El presidente mexicano, Andrés Manuel López, se ha dicho seguro de que en la consulta sobre revocación de mandato, los mexicanos votarán para que permanezca en la Presidencia hasta 2024, pero, ¿cuál podría ser el escenario en caso de que pierda?  

La Cámara de Diputados está próxima a discutir la ley reglamentaria sobre Revocación de Mandato, una figura jurídica relativamente nueva en México y con la cual se busca llamar a una consulta ciudadana el próximo año para determinar si el presidente de México debe seguir, o no, al frente del país. 

El pasado 1 de septiembre, en su Tercer Informe de Gobierno, López Obrador se dijo seguro de que habrá consulta ciudadana el próximo año y de que los mexicanos votarán en pro de su estancia como presidente. 

«Vamos bien y estoy seguro de que la gente va a votar a finales de marzo del año próximo porque continúe mi periodo constitucional hasta finales de septiembre de 2024», comentó el presidente durante dicho evento. 

¿Es posible que López Obrador pierda y le sea revocado su mandato? Si eso llegara a pasar, ¿qué implicaciones tendría esto para el país? Te contamos. 

¿Qué tan probable es que se le revoque el mandato a AMLO? 

De acuerdo con una encuesta realizada por el periódico El Financiero, López Obrador llegó a su Tercer Informe de Gobierno con una aprobación del 56% en su gestión. 

Con base en sus propias encuestas, el medio detalló que entre marzo y agosto de 2021, la aprobación del presidente mexicano fluctuó entre el 56 y el 61%; sin embargo, no ha bajado de dicho rango. 

Si bien la aprobación de Andrés Manuel ha disminuido en comparación a cuando asumió la Presidencia de México en diciembre de 2018, mes en el que alcanzó un nivel de popularidad de 66%, de acuerdo con el mismo medio, el abogado Javier Martín Reyes, de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) señaló que jurídicamente hay muchas condicionantes para que proceda una consulta de revocación de mandato, además de que la aprobación del presidente sigue siendo alta. 

«Si uno ve los números de López Obrador, aunque hay debate entre los encuestadores, podemos hablar de un 60% de aprobación que es un montón», señaló en entrevista con Sputnik. 

Para el académico de la Universidad Iberoamericana y articulista Rubén Aguilar Valenzuela, que a López Obrador le sea revocado el mandato es prácticamente imposible. 

«Es absolutamente imposible, él lo sabe y por eso se metió en esta cosa, si no jamás lo hubiera hecho», sentencia el analista político. 

Entre los requisitos para poder realizar una consulta de revocación de mandato está que sea a solicitud de la ciudadanía en un número equivalente, al menos, al 3% de los inscritos en la lista nominal de electores; es decir, 2 millones 912 mil mexicanos, de acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral (INE) con corte al 27 de agosto de 2021; esto siempre y cuando en la solicitud correspondan a por lo menos 17 entidades federativas y que representen, como mínimo, el tres por ciento de la lista nominal de electores de cada una de ellas. 

Además, para que el proceso de revocación de mandato sea válido deberá haber una participación de, por lo menos, el 40% de las personas inscritas en la lista nominal de electores; es decir, alrededor de 37 millones de personas. La revocación de mandato sólo procederá por mayoría absoluta. 

Pero… ¿qué pasaría si pierde? ¿Cuál sería el panorama para México? 

Por ley, explica Javier Martín Reyes, quien sustituiría al presidente sería alguien designado por el Congreso de la Unión. 

«La última palabra no la va a tener la ciudanía sino el Poder Legislativo. Lo que va a pasar es que se va a nombrar a una persona que termine el periodo que le corresponde a López Obrador», subraya. 

De acuerdo con el especialista, esto es una paradoja, pues en 2018 los mexicanos votaron por un presidente para un periodo de seis años, por lo que la consulta de revocación de mandato, dice, es «como cambiar las reglas del juego a medio partido». 

«En una figura de democracia directa o participativa, el único cambio que puede generar es dejarnos en una situación donde nos gobierne alguien que no llegó por la vía de los votos, sino de los acuerdos legislativos», indica. 

Rubén Aguilar asevera que en un escenario hipotético en el que López Obrador se le llegue a revocar el mandato, el Congreso de la Unión podría entrar en conflicto por la designación de un nuevo mandatario, lo que podría generar incertidumbre política. 

«Si eso se prolongara, que entrara, porque no hay un presidente, en una situación de inestabilidad de la vida política del país y que eso a su vez pudiera traer consecuencias de corte económico y sobre todo social», indica. 

Esta visión la comparte Jesús Martín Reyes, quien agrega que incluso podría acarrear aún más polarización política. 

«Hacer frente a estos retos con una persona que no tiene una legitimidad proveniente de las urnas puede, no necesariamente, pero puede abrir conflictos y descontentos y ahondar algunas de las divisiones que ya existen», señala. 

¿La revocación de mandato es una buena herramienta? 

Cuando la revocación de mandato, señala Martín Reyes, es impulsada desde la ciudadanía puede tener efectos positivos, como el empoderamiento de la ciudadanía para poder hacer contrapeso a sus gobernantes. 

Sin embargo, señala, cuando el ejercicio es promovido desde la cúpula del poder, puede utilizarse como una herramienta para legitimarse, «hacer campaña» y seguir dominando la conversación pública. 

En tanto, Aguilar indica que tal y como se ha planteado el ejercicio electoral, en realidad es una ratificación y no una posible revocación de mandato, lo que podría ser utilizado como una estrategia de comunicación política a favor del gobierno actual. 

Pero, agrega el especialista, el hecho de que la figura jurídica de revocación de mandato haya sido agregada a la Constitución es un paso positivo para el país. 

(Sputnik)