En la localidad bonaerense de Caseros, en Argentina, un joven de 24 años de edad convivió con el cadáver de su abuela durante seis meses, haciéndole creer a su familia que la anciana aún se hallaba con vida, solo con el objetivo de continuar cobrando la pensión que esta devengaba. 

Las autoridades descubrieron esta macabra situación el pasado viernes 3 de septiembre. La dama fallecida fue identificada como María Jevos, de 89 años de edad. 

El muchacho, identificado como Agustín, habría escapado del referido sector luego de dejar una carta dirigida a sus familiares, en la cual les pedía perdón. De acuerdo a sus palabras, la mujer habría contraído coronavirus y habría muerto por su culpa. 

“Aparentemente contrajo Covid. Un día la encontré media decaída y le dije de ir al médico, pero al ser tan tarde no quería. Ese mismo día a la noche levantó temperatura y me la encontré tirada en el piso (habíamos arreglado para ir temprano al día siguiente)”, relató el muchacho en la misiva. 

“Posponía los días porque no sabía cómo decirlo. Decidí irme, espero que algún día me perdones. Sé fuerte por Florencia”, agregó. 

Según el medio Crónica, el joven, quien se encargaba de cuidar a la octogenaria, no sabía cómo informarles a sus allegados sobre la muerte de su abuela. La anciana habría muerto en el mes de marzo de este año. 

“Los primeros meses fueron difíciles y recurrí al alcohol. Esto te lo digo para que sepas que la abuela no vivió en la mugre nunca. Siempre estuvo de punta en blanco y vivió como una reina”, señaló el muchacho en el texto. 

“Me gustaría contarte bien cómo fue todo, pero no puedo. Un beso”, concluyó. La carta fue enviada a su madre. 

La carta fue recibida el pasado 29 de agosto. De acuerdo a los investigadores, Agustín habría tomado la decisión de esconder el cadáver de su abuela para seguir cobrando su pensión. 

Los efectivos de la Comisaría de Caseros ingresaron a la finca donde vivía la hoy occisa, con el permiso de sus familiares. La propiedad se encuentra ubicada al noroeste de Buenos Aires. 

El esqueleto de Jevos fue hallado por las autoridades en su cama, cubierto por una cobija. En la puerta de su habitación se hallaba un cartel que decía: “No entres. Laura. Llamá 911. Léeme”. 

Agustín, mediante varios audios enviados vía WhatsApp, desde el mes de marzo le informaba a su familia que su abuela se encontraba en buen estado. “Recién fui a ver a la abuela y ya se había cambiado. Dice que no vaya nadie hoy porque no termina de hacer las cosas. Debe tener miedo al COVID-19”, se escucha en una de las notas de voz. 

El nieto, finalmente, fue localizado cuando regresaba de la localidad bonaerense de Chascomús. Según los efectivos policiales, se hallaba de vuelta porque se había quedado sin dinero. 

Hoy día Agustín está siendo investigado por los delitos de causales de muerte y abandono de persona. El caso está a cargo de la Unidad Funcional N° 5 de los tribunales de San Martín. 

(LaIguana.TV)