El Kremlin considera que la situación actual en Guinea puede impactar de manera negativa en el mercado del aluminio, declaró el portavoz, Dmitri Peskov. 

«Se trata de un factor serio que podrá impactar negativamente en el mercado del aluminio en general», dijo Peskov ante la prensa. 

Rusia, añadió, de momento no ha estudiado la posibilidad de brindar apoyo a la compañía rusa Rusal, que, según varias fuentes, podría perder un tercio de su producción de aluminio por el golpe en Guinea. 

Rusal es uno de los líderes de la industria mundial de aluminio, que en 2020 produjo el 5,8% del aluminio y el 6,5% de la alúmina del mundo. La compañía está presente en 20 países y cuenta con unos 64.000 empleados. 

Según los datos de la Asociación de Aluminio de la Federación de Rusia, Guinea ocupa el primer lugar en términos de reservas de bauxita, con el 26,4% de las reservas mundiales. 

Además, el portavoz expresó la esperanza de que los intereses de las empresas rusas en Guinea «no se vean afectados» por la situación que vive el país. 

«Seguimos de cerca los acontecimientos de Guinea. Nos gustaría que la situación en Guinea volviera lo antes posible al cauce de la legalidad», agregó. 

La tensión en Guinea se disparó el 5 de septiembre por la mañana, con las noticias de disparos cerca del palacio presidencial en Conakri y otros lugares de la capital. Más tarde se supo que una unidad de élite dirigida por un exlegionario del Ejército francés, el coronel Mamady Doumbouya, dio un golpe de Estado y derrocó al presidente Alpha Condé, cuya reelección para un tercer mandato en octubre de 2020 fue empañada por denuncias de fraude y dio lugar a violentas protestas. 

En un mensaje al pueblo, el líder de los militares amotinados anunció la disolución del Gobierno, la derogación de la Carta Magna y el cierre de las fronteras de Guinea. Los golpistas decretaron también el toque de queda en todo el territorio nacional, hasta nuevo aviso. 

El 6 de septiembre el medio local EmergenceGN informó que el Comité Nacional de Reunificación y Desarrollo (CNRD, por sus siglas en inglés), liderado por Doumbouya, decidió reabrir las fronteras aéreas del país para vuelos comerciales y humanitarios. 

(Sputnik)