Teherán y Moscú aspiran a acelerar la implementación de proyectos en la esfera nuclear, comunicó el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami. 

«En el transcurso de las próximas conversaciones se crearán nuevos mecanismos con el objetivo de acelerar el trabajo», dijo Eslami al comentar su reunión con el director de la corporación de energía nuclear rusa Rosatom, Alexéi Lijachov. 

En lo que se refiere a la deuda que tiene Irán ante Rusia, el director de OEAI destacó que los compromisos financieros de Irán serán programados para evitar retrasos en la ejecución de los proyectos. 

El 28 de septiembre, el jefe de la OEAI, Mohammad Eslami, tuvo una reunión en Moscú con el director general de la corporación estatal de Rosatom, Alexéi Lijachov. En el transcurso de la reunión los directores debatieron la cooperación nuclear bilateral. 

Para Eslami, que fue nombrado director de la OEAI hace un mes, se trata del primer viaje a Rusia al frente del organismo. 

El mayor proyecto de la cooperación bilateral es el de la planta atómica de Bushehr. La construcción de la central, la primera en Irán, fue asumida en 1995 por la empresa rusa Atomstroyexport perteneciente a Rosatom, después de que la alemana Kraftwerk Union A.G. (Siemens/KWU) rompiera el contrato en 1980. 

Rusia suministra a Irán el combustible nuclear necesario para el funcionamiento del reactor uno de esta planta, construido con la ayuda del país euroasiático y conectado a la red en 2011. 

En noviembre de 2014 Rusia e Irán firmaron un contrato para la construcción del segundo y tercer grupo generador de la planta, proyecto llamado Bushehr 2 y puesto en marcha en 2016. La potencia total de los dos nuevos grupos generadores alcanzará 2.100 megavatios. La construcción del segundo grupo debe concluir en 2024, y del tercero, en 2026. 

No obstante, hay un problema con la deuda iraní por la construcción de la planta. Irán, según la información de las fuentes de la embajada rusa en Teherán, todavía no puede resolver la cuestión debido a la congelación de sus cuentas bancarias en Japón y Corea del Sur por las sanciones de EEUU. 

(Sputnik)