificado este viernes otras dos muertes.

Ahogados en sus viviendas

Además de muchos fallecidos en las carreteras, buena parte de las muertes se registraron en apartamentos situados en sótanos, convertidos en trampas mortales en estas inundaciones.

De las 13 personas que perdieron la vida en la ciudad de Nueva York, 11 lo hicieron en viviendas de este tipo, a menudo ilegales y habitadas muchas veces por inmigrantes que no tienen recursos para acceder a otro tipo de alojamiento.

En el distrito de Queens, donde este tipo de viviendas son más comunes, se concentraron el grueso de los fallecimientos, incluido el de un niño de 2 años y sus padres, atrapados por las aguas en su apartamento.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este viernes la puesta en marcha de un nuevo plan de respuesta a lluvias torrenciales que dará atención prioritaria a quienes viven en sótanos y que incluirá evacuaciones por parte de los servicios de emergencias.

«Esta es una medida muy contundente. No es simplemente decirle a la gente que tiene que salir de su apartamento, es ir puerta por puerta (…) para sacarlos», señaló De Blasio, que insistió en la necesidad de cambios ante la cada vez mayor frecuencia de grandes precipitaciones.

El miércoles, se registró la mayor caída de agua en una hora desde que hay registros en Nueva York, batiendo un récord que se había establecido sólo días antes.

Infraestructuras desbordadas

La fuerza de las lluvias desbordó una vez más a Nueva York y su región, con carreteras inundadas y metros y trenes gravemente afectados, que aún hoy continuaban operando con numerosos problemas.

Las imágenes de cascadas irrumpiendo en el desvencijado subterráneo neoyorquino o de pasajeros siendo evacuados de los trenes se hicieron virales y han vuelto a disparar el debate sobre el mal estado de las infraestructuras de la zona.

«No quiero volver a ver las cataratas del Niágara bajando por las escaleras de un metro de Nueva York», subrayó hoy de nuevo la nueva gobernadora del estado, Kathy Hochul, que prometió nuevas medidas para mejorar la prevención ante inundaciones.

La región espera recibir importantes ayudas económicas del Gobierno federal para acometer la reconstrucción y apoyar a las familias y negocios afectados, después de que la Casa Blanca haya aprobado una declaración de emergencia para Nueva York y Nueva Jersey.

(EFE)