Protagonista de muchos dramas en la ficción, ahora le toca vivir uno en la vida real. Fernando Carrillo reapareció en los medios y no precisamente por un proyecto artístico, sino por un escándalo que lo vincula a un presunto abuso sexual.
El galán venezolano fue demandado y juzgado en Estados Unidos por besar a una mujer al salir de una fiesta. Entre rumores, dimes y diretes, el exesposo de Catherine Fulop habló vía telefónica con PANORAMA y desmintió las acusaciones que lo llevaron al banquillo.
—¿Finalmente en qué quedó el caso por el que fue acusado de presunto abuso sexual?
—Bueno, sencillamente el juez le creyó a la demandante sin darme a mí el beneficio de la duda. Gracias a mi abogado obtuve la libertad condicional, reportándome con un oficial mensualmente, debo realizar 250 horas de trabajo comunitario y pagar una multa de 750 dólares, más 1.300 dólares de un programa que me mandaron a hacer. Esto, sin duda es un castigo injusto que me rompe el alma. Jamás he besado a nadie a la fuerza.
—Si es un castigo injusto, ¿por qué lo aceptó?
—Terminé aceptando para no complicar más la situación. En Estados Unidos el sistema se basa en arrestar a la ciudadanía por tonterías y en darle seguimiento, juicios. Por eso es que hay muchos inocentes encarcelados; y la mayoría son latinos y negros. Acepté la pena porque ir a un juicio, así sea inocente, no me libra de toda culpa. Puede haber un jurado al que no le caiga bien.
—¿Qué piensa del juez que llevó su caso?
—¡Es un racista! Le caen mal los latinos. Imagínate el tamaño de la injusticia que cuando se me arrestó no me leyeron los derechos, pasé el polígrafo con 99.8% de veracidad y honestidad. Hasta borraron los videos de las cámaras. Pregunté por la evidencia que me hacía culpable y nunca me la dieron.
—¿Cuál es la versión de su demandante?
—Ella asegura que estaba sentada detrás de la recepción en el edificio de mis amigos en Miami y que caminé hacia ella, le tomé la cabeza, la volteé y la besé, para luego agarrarle la muñeca y decirle: ‘Es que no puedo resistir tu culo’.
—¿Y cuál es la suya?
—La mía es la verdadera. El 12 de noviembre de 2014 llegué al edificio a compartir con mis amigos argentinos y los “valet parking” me preguntaron cuándo hacía otra novela, se hicieron una ‘selfie’ conmigo. Luego me acerco hasta la mujer que me demandó para registrarme. En ese momento la saludo con un beso en la mano. Supongo que al darse cuenta de que era un famoso investigó en internet y armó su plan. Unos 50 minutos después, al bajar, para despedirme le di otro besito. Cuando voy a montarme al carro llegaron las patrullas, se bajó el policía señalándome de agresor. Ella los llamó.
—¿Realmente nunca había estado en aprietos por un beso?
—¡Nunca! No soy un pervertido. Solo he tenido un incidente con la justicia y fue en 1999; me encontraron en Miami con un “cachito” de marihuana.
—Dicen que esto es una estrategia de publicidad. ¿Qué opina al respecto?
—Efectivamente se ha convertido en un show mediático, pero yo no lo busqué. Estuve yendo a la corte sin que nadie supiera, hasta que un día alguien me vio y salió a la luz pública. No hay mal que por bien no venga, soy buena persona, buen padre e hijo, y cuando la gente mala hace daño, surgen en bendiciones.
—Entonces no se puede quejar de la situación…
—No del todo. Yo estaba alejado de la farándula, en mi faceta empresarial, criando a mi hijo, hasta que de pronto estalla más mi popularidad. Esa persona me hizo un gran favor.
—¿Qué pasó con la novela que estaba haciendo con Catherine Fulop?
—Ese proyecto, lamentablemente, quedó solo en demo porque ahora es difícil realizarlo. Seguimos pendiente de hacerlo luego. Le tengo mucho cariño a Catherine y a su esposo Osvaldo Sabatini.
—¿Recibió el apoyo de Catherine con todo este revuelo?
—Sí, me envío un mensajito diciéndome que la prensa le había preguntado por mi caso. Me encanta verla feliz. Yo estoy a la espera del gran amor, aunque estoy rodeado de gente maravillosa. Mi hijo tiene seis años y me hace feliz.
—¿Habrá película este año?
—Sí, voy a iniciar las filmaciones, se llama Los élites y con ella voy a relanzar mi carrera en el mercado anglo.
(Panorama)