Organizaciones, colectivos sociales y gremiales de Brasil, agrupados en diversos frentes populares, convocan a una movilización nacional y en otros países el 2 de octubre próximo para exigir el enjuiciamiento político del presidente Jair Bolsonaro.

En una declaración conjunta, los organizadores de la nueva jornada de lucha ratifican que no se retirarán de las calles hasta que Brasil sea liberado de este presidente, al que califican de “criminal” y “mitómano”.

Los frentes Brasil Popular y Povo Sem Fedo, además de organizaciones estudiantiles y varios partidos de oposición, coordinan la protesta, en la que se prevé la participación de millones de trabajadores y sus familias, jóvenes, campesinos, representantes de los pueblos originarios, organizaciones feministas y otros actores políticos.

De acuerdo con la declaración-convocatoria, se protestará contra el caos en que Bolsonaro tiene sumido a la nación, que en estos momentos sufre “paro récord, (…) hambruna, inflación, corrupción, despojo de derechos, desmantelamiento de servicios públicos y estatales, atentados a la democracia, soberanía y libertades, el pisoteo de la ciencia y el desprecio por la vida”.

Agregan que, debido a la incompetencia del equipo de Gobierno y la entronización del proyecto personal de poder del mandatario, Brasil se hunde y queda expuesto “a la espiral de la crisis (sanitaria, política, económica, institucional y diplomática)”.

La convocatoria apunta que, según encuestas, la mayoría de los 212 millones de habitantes del país “rechaza y desaprueba a Bolsonaro”. A partir de este hecho, se reclama la urgencia de “el Congreso Nacional escuche el clamor popular y acepte la apertura de un juicio político para que se destituya a Bolsonaro, se investiguen sus delitos y sea juzgado”.

Los firmantes del texto recuerdan que “hay más de 130 solicitudes archivadas en la presidencia de la Cámara de Diputados, mientras el país se hunde en el fango presidencial”.

Además, se exige que el mandatario responda por “el genocidio que cometió”, en alusión a la cuestionada gestión gubernamental ante la pandemia de Covid-19 y las consecuencias que generó en ámbitos como la ocupación laboral, pues hoy el país tiene 100 millones de desempleados, según el texto.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass), debido al negacionismo de la ciencia y la reticencia a aplicar políticas preventivas, la Covid-19 ya provocó el contagio de 21.343.304  brasileños y la muerte de 594.200 desde el inicio del brote pandémico.

(teleSUR)