Tras unas horas de calma, el volcán de la isla de La Palma vuelve a registrar una gran columna de cenizas, acompañada de algunas explosiones esporádicas que han durado unos cinco minutos y que se han podido escuchar a kilómetros de distancia. Mientras tanto, la colada de lava está a unos 800 o 1.000 metros de la costa en línea recta y es posible que llegue al mar, pero no hay seguridad al respecto.

La actividad ha vuelto a hacerse patente a las 11.00 después de que la emisión de cenizas y humo hubiera cesado a las 8.30 tras de una noche de constantes explosiones.

El Instituto Volcanológico de Canarias, Involcan, acaba de confirmar a través de su cuenta de twitter que el cono principal del volcán vuelve a emitir lava.

El comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) se encuentra reunido para analizar lo sucedido en estas últimas horas en torno al volcán de La Palma, después de que los sismógrafos detectaran una súbita caída de del tremor volcánico, hasta el punto de que esa señal «casi había desaparecido» y la emisión de humo y cenizas se había detenido. 

Según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), se llegaron a detectar 16 terremotos localizados en la zona norte de Fuencaliente. El más intenso se ha localizado a las 06.05 horas y a una profundidad de 10 kilómetros, y en general, todos están por encima de magnitud 2 y a profundidades que oscilan entre los 9 y los 13 kilómetros.

Lava a 800 metros del mar y sin seguridad de que llegue

La colada de lava que emerge del volcán de La Palma «es probable» que llegue a la costa, de la que se encuentra a unos 800 o 1.000 metros en línea recta, pero no hay seguridad al respecto, dado que se ha producido una ralentización en la velocidad del material magmático, que bordea la montaña de Todoque.

El director técnico del Plan de Prevención de Riesgos Volcánico, Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha afirmado en rueda de prensa, junto con la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco, que la colada que ayer bajaba con rapidez por el norte del cono eruptivo y que avanzó sobre Todoque se ha dividido en dos «dedos».

Uno de esos dedos se ha encontrado con una pendiente y es previsible que acabe uniéndose al otro, que se que se mueve hacia el sur de la montaña de Todoque.

«La colada está muy frenada», ha dicho Morcuende, quien ha precisado que a pesar de ello, continúa el confinamiento de los cuatro núcleos poblacionales de Tazacorte más cercanos al lugar donde previsiblemente la lava caiga al mar, en previsión de alguna eventual emanación de ácido clorhídrico que en todo caso supondría afecciones leves dada la distancia de más de 3,5 kilómetros a que están las casas más próximas.

El director técnico del Pevolca ha asegurado que el comportamiento del volcán sigue siendo el de un tipo fisural estromboliano, con continuidades y descontinuidades en su actividad.  

Un cese de actividad «normal»

El Instituto Geológico Minero de España (IGME) asegura que el volcán de La Palma «no se ha apagado» y atribuye el cese de actividad que ha registrado esta mañana durante unas horas a una fase de descanso que es normal que se produzca.

La Unidad de Respuesta Geológica ante Emergencias del IGME constató esta madrugada que el volcán súbitamente soltó «una especie de estertor», que entre las 3.30 y las 4.15 horas espaciaba cada vez más sus rugidos, que eran menos intensos, y que sobre las 7.00 hora local apenas escupía pequeñas coladas de ceniza.

Así lo ha detallado a Efe Raúl Pérez, coordinador de este equipo que estuvo anoche a pie del volcán, monitorizando su actividad.

Pérez ha asegurado que el volcán «no se ha apagado», sino que entró en «una fase de descanso. Es normal».

Preguntado por la posibilidad de que se hubiera taponado, ha indicado que es «poco probable» que esa fase de relativa calma se acabe con una gran explosión, porque para ello tendría que haber una interacción con grandes cuerpos de agua o un efecto tipo «botella de champán» por el taponamiento del cráter por un colapso del cono que no han observado.

Otra cosa, ha admitido, es que pueda haber un desplazamiento del magma en profundidad, bien lateral o si se está acumulando en la primera cámara del volcán.

«Probablemente estamos en una fase profunda» del proceso eruptivo, ha deslizado.

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha detectado un enjambre sísmico en las últimas horas en La Palma con la mayoría de los temblores, 23 de 25, localizados en Fuencaliente. El más fuerte ha sido de magnitud 3,2 a 10 kilómetros de profundidad.

Raúl Pérez explica que cuando el volcán está en fase eruptiva los sismos son «pocos y pequeños».

El técnico del IGME remite al cruce de todos los datos por parte del comité científico del Pevolca para llegar a una conclusión más certera sobre la nueva fase en la que ha entrado el volcán.

(EFE)