El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, descartó la posibilidad de dar un autogolpe de Estado, al tiempo que confirmó su intención de presentarse a la reelección en los comicios del próximo año. 

«De mi parte, la chance de un golpe es cero», dijo el presidente en entrevista con la revista Veja, al añadir que del otro lado (la oposición) la posibilidad siempre existe. 

En ese sentido, recordó que hay más de 100 solicitudes de juicio político en el Congreso en su contra, pero resaltó que «no hay un golpe sin vicepresidente y sin pueblo», al afirmar que la población y el vicemandatario Hamilton Mourao están de su lado. 

El presidente además defendió que no existen motivos para destituirlo. 

Asimismo, Bolsonaro aseguró que no pondrá obstáculos a las elecciones del próximo año, luego de haber acusado de fraude a la justicia electoral por el sistema de urnas electrónicas. 

«Miren, habrá elecciones, no pondré obstáculos, habrá elecciones», dijo el presidente y celebró la participación de las Fuerzas Armadas en el proceso. 

«Con las Fuerzas Armadas participando, no hay por qué dudar del voto electrónico. Las fuerzas armadas empeñarán su nombre, no hay motivos para dudar. Elogio esa idea desde que las instituciones participan de todas las fases del proceso», afirmó. 

Reelección 

El ultraderechista también confirmó que será candidato a la reelección en los comicios del año que viene, para los que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) es favorito en todas las encuestas. 

Sin embargo, el mandatario que actualmente no pertenece a ningún partido, explicó que todavía no ha definido con quién se presentará. 

Sobre el compañero de fórmula dijo que no está descartado Mourão, pero consideró que el vicepresidente necesita más experiencia política, por lo que sería un buen senador. 

Respecto al partido, adelantó que no escapará de ninguno y que hablará con el Partido Progresista (PP, derecha), el Partido Liberal (PL, derecha), o los republicanos, y que el Partido Laborista Brasileño (PTB) también le ofreció apoyar su candidatura. 

Al ser consultado sobre si Lula es su opositor preferente dijo que le importa «un bledo». 

Y resaltó que la mayor satisfacción que tiene es saber que hoy no hay un comunista sentado en la silla presidencial. 

(Sputnik)